“La copia sin entendimiento ni fortalece ni hace evolucionar al estudiante”
El total de los módulos son 8 y la suma de todos sus apartados asciende a 33.
¿Qué quiere decir eso?
Que hay mucha materia para explorar, para aprender e integrar.
Por esa razón, hay que ir de forma progresiva sostenido por una responsabilidad a largo plazo.
Porque si el estudiante se mete un atracón de módulos, con toda seguridad que se va a empachar de información, que posteriormente no va a saber como gestionar.
Lo ideal es realizar los módulos en cascada, eso supondrá un compromiso de 4 a 8 años, esto es, 1 o 2 módulos por año.
¿Por qué esa temporalización?
La razón, es que de un año para otro, el practicante tiene suficiente tiempo para poner en practica lo dado en el/los módulo/s y en ese año.
Eso por un lado, por otro, esto hace que la enseñanza sea interactiva, a la vez que va dotando al alumno de una libertad para investigar y testar su progreso con los distintos recursos que se le facilita.
La otra posibilidad, es hacer determinados módulos que tengan un interés especial para el estudiante.
En ese caso, tendrá que esperar al tiempo que toque la realización de dichos módulos.
Los que elijan esta opción, tienen que tener presente que la ejecución de los distintos módulos, sigue el orden establecido en el índice, es decir:
Si se hiciera 1 módulo por año, quedaría de la siguiente manera:
1º Módulo, primer año.
2º Módulo, segundo año.
3º Módulo, tercer año.
4º Módulo, cuarto año.
5º Módulo, quinto año.
6º Módulo, sexto año.
7º Módulo, séptimo año.
8º Módulo, octavo año.
Si se hiciera 2 módulo por año, quedaría de la siguiente manera:
Módulos 1 y 2, el primer año.
Módulos 3 y 4, el segundo año.
Módulos 5 y 6, el tercer año.
Módulos 7 y 8, el cuarto año.
Tanto una como otra opción pone aprueba tu compromiso y tu anhelo de formarte bien en Aikido, no te olvides de que, “Unirse es un comienzo; mantenerse unido es progreso; trabajar juntos es éxito seguro”.
Las horas de práctica por seminario van a variar.
¿Cuál es la razón de eso?
Eso va en función de la planificación de los distintos contenidos de cada módulo, así que habrá seminarios que su duración será de:
3 horas por día, es decir, 6 horas en el fin de semana y siempre de mañana.
4 horas por día, es decir, 8 horas en el fin de semana y siempre de mañana.
5 horas por día, es decir, 10 horas en el fin de semana y siempre de mañana.
6 horas por día, es decir, 12 horas en el fin de semana y siempre de mañana.
¿Por qué siempre de mañana?
Porque las personas necesitan tener:
Conciliación familiar:
Dentro de nuestros pilares para el aprendizaje , la familia es el primero al que hay que atender y cuidar.
Tiempo libre por las tardes:
Disponer de las tardes libres permite disfrutar de actividades de ocio y de relax.
Tener un mayor descanso:
Se puede disfrutar de un descanso más reparador, lo que permite un mejor estado de ánimo y una mayor energía para afrontar el seminario al día siguiente.
Reducción del estrés que se acumula durante la semana:
La posibilidad de organizar mejor el tiempo y disponer de un tiempo libre en el fin de semana, -aún haciendo el seminario-, ayuda a reducir el estrés y la ansiedad acumulada.
Mayor productividad en la práctica:
Un practicante más descansado y satisfecho, tiende a ser más productivo y eficiente con su Keiko.
Mejor ambiente en el seminario:
Las personas al estar más descansadas pueden mejorar la atmósfera de práctica y eso ayuda a fortalecer mejores vínculos entre los participantes.
En resumen, los seminarios con un horario de mañana ofrece un equilibrio entre la vida personal del practicante y el Aikido, lo que se traduce en un beneficio para todos los participantes en el curso y sus allegados.
El aforo a los seminarios siempre va a ser limitado, porque se persigue una formación de calidad, antes que dar prioridad a la cantidad de alumnos sobre el tatami.
En cada módulo habrá practicas personalizadas, conjuntas o talleres, donde el alumno al realizarlos aprenderá a utilizar las diferentes herramientas que se le faciliten.
Por ejemplo, en el 2º Módulo: Gestión del Tiempo y de la Energía.
En el apartado, Uso del cuaderno de campo para la práctica o registros personales. 
A la hora de confecciona el cuaderno de campo, los temas a desarrollar son:
Los apartados de los que debe de constar el cuaderno de campo.
Cómo se hace una planificación para el logro de una meta particular.
Cómo se recopilan los datos.
Las partes que componen el análisis de lo producido.
Cómo se deben de interpretar los datos recopilados.
Cómo se enfocan los planes de acción en función de lo interpretado en los datos, etc.
Todo esto lo tiene que desarrollar el alumno, después de tener toda la información que se ha facilitado previamente.
De esa manera, el estudiante sabrá como confeccionar su cuaderno de campo, para que le sea útil en su aprendizaje. 
Siempre en cada apartado dentro de cada módulo, habrá una explicación por parte del Sensei y posteriormente los alumnos afrontaran determinados ejercicio o la realización de un taller que está conectado con la información recibida.
Esto se hace para dar un soporte teórico al alumnado, con la intensión de que después éste pueda desarrollar su práctica.
¡Pero oiga! ¿Nunca se va a practicar técnicas en estos cursos?
¡Claro que se van a hacer técnicas!
Pero éstas estarán enmarcadas dentro de un taller o de una practica específica con una meta clara a conquistar, por ejemplo:
Dentro del 2º Módulo: Gestión del Tiempo y de la Energía.
En su apartado, Ritmos de estudio: intensidad, descanso y recuperación.
Se hará un taller para comprender cuando se hace una práctica con sobrecarga y cuando es sin sobrecarga.
En el caso de la sobrecarga, se harán 5 técnicas, en 5 min, teniendo en cuenta, el Omote – Omote, Ura – Ura de las mismas.
Al finalizar los 5 min de práctica, se dará un tiempo para que cada cual saque sus conclusiones particulares y así formar una opinión propia sobre su vivencia.
Posteriormente, se comentará entre todos los asistentes las dos dinámicas con la materia practicada, teniendo en cuenta lo siguiente:
a) La asimilación hecha sobre los contenidos practicados en los 2 casos.
b) El estrés que provoca una u otra dinámica.
c) El desarrollo de las capacidades en uno u otro caso.
¡Con las conclusiones finales hechas con una participación activa!
Eso significa, que cada uno ha dado su opinión y ha oído la de sus compañeros sobre la experiencia vivida al realizar su práctica, el ejercicio o el taller.
Es decir, lo que se busca es impulsar la comprensión de determinados conceptos, la reflexión crítica, el análisis y la argumentación entre todos los estudiantes sobre su propio trabajo y el de los demás.
Después, cada cual apuntará en su cuaderno de campo su síntesis, con el fin de que esa información le sea útil a la hora de afrontar su formación en otras circunstancias que se le parezcan.
Esto es un ejemplo del uso del apartado técnico en un marco concreto.
Se sobreentiende que la discusión constructiva está acotada dentro de un espacio de tiempo concreto, que va de 10 minutos (mayoritariamente) a un máximo de 20 minutos (de forma excepcional).
¿Por qué se acota el tiempo de las discusiones constructivas?
Porque eso hará que los estudiantes sean más específicos en sus argumentaciones. Por otro lado, es un ejercicio mental de concreción y de focalización sobre lo experimentado.
Luego está el factor de tiempo para atender a todos los apartados de cada módulo, que si no se temporiza bien, el seminario se haría eterno y eso sería contraproducente para la asimilación por parte del alumnado. 
Como se puede ver, no es ir al seminario para rodar por el suelo sin más, se va a investigar, a meditar sobre la acción hecha y a observar los resultados de todo ese proceso de exploración, con el objetivo de ver los procedimientos que producen el progreso y los que no lo producen.
Así que, esto es un ejemplo claro de enseñar a pescar, en vez de solo dar peces.
Al finalizar el seminario se realizará una encuesta anónima sobre la satisfacción – valoración de todas las partes implicadas en la realización del curso.
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