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Este artículo es una compilación realizada entre nuestro Sensei Ishana Pérez y los componentes de la redacción de nuestro boletín; se han consultado diversas fuentes, tanto de la red como de determinados textos.

        Lo que pretendemos es dar las dos visiones que se tienen de La Mente, tanto en occidente como en oriente, -en esta primera parte ofrecemos el enfoque de nuestra cultura occidental-, en una entrega posterior daremos la visión oriental.(La Mente IIª Parte.)

        Esperamos con estos artículos ayudar a una mejor comprensión de nuestro “órgano” mental.

Índice del Artículo.
La mente Iª parte. Ontogénesis de la mente. Trastornos de la mente. Índices de tolerancia. El problema mente - cuerpo.
Respuestas dualistas al problema mente - cuerpo. Argumentos en favor del dualismo. Dualismo interaccionista. Respuestas monistas al problema mente - cuerpo. Conductismo.
Teoría de la identidad. Funcionalismo. Materialismo no reductivo. Materialismo eliminativo. Crítica de la filosofía del lenguaje al problema mente-cuerpo.
Yo. Neuroplasticidad.
LA MENTE Iª PARTE

Psi, letra griega que se asocia con la psicología.

LA MENTE Iª PARTE

        Son muchas las veces que utilizamos este término, pero pocas sabemos concretar a que nos referimos, o nos referimos a un concepto abstracto que nos cuesta precisar.

        Dentro de nuestro universo occidental el concepto de mente se define de la siguiente manera:

         Mente, en psicología, puede definirse como una propiedad diferente del cerebro, pero que emerge de éste, y cuyo funcionamiento explicaría la conducta manifiesta de los seres humanos. Sin embargo, está más vinculada a la disciplina llamada filosofía de la mente, (la filosofía de la mente se ocupa de la naturaleza de los estados mentales, de sus efectos y sus causas. La cuestión del comportamiento de los estados mentales y físicos ocupa aquí un lugar central).

        La mente sería la responsable de todos los estados intermedios entre una conducta y otra conducta, o bien entre un estímulo (input) y una respuesta (output). Sería como un artefacto del que se conocen las entradas y salidas pero no se sabe cómo procesa la información para llegar al estado final de respuesta.

        Otros científicos y filósofos sostienen que el cerebro es condición necesaria, pero no suficiente, para que la mente realice sus funciones. Por ejemplo, Eccles, neurólogo y Premio Nobel de Medicina, y Popper, filósofo de la ciencia.

    

John Carew Eccles      y          Karl Popper.

        Aunque con posturas diferentes, ninguno de los dos es materialista; no identifican el pensamiento con la actividad cerebral.

        Una posición materialista de la mente es que la mente es materia que se analiza a sí misma (retroalimentación de sistemas materiales).

        Es decir, en su evolución, la materia ha pasado de estados caóticos a estados organizados inorgánicos, luego a estados orgánicos, y finalmente logra analizar estados actuales para lograr estados sucesivos. La materia se organizaría en sistemas autorregulados. Un ejemplo podría ser el materialismo dialéctico o también el materialismo reductivo propio de las ciencias duras como la física y la química.

        Hay que destacar que no es lo mismo referirse a la mente como el comportamiento de la materia, o referirse a la mente como algo paralelo y distinto a la materia, pero con existencia propia y estatuto ontológico, (la ontología se ocupa de la definición del ser y de establecer las categorías fundamentales o modos generales de ser de las cosas a partir del estudio de sus propiedades, estructuras y sistemas). El ejemplo más conocido es la dualidad, (se llama dualismo a la doctrina que afirma la existencia de dos principios supremos, increados, contornos, independientes, irreductibles y antagónicos, uno del bien y otro del mal, por cuya acción se explica el origen y evolución del mundo), establecida por René Descartes de una mente distinta al cuerpo pero unida a él: “pienso, luego existo”. Estas diferencias no son menores puesto que abren discusiones tales como ¿todos los animales tienen mente o solamente los animales humanos la tienen?

Howard Gardner

        Para Howard Gardner la mente consiste en un conjunto de mecanismos computadores sensiblemente específicos e independientes. La inteligencia emerge de la supraestructura conformada por las estructuras mentales. Las estructuras mentales serían acciones cumplidas o en potencia exteriorizadas en movimiento o interiorizadas en pensamiento. Para Piaget la estructura elemental del conocimiento es el esquema. Diferenciaba las operaciones concretas de las formales, lo que permitiría diferenciar tres componentes de la mente:

        La mente concreta.- Realiza los procesos básicos del pensamiento: Observación, comparación, relación, clasificación, que son la base del análisis-síntesis.

        La mente abstracta.- realiza procesos de reflexión consciente, accede a sus propias representaciones y las modifica. La razón es la facultad superior de conocimiento ya que hace abstracción de todo su contenido. Así lo planteaba Kant en su Crítica de la razón pura.

        La mente práctica.- Realiza procesos directivos y ejecutivos de pensamiento, relaciona las causas con los efectos y los medios con los fines.

Robert J. Sternberg.

        Es la base de la inteligencia y los metacomponentes de la misma tal y como los denomina Robert J. Sternberg en su teoría triárquica de la inteligencia, (la definición de Sternberg de la inteligencia es “Actividad mental dirigida con el propósito de adaptación a, selección de o conformación de, entornos del mundo real relevantes en la vida de uno mismo” [mental activity directed toward purposive adaptation to, selection and shaping of, real-world environments relevant to one’s life] (Sternberg, 1985, p. 45), significa que la inteligencia en un individuo trata con los cambios en que hay el entorno a lo largo de su vida.   Subir

        Ontogénesis de la mente.

        En términos generales, se puede decir que la mente nace en el momento que hay una parte asignada en el cerebro que tiene el potencial de evaluar el desgaste general de las distintas regiones (lóbulo occipital), otorgar una prioridad en base al menor coste emocional (lóbulo temporal) o ser capaz de razonar el proceso o por lo menos tener el potencial de hacerlo (lóbulo frontal).

        La mente induce comportamientos emocionales sujetos a la línea de menor sufrimiento o a la de libido (amígdala cerebral, la amígdala cerebral es un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales de los vertebrados complejos, incluidos los humanos.

Ontogénesis de la mente

Distintos tipos de ontogénesis.

         La amígdala forma parte del sistema límbico -término últimamente en desuso por su imprecisión-, y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales). Por lo tanto, la naturaleza del cerebro y la prioridad de la mente, será encontrar una solución que aporte el mayor beneficio con el menor sufrimiento.

Cupido y Psique.

        El inconsciente marca el patrón conductual de todo ser que posea una mente y define la psiquis (la psique, del griego, psyché, «alma», es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de éste tras su muerte. También el verbo griego, psycho, significa «aire frío». A partir de este verbo se forma el sustantivo, que alude en un primer momento al soplo, hálito o aliento que exhala al morir el ser humano. Dado que ese aliento permanece en el individuo hasta su muerte, pasa a significar la vida. Cuando la psique escapa del cadáver, lleva una existencia autónoma: los griegos la imaginaban como una figura antropomorfa y alada, un doble o eidolon (o cuerpo astral) del difunto, que generalmente iba a parar al Hades, donde pervivía de modo sombrío y fantasmal), en base al desgaste emocional, que guarda relación con el desgaste energético.

        La parte consciente depende de la energía disponible, cuando nos evaluamos, hacemos una consulta inconsciente al subconsciente, rescatamos parte de esa información y damos una estimación sobre si podremos o no abordar una tarea. La pulsión o impulso aparece cuando existe un objetivo que estimamos bueno. El inconsciente y el consciente son diferentes niveles de influencias en los recursos emocionales - energéticos: el entorno y el cuerpo somete a la mente a constantes influencias, dependiendo del peso que tenga la influencia en el proceso de integración de la información en la mente, esta lo tratará como información de proceso y almacenamiento automático (inconsciente), como información de importancia relativa, dependiente de otros factores (preconsciente, -este término de debe a Sigmund Freud-, como sustantivo, se utiliza para designar una de las tres instancias de su primera tópica -las otras dos son el consciente y el inconsciente) o como información absolutamente relevante en función de la tarea que estemos realizando en ese momento (consciente).

Neuronas espejo.

        La existencia de neuronas espejo, (se denominan neuronas espejo a una cierta clase de neuronas que se activan cuando un animal o persona desarrolla la misma actividad que está observando ejecutar por otro individuo, especialmente un congénere), da la capacidad de realimentar la información que procesan otras regiones metabólicas cerebrales, otorgando el poder de proyectar en el tiempo estos datos.

        Esto dota al humano de la capacidad de imaginar y especular posibles futuros o cómo mejorar pasados desagradables.

        Sólo el humano tendría la capacidad de realimentar sus pensamientos en base a datos especulativos sobre cómo se podría sentir su semejante, tomando como base cómo él mismo se siente y si ese sentimiento es generalizado o personal. Sin embargo, la capacidad de predecir la conducta de otros organismos y actuar en consecuencia, es fundamental para la supervivencia de todo organismo que tenga capacidad de movimiento voluntario, tanto para el ataque como para la fuga.

Roger Peronese.

        El "yo" humano, va más allá de los aspectos puramente de bienestar físico. Este es el fundamento de la Teoría de la Mente, postulado por Roger Penrose, y que junto a Stuart Hameroff trabajan conjuntamente en cómo emerge la conciencia a través de procesos cuánticos que interaccionan con el elemento más fino de la microbiología cuántica: el Microtúbulo.

Stuart Hameroff.

        Los microtúbulos son estructuras tubulares de 25 nm de diámetro exterior y unos 12 nm de diámetro interior, con longitudes que varían entre unos pocos nanómetros a micrómetros, que se originan en los centros organizadores de microtúbulos y que se extienden a lo largo de todo el citoplasma. Se hallan en las células eucariotas y están formadas por la polimerización de un dímero de dos proteínas globulares, la alfa y la beta tubulina.   Subir

        Trastornos de la mente.

        Se caracterizan por un desarrollo patológico de las facultades ontogénicas de la mente, dependiente de la especie en cuestión. Por norma general ocasiona dificultades al individuo o a sus semejantes, al grado de poner en riesgo las facultades homeostáticas, bien propias o ajenas pudiendo afectar a individuos o sus bienes. La desvirtuación sólo puede definirse respecto a un patrón medio comparativo con los demás individuos y su historia, por lo que a lo largo de esta la lista de trastornos reconocidos como tales ha variado.

Trastornos de la mente

        Este funcionamiento "anormal" puede deberse a causas ambientales que causan lesiones, -según la Organización Mundial de la Salud, una lesión es toda alteración del equilibrio biopsicosocial- o a factores genéticos. En un momento dado, puede colapsarse la parte racional, siendo incapaz de encontrar caminos que enfrenten la realidad, originando un trastorno puntual o bien demostrando que lo puntual es la pauta general.

        Comúnmente es provocado por un agotamiento emocional, que por norma general nace de una situación no deseada o aquella que la mente evalúa como insostenible desde su punto de vista. Las patologías mentales nacen en el momento que el individuo ha incorporado como parte de la solución, un proceso que induce un riesgo para su propia salud o la de cualquier otro individuo de forma sostenida en el tiempo. Estos patrones de comportamientos se pueden catalogar como lesiones.   Subir

Índices de tolerancia

        Índices de tolerancia.

        Hemos de tener en cuenta que, el mayor desgaste que tiene el cerebro, es el aprendizaje, (el aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren nuevas habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción y la observación), y todo lo que ello conlleva: aprendemos porque nos estresamos, nos emocionamos, nos enamoramos... en definitiva, todo lo que nuestros sentidos nos aportan los relacionamos con las sensaciones, modulando y moldeando la mente, que los asocia a valores que reutilizaremos o procuraremos evitar.

        Lo que aprendemos incorpora cambios a nuestro comportamiento. Dado que esto conlleva la creación de nuevos enlaces sinápticos, (sinapsis -del gr. "enlace"- es el proceso de comunicación entre neuronas. Se inicia con una descarga química que origina una corriente eléctrica en la membrana de la célula emisora o presináptica; una vez que este impulso nervioso alcanza el extremo del axón, la propia neurona segrega una sustancia o neurotransmisor que se deposita en un espacio intermedio o espacio sináptico entre esta neurona transmisora y la neurona receptora o postsináptica. Este neurotransmisor es el que excita o inhibe a la otra neurona).

        Se puede decir que el cerebro tiene una tolerancia máxima al moldeado, y una organización de la información directamente proporcional al número de enlaces sinápticos establecidos durante la etapa de aprendizaje, que modula la percepción.

        El aprendizaje facilita la neurotransmisión y minimiza el consumo, optimizando el funcionamiento general. No aprendemos para solucionar el estrés, o evitar sufrir, ni tan siquiera para aprender a controlar las emociones; sino que estas son las causas por las cuales incorporamos nuevos patrones de comportamiento y por lo tanto es consecuencia directa de nuestro aprendizaje. Podemos buscar soluciones a un estado indeseado, tratar de recrear realidades placenteras o buscar la verdad... pero todo acto que creemos voluntario, está condicionado por una motivación emocional, que es la que rearma la pulsión que nos motiva a actuar.

Aprendizaje colaborativo.

        Al ser una respuesta evolutiva, esta acción nos proporcionará más posibilidades de sobrevivir al proceso de selección natural, por lo que nos permite la supervivencia y la preservación de la especie durante millones de años. Si bien el cerebro nunca termina de establecer nuevas sinapsis, el aprendizaje de la mente sí que está limitado por la especialización sináptica. Por lo que se establecen dos tipos de aprendizajes diferentes, según las modificaciones que el cerebro tenga que realizar para incorporarlos en su nuevo esquema, y de las posibilidades de establecer nuevos caminos no especializados, que acabaran especializándose con su uso repetitivo:

        • Aprendizaje sostenible: Se define en base a aquello que la mente ha conceptualizado como bueno y lo fomenta (sinapsis especializadas).

        • Aprendizaje insostenible: Se define en base a aquello que destruye u opone resistencia a la consecución de lo bueno. Puede llegar a ser destructivo si en el proceso de asimilación de la información incluye la destrucción de enlaces sinápticos altamente especializados.   Subir

        El problema mente - cuerpo.

        El punto central de la filosofía de la mente es el problema mente - cuerpo. En su origen están las preguntas:

        ¿Cuál es la relación entre los estados mentales (o la conciencia, lo psíquico, el alma) con los estados físicos (o el cerebro, lo material, el cuerpo)?

        ¿Se trata de dos sustancias diferentes?

        ¿O son lo mental y lo físico una sola cosa?

El problema mente - cuerpo

        Estas son las preguntas fundamentales de la filosofía de la mente. No obstante, las respuestas suscitan un sinfín de nuevas preguntas:

        ¿Son libres nuestro pensamiento y nuestra voluntad?

        ¿Pueden las computadoras poseer una mente?

        ¿Puede existir la mente sin el cuerpo?

        La filosofía de la mente es por tanto un estudio con ramificaciones muy diversas.

        La primera formulación clásica del problema mente - cuerpo se debe a René Descartes. Pero la reflexión acerca de la relación entre la mente y el cuerpo se remonta hasta la antigüedad. Platón defiende un dualismo explícito, (el término dualismo es utilizado por primera vez por Tomás Hyde en sentido teológico para designar el dualismo de la religión persa; la misma significación tiene en Bayle y Leibniz Wolff introdujo su sentido metafísico y ontológico, al emplear el término dualismo para significar las relaciones del alma con el cuerpo), que se pone de manifiesto en su argumentación en favor de la transmigración del alma:

René Descartes.

        Si el alma sobrevive a la muerte del cuerpo, ha de ser algo diferente de este. En Aristóteles esto es diferente. Aristóteles postula un "pneuma", que, como principio de la vida, se encuentra en todo ser vivo, pero que no es algo contrapuesto al mundo material y corporal. En la Edad media cristiana (escolástica) la distinción entre el cuerpo y el alma inmaterial es piedra angular del filosofar. La influencia de la filosofía medieval es evidente en la formulación cartesiana del dualismo.

Santo Tomás de Aquino.

        La mayoría de las personas perciben intuitivamente un abismo entre los fenómenos mentales y los físicos. Esto ha llevado a que durante largo tiempo los puntos de vista dualistas fueran los predominantes en la filosofía de la mente. Hoy en día la mayoría de los filósofos defiende posiciones materialistas. Sobre esta base debe no obstante darse respuesta a la cuestión de cómo se explica la conciencia desde el punto de vista materialista.   Subir

Respuestas dualistas al problema mente - cuerpo

        Respuestas dualistas al problema mente - cuerpo.

        El dualismo responde al abismo intuitivo entre la vida mental interior y la realidad física de la siguiente manera. Afirma que aquí nos encontramos ante dos entidades fundamentalmente diferentes: entidades mentales y físicas. Dependiendo de la ulterior caracterización de dichas entidades y de cómo se explique la relación entre las entidades mentales y físicas, se llegará a formas muy diversas de dualismo.

        Se puede ser dualista de muchas maneras porque básicamente, el dualismo es la hipótesis inicial o el punto de partida en esta clase de discusiones y basta que no satisfagan los argumentos monistas para poder ser considerado, de uno u otro modo, dualista. En realidad, el dualismo puede ser visto como un problema antes que como una solución. De hecho, si hacemos investigación científica para entender cómo se relaciona nuestro sistema nervioso con nuestro comportamiento consciente estamos siendo, de algún modo, dualistas; los monistas no tendrían, en realidad, nada que investigar.   Subir

        Argumentos en favor del dualismo.

        ¿Se basa el dualismo únicamente en el abismo intuitivo entre lo mental y lo material?

        ¿O existen argumentos concretos en favor del dualismo?

        El argumento más conocido es el desarrollado por René Descartes en las Meditaciones. En resumen, es el siguiente: Puedo imaginarme clara y distintamente que el espíritu exista sin la materia. Lo que uno puede imaginar clara y distintamente es al menos, por principio, posible. Así, pues, es al menos posible que el espíritu exista sin la materia. Si es posible que el espíritu exista sin la materia, espíritu y materia han de ser entidades diferentes. Puesto que espíritu y materia han de ser entidades diferentes, en consecuencia el dualismo es cierto.

Argumentos en favor del dualismo

        Las premisas del argumento pueden ponerse en duda. ¿Por qué, por ejemplo, habría de ser algo posible sólo porque puede imaginarse clara y distintamente? A pesar de problemas de este tipo, aún hoy en día se siguen defendiendo variantes del argumento cartesiano, por ejemplo, Saul Kripke. Las posiciones dualistas se vuelven más plausibles por los problemas que plantea el materialismo que por sus propios argumentos positivos.

        Los argumentos a favor del dualismo son básicamente de carácter epistémico, (la epistemología es una rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento científico. La epistemología se ocupa de problemas tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención, y los criterios por los cuales se lo justifica o invalida), aunque el dualismo encuentre también acogida por motivos morales o religiosos; en realidad, muchos ataques al dualismo pudieran estar inspirados más en esta clase de motivos que en los primeros.

        El primer apoyo intuitivo al dualismo proviene del hecho de que tengamos alguna clase de acceso privilegiado a nuestra propia conciencia; así, por ejemplo, si por potente que fuese la tecnología empleada (estamos imaginando un experimento mental) no se pudiese conocer lo que pensamos cuando se examinase a fondo nuestro cerebro, habría que concluir que lo que llamamos nuestra conciencia no se encuentra enteramente en el mundo físico, por mucho que guarde obvias relaciones con él.

        El hecho de que podamos sentir un dolor, por ejemplo, sin que haya muestras físicas evidentes de ello, o el que podamos mentir, son ejemplos muy comunes de esa cualidad, ejemplos que impresionaban grandemente a un filósofo tan poco propicio al dualismo como Bertrand Russell. El argumento cartesiano que concluye con el "cogito, ergo sum" se apoya en esta clase de razones, aunque culmina con una forma lógica en la que influye también una consideración de distinto tipo, a saber: el hecho de que si he de atender a mis razones he de ser un sujeto independiente de toda influencia externa para tener alguna credibilidad.

        Epicuro formuló de manera impresionante y concisa esta forma de argumentar: "El que dice que todo acontece por necesidad nada puede objetar al que niega que todo acontece por necesidad, pues esto mismo afirma que acontece por necesidad" (Exhortaciones de Epicuro, Gnomologio Vaticano, 40).

Erwin Schrödinger.

        Los filósofos espiritualistas, especialmente Berkeley y Bergson han subrayado la importancia de esa clase de apoyos intuitivos para relativizar la importancia de la noción de materia. Entre los pensadores recientes, el físico Erwin Schrödinger ha insistido en la importancia de esta clase de cuestiones para relativizar la pretendida prioridad ontológica de la materia sobre la conciencia.   Subir

        Dualismo interaccionista.

        La forma clásica del dualismo es el dualismo interaccionista. La primera formulación precisa se la debemos a René Descartes, y aún hoy en día sigue teniendo partidarios. Karl Popper y John Eccles han sido los dualistas interaccionistas más célebres del siglo XX. Las ideas fundamentales son las siguientes:

Dualismo interaccionista

        Mente y materia son substancias diferentes e interactúan entre sí. Si me pincho un dedo con una aguja, de él parten señales hacia el cerebro y allí ha de haber un "lugar" donde el cerebro actúe sobre la mente inmaterial.

        De la misma manera funciona en sentido inverso: cuando siento dolor la mente inmaterial actúa sobre el cerebro. Este envía señales, por ejemplo, a la mano, y la retiro.

Descartes.

        Un dualismo de este tipo tiene que enfrentarse a serios problemas. Si existe un lugar donde se produce la interacción entre la mente y el cerebro, este lugar ha de ser localizable. Sin embargo, las especulaciones de Descartes (él pensó que el lugar de la interacción se encontraba en la epífisis.- Cada uno de los extremos de un hueso largo, es generalmente abultada para dar mayor firmeza a la articulación. Está formada por hueso esponjoso en el centro y en su periferia tiene una capa delgada de hueso compacto. Los espacios del hueso esponjoso están llenos de médula ósea amarilla en el adulto, excepto en el húmero y fémur), fueron pronto refutadas.

        Tampoco se halló en el cerebro ningún otro lugar visible en el que el comportamiento de las neuronas sólo fuera explicable por la acción de un espíritu inmaterial. Dejando a un lado que en el cerebro no parece haber ningún "lugar" en el que se produzca una interacción, la cuestión del tipo de acción recíproca entre mente y cerebro permanece abierta. Algunos filósofos suponen que dicha interacción se produce por medio de efectos cuánticos.   Subir

Respuestas monistas al problema mente - cuerpo

Pitágoras.

        Respuestas monistas al problema mente - cuerpo.

        El monismo, en contraposición al dualismo, afirma que sólo hay una substancia. Hoy en día casi todos los monismos son materialistas. Así, pues, afirman que la única substancia existente es la materia. No obstante, son posibles otras formulaciones: podría también afirmarse que no hay materia, sino sólo espíritu. Tal monismo idealista tiene pocos defensores en la actualidad. Una tercera posibilidad consiste en suponer una substancia que no es ni materia ni espíritu. Lo mental y lo físico serían propiedades de esa única substancia. Esta posición fue defendida por Baruch Spinoza y popularizada por Ernst Haeckel en el siglo XIX. Este monismo se asemeja al dualismo de propiedades.   Subir

Conductismo

John Broadus Watson.

        Conductismo.

        El conductismo, (este concepto surge a partir del trabajo del Psicólogo John Broadus Watson (1924-1961), quien propone que el conductismo o psicología objetiva es una ciencia natural abocada al campo de las diversas adaptaciones humanas), ha sido la corriente dominante en la filosofía de la mente durante la primera mitad del siglo XX. En la psicología surgió como reacción al problema de la introspección: cuando mediante la introspección alguien habla de su mundo mental interior, no hay manera (o no la había entonces) de comprobar la veracidad de sus declaraciones. Pero sin posibilidad de verificación, dicen los conductistas, no hay ciencia posible.

        ¿Cuál es la solución para la psicología?

        Debería renunciar a ocuparse de la vida íntima mental y la introspección y, en vez de eso, concentrarse en el comportamiento observable.

        Paralelamente a estos desarrollos de la psicología fue surgiendo un conductismo filosófico. Este se caracteriza por un verificacionismo, (el verificacionismo es el término que se usa por oposición al falsacionismo. Si en este último lo que se busca es el hecho observacional que pueda anular la hipótesis inicial -y si no se encuentra, la hipótesis se refuerza de algún modo-, en el verificacionismo se considera que han de añadirse hechos observacionales que corroboren la hipótesis, con lo que ésta queda consolidada), que considera carentes de sentido las declaraciones sobre la vida íntima mental que no pueden ser comprobadas.

        Sin embargo, ¿qué son los estados mentales si no conforman una vida íntima mental de la que se pueda dar cuenta mediante la introspección?

        Los conductistas responden: los estados mentales son descripciones de la conducta o disposiciones.

        El conductismo filosófico ha sufrido una decaída desde la última mitad del siglo veinte, coincidiendo con el ascenso del cognoscitivismo, (el cognoscitivismo es una teoría del conocimiento que profesa que la comprensión de las cosas se basa en la percepción de los objetos y de las relaciones e interacciones entre ellos). Los cognoscitivistas rechazan el conductismo debido a varios problemas que consideran insostenibles. Por ejemplo, se puede pensar que el conductismo es contra-intuitivo al afirmar que cuando alguien habla de sus punzantes dolores de cabeza esté hablando de su conducta.   Subir

Teoría de la identidad

        Teoría de la identidad.

        La teoría de la identidad, desarrollada por John Smart y Ullin T. Place, fue la reacción al fracaso del conductismo. Si los estados mentales son algo material, pero no conducta, habrá que suponer que son idénticos a los estados físicos internos. De esto se sigue inmediatamente que un estado mental M no es otra cosa que un estado cerebral C. El estado mental "deseo de un café" no sería otra cosa que "la activación de determinadas neuronas de determinadas regiones cerebrales".

        La teoría de la identidad experimentó un impulso debido a los avances de la neurociencia. Los actuales procedimientos de monitorización proporcionan nuevos conocimientos acerca del funcionamiento del cerebro.

        Pese a una cierta plausibilidad inicial, la teoría de la identidad tiene que enfrentarse con al menos un serio problema, la realización múltiple, (fue el factor decisivo para el paso de teoría de la identidad al funcionalismo) tal como la formuló Hilary Putnam.

        Parece claro que no sólo los seres humanos, sino también por ejemplo los anfibios, -o los alienígenas si los hubiera-, pueden padecer dolores. Pero parece improbable que todos los seres con los mismos dolores se encuentren en el mismo estado cerebral. Pero si no es ese el caso, entonces el dolor no puede ser idéntico a un determinado estado cerebral. De modo que la teoría de la identidad carece de fundamento empírico.

        Incluso si sucediera que un determinado estado cerebral está ligado en cada caso con un único estado "mental" de la persona, esta correlación absoluta entre estado mental y estado cerebral no significaría necesariamente que ambos estados son de hecho uno y el mismo.

        Otro problema de la teoría de la identidad radica en que, ciertamente, puede describir el "deseo de tomar un café" por medio de un determinado estado cerebral; sin embargo, la declaración acerca del estado cerebral sólo tiene significado si sabemos lo que significa sentir el deseo de tomar un café.

        Así pues, un lenguaje neurocientífico sobre los procesos mentales no puede prescindir del contenido semántico del lenguaje corriente, que expresa tanto los procesos mentales como el deseo de tomar un café, y no puede por tanto sustituirlo, como se pretende.

        Pese a estos problemas, hoy en día se da un cierto renacimiento de la teoría de la identidad, debido sobre todo a Jaegwon Kim.   Subir

Funcionalismo

        Funcionalismo.

        El funcionalismo fue desarrollado, entre otros por Hilary Putnam, como reacción a los problemas de la teoría de la identidad. La idea es la siguiente: Si los seres con estados cerebrales diferentes pueden tener el mismo estado mental (con lo que la teoría de la identidad se revela falsa), ha de existir no obstante algo que los estados cerebrales tengan en común. La solución de los funcionalistas consiste en subsumir los distintos estados cerebrales bajo el mismo estado funcional. Los estados mentales serían entonces estados funcionales.

        Pero, ¿qué son los estados funcionales?

        A menudo se explica utilizando el ejemplo de una sencilla máquina automática. Imaginemos una máquina expendedora que por cada euro da una golosina. La máquina puede describirse por medio de sus diferentes estados. Ha de haber un estado en el que la máquina expulse la golosina sin pedir más monedas. Pero ha de haber también estados en los que la máquina pida una moneda de 50 ó 20 céntimos más para expulsar algo. En clave de la teoría de autómatas, (la teoría de autómatas es una rama de las ciencias de la computación que estudia matemáticamente máquinas abstractas y problemas que éstas son capaces de resolver. la teoría de autómatas está estrechamente relacionada con la teoría del lenguaje formal ya que los autómatas son clasificados a menudo por la clase de lenguajes formales que son capaces de reconocer), la máquina expendedora de golosinas puede describirse completamente de esta manera, por medio de estados funcionales abstractos. Lo fundamental del ejemplo está en que la descripción es válida con independencia de cómo esté hecha la máquina. La analogía es clara: los estados mentales son estados funcionales independientemente de los estados cerebrales concretos que los produzcan.   Subir

Materialismo no reductivo

        Materialismo no reductivo.

        Para muchos filósofos hay dos convicciones que van juntas:

        1. El materialismo es cierto, los estados mentales han de ser estados materiales.

        2. Todas las propuestas reductivas concretas son insatisfactorias: los estados mentales no pueden reducirse a conductas, estados cerebrales o estados funcionales. Esto nos lleva a la pregunta de si puede haber un materialismo no reductivo. El monismo anómalo de Donald Davidson es un intento de formular tal tipo de materialismo.

        Esta idea se formula a menudo con el concepto de superveniencia: los estados mentales supervienen sobre los estados físicos, pero no son reducibles a ellos. "Superveniencia" describe ahí una relación de dependencia: lo mental no puede cambiar sin que haya cambios físicos.

        Entre otras alternativas al monismo reduccionista, también se encuentra el fisicalismo no reduccionista propuesto por Malcolm Jeeves, profesor de filosofía de la Universidad de St. Andrews en Escocia, y Warren Brown, profesor de psicología en el Fuller Theological Seminary en California.

        Para estos autores, su “fisicalismo” estriba en sostener que no es necesario postular para el alma o la mente una segunda entidad metafísica. Para esta postura, el alma o la mente están fisiológicamente expresadas o encarnadas en nuestra persona, pero no cabe una explicación exhaustiva de esta en virtud de un análisis exclusivamente biologicista. Su propuesta se encamina a reconciliar nuestros puntos de vista sobre cuerpo y alma – mente y cerebro, considerándolos en el conjunto de la persona. “Nosotros somos almas, no tenemos almas”, señalan como una frase que pretende resumir acertadamente su pensamiento.   Subir

Materialismo eliminativo

Patricia y Paul Churchland.

        Materialismo eliminativo.

        Si se es materialista, se considera que los esfuerzos reductivos han fracasado y que un materialismo no reductivo es incoherente, puede recurrirse a una última opción y afirmar: "No hay estados mentales". Pero ¿no es esto completamente absurdo? Los materialistas eliminativos afirman que los estados mentales han sido introducidos por nuestra psicología popular.

        Si ahora, con los avances científicos, la psicología popular se revela falsa, también habremos de acabar con las entidades por ella postuladas. En este punto, eliminativistas como por ejemplo Patricia y Paul Churchland a menudo señalan el destino de otras teorías falsas a lo largo de la historia. Por ejemplo, la brujería se ha mostrado falsa. La consecuencia es la aceptación de la no existencia de brujas.   Subir

        Crítica de la filosofía del lenguaje al problema mente-cuerpo.

        Todo intento de resolver el problema mente - cuerpo se topa con serios problemas, en particular problemas conceptuales. Cabe por tanto la posibilidad de rechazar el problema mente - cuerpo como un falso problema. Esta posición es defendida hoy en día en particular por la filosofía analítica, siguiendo a Ludwig Wittgenstein.

        Los defensores de esta posición explican que es un error preguntarse cómo se ajustan los estados mentales y los biológicos. Más bien debería aceptarse que los seres humanos pueden describirse de formas diversas: por ejemplo, en términos mentales o biológicos. A juicio de la tradición wittgensteniana los falsos problemas surgen cuando se intenta reducir una forma de descripción a otra, o también cuando se emplea el vocabulario mental en el contexto equivocado. Este es por ejemplo el caso cuando se buscan estados mentales en el cerebro.

Crítica de la filosofía del lenguaje al problema mente-cuerpo

        El cerebro es, sencillamente, el contexto equivocado para la utilización del vocabulario mental. La búsqueda de estados mentales en el cerebro es, por tanto, un error categorial, (por error categorial se entiende una determinada forma de falacia. Un error categorial se produce cuando un término perteneciente a una categoría determinada se sustituye por otro término que no pertenece a dicha categoría), o una pura confusión de conceptos.

        En la actualidad esta posición es defendida por intérpretes de Wittgenstein, como Peter Hacker. También Hilary Putnam, el iniciador del funcionalismo, sostiene que el problema mente - cuerpo es un falso problema que se disuelve acudiendo a Wittgenstein.   Subir

        Yo.

        La mente ha tenido importantes consecuencias para el concepto de yo, (en psicología, yo o ego, se define como la unidad dinámica que constituye el individuo consciente de su propia identidad y de su relación con el medio; es, pues, el punto de referencia de todos los fenómenos físicos. El yo es un término difícil de definir dadas sus diferentes acepciones. A lo largo de la historia su definición se ha relacionado con otros términos como psique, ser, alma o conciencia).

        Si por "yo" se entiende el núcleo esencial inmutable de una persona, la mayoría de los filósofos de la mente afirmarán que no existe tal cosa. La idea de un yo como núcleo esencial inmutable surge de la idea platónica de un alma inmaterial "invisible" pero que se halla dentro de nosotros y de todos los seres vivos del planeta, ya sea animales o plantas.

Yo

        Tal idea es inaceptable para la mayoría de los filósofos actuales, debido a sus presupuestos materialistas. No obstante, a la luz de los resultados empíricos de la psicología del desarrollo, (la psicología del desarrollo es una rama de la psicología que estudia los cambios conductuales y psicológicos de las personas, durante el periodo que se extiende desde su concepción hasta su muerte, y en todo tipo de ambientes, tratando de describirlo y explicarlo en relación con el propio sujeto, así como en relación con las diferencias que existen entre ellos), de la biología del desarrollo, (la biología del desarrollo estudia los procesos mediante los cuales los organismos crecen y se desarrollan.

        La biología del desarrollo actual estudia los controles genéticos del crecimiento celular, la diferenciación celular y la morfogénesis -el proceso que origina los tejidos, órganos y la anatomía-), y la neurociencia, tampoco la idea de un núcleo esencial material constante – plasmado, por ejemplo, en un área invariable del cerebro – parece plausible.

        En vista de este problema, algunos filósofos afirman que deberíamos dejar de hablar de un yo. De todos modos esta es una posición minoritaria; más extendida está la opinión siguiente: Por "yo" no debería entenderse un núcleo esencial inmutable, sino algo que se encuentra en permanente cambio. Un conocido defensor de esta postura es Daniel Dennett.    Subir

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Neuroplasticidad

        La Plasticidad neuronal, también denominada neuroplasticidad, Plasticidad neural o plasticidad sináptica, es la propiedad que emerge de la naturaleza y funcionamiento de las neuronas cuando éstas establecen comunicación, y que modula la percepción de los estímulos con el medio, tanto los que entran como los que salen. Esta dinámica deja una huella al tiempo que modifica la eficacia de la transferencia de la información a nivel de los elementos más finos del sistema. Dichas huellas son los elementos de construcción de la cosmovisión, en donde lo anterior modifica la percepción de lo siguiente.   Subir

        

Redacción de AIKI - PUBLIS y el Sensei Ishana Pérez, octubre de 2009.

        La Mente IIª Parte.

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