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Es importante para nosotros los alumnos conocer todas las herramientas de las que consta el Aikido, por esa razón nuestro Sensei Ishana Pérez una vez más nos desvela una de ellas, la cual es "Los Estados o Métodos para Evolucionar en Aikido."

        En la introducción nos encuadra en esta forma de práctica, que a veces es muy desconocida para muchos estudiantes de Aikido. Hace una breve descripción de cómo se aplican en nuestro Dojo, tanto si se sigue el proceso de los grados como si no, relacionándolo a su vez con cada Kyu; también nos menciona que ha realizado una aportación a los estados o métodos de práctica para enriquecerlos.

        Ya puestos en situación, nos describe el primer estado o método que es, dejarse llevar, Itai o dejarse conducir, Dootai, donde explica con mucho detalle el proceso, al cual hay que prestarle mucha atención, porque nos comenta que se relaciona con todos los demás. Otra cosa a resaltar, es que esta fase del aprendizaje es su aportación a ésta forma de evolucionar en Aikido.

        El siguiente nivel es el de sólido o Kotai, donde la cosa se complica, porque es un proceso bastante exigente físicamente, y donde hace aparición la fuerza, que argumenta de su importancia en 4 puntos concretos, y así, dando razones de por qué se debe de tener en cuenta en éste ciclo de la educación en Aikido, también lo relaciona con 5 tipos de Keiko, en los cuales se comprueba las diferentes formas de adiestrarse con ejercicios específicos para trabajar de ésta manera sólida.

        El siguiente proceder es el de flexible o fluido, Jutai, aquí la cosa discurre de otra manera, siendo un estado de trabajo con la energía (el Ki), el cual es un periodo de transición hacia otros trabajos más superiores en las siguientes fases, pero no debemos descuidarnos, porque es sumamente exigente esta forma de practicar.

        Después pasamos a líquido o Ryutai (también llamado Ekitai), en él, al parecer la práctica es mucho más sutil que en las anteriores fases, donde tenemos que identificarnos con el elemento líquido (el agua), enumera diferentes formas de hacerlo, incluyendo las meditaciones con este fluido elemento que ayudan a producir la fusión.

        La última fórmula para desarrollarnos en la práctica es el estado gaseoso o Kitai, y si el anterior era complicado, éste no se queda atrás. Al parecer con éste estado o método se puede acceder a voluntad a todos los demás, por ello hace una relación muy clara desde un punto de vista descendente (desde lo gaseoso hacia los demás estados inferiores) y ascendente (desde los demás métodos hasta el gaseoso).

        Cada estado o método se relaciona con un elemento de la naturaleza: el espacio, la tierra, el fuego, el agua y lo gaseoso, y se comprende y lo ilustra muy bien a través del uso que hace del I Ching o Libro de las Mutaciones, donde relaciona los diferentes estados o métodos conectados con el elemento natural que lo rige.

        Otra cosa a resaltar, es que en cada procedimiento hay problemas cuando se enfoca mal, el Sensei Ishana pone ejemplos de ello en los apartados de: recalcar excesivamente trae como consecuencia y en desatenderlo o descuidarlo trae como consecuencia, los cuales debemos tener muy presente si queremos acceder y desarrollarnos bien en los estados o métodos del Aikido.

        En la conclusión nos pone de relieve la importancia de iniciarnos con éstas formas de practicar desde que comenzamos con nuestra educación en el Aikido, luego, hace un paralelismo con otras herramientas de la disciplina, como son: el Kihon, el proceso de Shu, Ha, Ri, los niveles de compresión, etc., así nos da una visión mucho más amplia de todas las posibilidades que tenemos y que a su vez son complementarias entre sí.

        Otro de los aspectos que nos destaca, es que el uso de los elementos naturales como proceso transformador no es exclusivo del Aikido, y lo argumenta con la tradición a través del cuento del Maravillo Arte de la Gata, el Libro de los Cinco Anillos de Miyamoto Musashi, al igual que en la milenaria disciplina de la Yoga.

        Bueno, una vez más nuestro Sensei nos ayuda y nos prevé de instrumentos para desarrollarnos en nuestra práctica, y es un deseo extensible a todos los que lean el artículo y lo pongan en práctica.

        

Índice del Artículo

Introducción

Aclaración

 Itai dejarse llevar o   Dootai dejarse conducir

 Kotai o Sólido

4 Razones para utilizar la fuerza

5 Tipos de Keiko para afrontar Kotai o sólido

 Jutai o Flexible - Fluido

 Ryutai - Ekitai o líquido

Kitai o Gaseoso

Relación descendente de lo gaseoso con los otros estados

Relación ascendente de lo gaseoso con los otros estados

Conclusión

Agradecimientos



"Comprender es el principio de aprobar."

Baruch Spinoza.    

        Muchos practicantes desconocen los estados o métodos que hay para su desarrollo en la formación como aikidokas, lo que suele pasar en líneas generales es que se sigue la tendencia que marca la corriente del Aikido que practican, eso está muy bien en los comienzos, pero después de un tiempo, ¿dónde está el espíritu de búsqueda para el buen desarrollo en la disciplina?

        Cada estado o método contiene una enseñanza (Do), una forma de trabajar con la energía (Ki), con la técnica (Waza), con el ritmo (Time), al igual que marca un proceso de superación y avance para el estudiante (los objetivos), que tan malo es ignorarlo como desarrollarlos mal o decantarse por uno solo desde el comienzo y no acceder a los demás estados o métodos.

        Otros de los cometidos es desarrollar distintas sensibilidades (Kanjiru, Kimochi), que se concretan en dos dimensiones:

        La primera es puramente técnica, eso es tanto en la toma de contacto con las distintas técnicas, como ir modelándolas con el paso del tiempo, es como el alfarero, que cada pieza la va perfeccionando cada vez que la repite en su torno, porque su visión es más penetrante, sus manos se mueven con más precisión y es capaz con un simple gesto de resaltar un detalle de la pieza que está creando y eso genera un estado de bienestar y de seguridad en el dominio de su Arte.

        La segunda es un proceso de purificación mental o Misogi, que se aprecia muy bien al identificarse con el elemento natural que preside cada estado o método. Muchas veces el concepto de purificación en Aikido queda bastante difuso, en éste caso es muy concreto porque se manifiesta en el hacer del estudiante, que a su vez, si se ha desarrollado bien tiene su repercusión en su estado mental, porque si solo se queda en el cuerpo, está sujeto a una acrobacia o a una habilidad física, que puede ser muy eficaz, pero no está animada por nada superior (Kami), por ejemplo, es cuando vemos Aikidos orientados bien a la defensa personal o a la coreografía.

        Viéndolo desde una perspectiva pedagógica - psicológica, es una buena herramienta de motivación y es una forma de alejar el tedio o la rutina que puede llegar a los alumnos después de un tiempo de práctica, porque si se aplicaran los estados o métodos eso no ocurriría nunca, dado que el campo para el trabajo es inmenso y siempre habría cosas que hacer y a las que acceder para superarse.

        Pero, ¿Qué son los estados o métodos en la práctica del Aikido?

        Son los procesos o procedimientos por los cuales un estudiante se desarrolla y se perfecciona en la técnica y en el trabajo mental bajo los principios del Aikido hasta llegar a la maestría, son fases por los cuales se van dominando los elementos naturales como: el espacio, la tierra, el fuego, el agua y lo gaseoso, y esos estados o métodos son:

         Itai que es un estado o método donde hay que dejarse llevar o Dootai que es dejarse conducir.

        Kotai que es un estado o método sólido.

        Jutai que es un estado o método flexible o fluido.

        Ryutai o Ekitai que es un estado o método líquido

        Y Kitai que es un estado o método gaseoso.

        Cada corriente de Aikido de las que conocemos actualmente, bien sean emanadas directamente de los alumnos directos de O Sensei (Uchi Deshi), incluyendo a su propio hijo, -Kishomaru Ueshiba-, como alumnos de éstos, han hecho más énfasis en uno/s de los estados o métodos a la hora de estructurar su Aikido para enseñarlo, practicarlo y desarrollarlo con su enfoque particular, a veces incluso haciendo más hincapié en un determinado estado o método y prescindiendo de los otros.

        Como dije en un comienzo, muchos estudiantes de Aikido de una determinada tendencia de práctica, no son conscientes de que su forma de practicar está basada en este u otro estado o método, eso también conlleva que desconozcan los demás estados o métodos, cosa que según mi opinión personal va a restar mucha experiencia al estudiante en la disciplina, por no decir que mutila su evolución.

        Pienso que el origen de los estados o métodos nace de la necesidad de buscar una buena pedagogía para el refinamiento y la sutiliza en el trabajo de la Waza (la técnica), en algún momento, alguien lo instauró para hacer la enseñanza más didáctica y más comprensible para que el estudiante evolucionara con más seguridad en su proceso de aprendizaje (al final del artículo pongo tres ejemplo tradicionales de la aplicación de los mismos), ¡y está claro que dio en el clavo! Porque aprender Aikido sin tener en cuenta los estados o métodos, conduce inevitablemente a estar atado a un palo y dando vueltas en el mismo lugar, o lo que es lo mismo, nunca moverse del estado o método que marca tu tendencia de Aikido e ignorando todos los demás.

        No hay tiempos fijos para desarrollarse, establecerse y pasar al siguiente estado o método, todo depende de la comprehensión que haga el estudiante con su cuerpo en asimilarlos, eso se concreta en adquirir la sensibilidad de cada estado o método, su forma, la dinámica, el sentido de hacer, la energía que contiene, etc., aunque es muy común que los que seguimos esta forma de aprendizaje establezcamos unos tiempos, esto se hace de una forma orientativa, porque se presupone que los alumnos al seguir la metodología educativa del Dojo se van desarrollando progresivamente en los diferentes estados o métodos a lo largo de los años, y por lo tanto, adquieren el desarrollo de la Waza en su cuerpo con cada estado o método logrado. De hecho, tiene el mismos paralelismo que cuando aprendemos un principio técnico, quiero decir, primero hay que entrar en el estado o método, eso es aprender la forma de cómo se hace e impregnarse de la energía que lo ánima, o lo que es lo mismo, adquirir el poder del elemento que lo preside, después estabilizarse en él, eso es refinarse en esa forma de ejecución y dominarla, por último, salir de él, eso significa que se trabaja con soltura en esa etapa y se está preparado para pasar al siguiente nivel, al igual que se es capaz de ver y comprender las relaciones y las conexiones con los otros estados o métodos que se han hecho previamente.

        

        En nuestro método global Kuubukan, y concretamente en el proceso de los grados de Kyus, cuando diseñé la dinámica y el ritmo para su estudio, he introducido ésta forma de proceder para que los alumnos tomen un contacto con cada estado o método según van avanzando en el estudio - práctica del grado, y de esta manera estimularles y motivarles en la educación de cada Kyu. Indudablemente este hacer es una pequeña muestra acotada en un tiempo y en una dinámica concreta para que el estudiante vaya conociendo, tomando contacto y desarrollándose en estas formas de trabajo con la técnica, y que a la larga le va a beneficiar en su educación global.

        Dentro del anexo 2 del texto Metodología para la Formación en el Arte del Aikido (pág. 302), viene recogido 4 de los 5 estados o métodos, orientados al estudio de los Kyus, "grosso modo" eso quiere decir que:

        En los 3 primeros MI (meses que se denominan básicos) el alumno debe dejarse llevar para poder conocer las técnicas, eso significa tener en cuenta todos los detalles que las componen, -hay que aclarar que aquí también cuenta el tiempo previo de práctica en las clases habituales antes de comenzar con el estudio-práctica del grado-, saber utilizar el espacio y desarrollarse en los roles que estudia en ese periodo de tiempo.

        En los siguientes 3 MI (meses que también se denominan básicos) el alumno debe de adquirir solidez en todos los elementos que estudia, porque ha pasado un buen tiempo de estudio-práctica y llega el momento de afianzarse con firmeza en todos los elementos que compone el Kyu en el cual está trabajando. También hay que decir, que llegados a éstos 6 meses iníciales, ya se ha estudiado-practicado todos los elementos que componen el Kyu en el que se está formando.

        En los 3 próximos MI (meses que se denominan: gradual, de desarrollo y de aproximación) el alumno tiene que trabajar con flexibilidad y fluidez en todo el repertorio técnico de su Kyu.

        En los 2 últimos MI (meses que se denominan: de transformación y de ejecución) el estudiante debe de realizar su trabajo de forma líquida y eso se entiende con continuidad, o lo que es lo mismo, sin cortes ni interrupciones desde el comienzo hasta final en la ejecución de cualquier técnica que compone su grado. Recordemos que los pasos para la ejecución de Waza a mano vacía dentro del estudio de los Kyus son: visto desde el punto de vista del Tori, ataque – desequilibrio – técnica – en Omote (realizarla por el frente) y en Ura (realizarla por la espalda), visto desde el punto de vista del Uke, ataque - reacción con flexibilidad y fluidez - Ukemi.

        Hay otro aspecto más concreto sobre lo que hay que realizar en cada mes (MI) donde hay un cometido específico, pero no quiero entrar en eso ahora, con lo dicho basta para hacerse una idea del tema tratado en este momento, si alguien tiene curiosidad por ampliar mas éste concepto, puede encontrar la información más detallada en la página 230 del referido texto.

        Ésta dinámica que se acaba de explicar es aplicables a los dos roles como he comentado, y tanto con las armas como con la mano vacía. Como se ve, el proceso de los estados o métodos aplicado a la formación de los grados es una pequeña muestra o un contacto previo, que a su vez se conecta con la exigencia propia de cada Kyu, esto es una forma de ir introduciendo y dando a conocer al alumno esta parte de la educación del Arte de una forma global.

        Esto no conlleva que cuando el alumno no está realizando el estudio de los grados aplique ésta dinámica en su práctica habitual, porque el deber del estudiante es el de esforzarse en desarrollar el estado o método en el cual está trabajando e intentando perfeccionarse, acorde a su nivel actual de evolución y de comprehensión en la disciplina.

        Para los alumnos que no quieran realizar el proceso de los grados, es aconsejable que comiencen con el primer estado o método nada más llegar al Dojo hasta asimilarlo bien, luego, consultar a su Sensei si lo considera preparado para pasar al siguiente estado, y así sucesivamente hasta completarlos todos.

        Por otro lado decir, que cada Kyu está impregnado de la energía que contienen los estados o métodos, es decir, en 6º Kyu se asocia con dejarse llevar o dejarse conducir, porque es un grado de inicio en la formación; en y 4º Kyu con sólido, porque es cuando se comienza la formación en serio; y 2º Kyu con flexible y fluido, porque son grados donde ya se exige al alumno un buen dominio sobre la técnica y sobre su cuerpo; y por último, 1º Kyu con líquido porque su trabajo tiene que tener un flujo continuo e interrumpido en su hacer en la técnica, también es un grado donde se completa el Kihon y el estudiante tiene un conocimiento más completo del Arte, el cual tiene que seguir desarrollando-perfeccionando en los grados de Dan. Otra forma de ver ésta evolución es observando el planteamiento tanto en ataques como en técnicas, al igual -en nuestro caso particular- los Elementos de Aprendizaje que están en cada Kyu.

        Como dije más arriba no hay tiempos exactos y concretos para pasar de un estado o método a otro, pero esto es una buena guía para una toma de contacto e irlos desarrollando progresivamente, pero recordemos que todo está condicionado siempre por la comprehensión que tenga el alumno con su cuerpo.

        El quinto, el gaseoso, hay que trabajarlo después de haber aprendido, perfeccionado y refinado todo el Kihon, es decir, con una larga trayectoria de práctica, porque si no, no se va a entender las diferentes energías que animan cada estado o método, y luego vienen las deformaciones que veremos más abajo (se precisaran en los apartados recalcar excesivamente trae como consecuencia y desatenderlo o descuidarlo trae como consecuencia).

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        ¡Aclaración!

        Antes de comenzar a describir cada estado o método, tengo que hacer una precisión, tradicionalmente se contemplan 4 estados o métodos (Kotai, Jutai, Ryutai o Ekitai y Kitai), yo me he educado con esos cuatro, pero al pasar a ser docente y después de un tiempo no me convencía que los alumnos accedieran de entrada y desde cero a un aprendizaje con el estado o método de práctica sólido o Kotai. Veía que los estudiantes adquirían mucha rigidez, tanto física como mental, y eso era un problema para su evolución. Después de mucho meditar sobre el asunto integre un nuevo estado o método, que es el que he llamado:

       Itai que es dejarse llevar   o muévete mientras confías en el movimiento del compañero, o

         Dootai que es el dejarse conducir   o moverse guiado por el compañero.

        Esto me solucionó de un plumazo muchas cosas beneficiosas para los estudiantes: la seguridad de los alumnos al practicar; la educación cinética; la alineación estructural; el relax corporal; la relación con las técnicas y por lo tanto, con la forma en los dos roles, la del Uke y la del Tori; la educación física; la relación entre los estudiantes, que se desarrolla de una manera más armoniosa y más progresiva; el trabajo con la sensibilidad, creando una buena base para afrontar tanto el siguiente, -el de sólido-, como los demás estados o métodos, etc.

        Esa es la razón que en nuestro método Kuubukan haya 5 estados o métodos para formarse.

Descripción de cada uno de los estados o métodos.

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  Itai Dejarse Llevar o Dootai Dejarse Conducir

        

        Es el primer estado o método que el alumno debe abordar nada más llegar al Dojo.

        La clave está en estar predispuesto a no resistirse, no impedir la acción del otro, dejarle hacer su rol, acompañarle en su acción. En otros casos es guiar al otro, canalizarlo a una determinada situación, inducirlo que siga una determinada dinámica. Es obvio que éste proceso va asociado al aprendizaje de la forma en esta etapa inicial en todos los aspectos: las técnicas, los movimientos, los Awasis, los ejercicios, etc.

        Al ser conducido en la posición de Uke, es el Tori quien le dirige, pero quien conduce al Tori es la propia técnica y su forma, tiene que dejar que ella le guie en el hacer, esto es hacer Shu puro y duro en los dos roles. Es obvio que para que pase eso, el Tori debe conocer los pasos que hay que dar para ejecutar la técnica, al igual que el Uke debe saber realizar la toma del Ukemi acorde a la situación requerida, que en éste nivel tan elemental es muy fácil de ejecutar, porque bien se rueda hacia adelante o hacia atrás en las técnicas de proyección, y en las de control con el Ukemi correspondiente a ellas bastaría. Esto se puede conseguir perfectamente en los 3 primeros meses (o lo que es lo mismo, en 40h. de practica continuada) de adaptación e integración en el Dojo partiendo desde 0, es decir, sin haber practicado ningún arte marcial previamente.

        Dejarse llevar o dejarse conducir se relaciona con el uso del espacio, que es la libre capacidad de actuar en cualquier dirección del entorno, tanto si guiamos como si somos conducidos. Para animar ésta dinámica es imprescindible la atención focalizada, que es la energía de la consciencia orientada a una situación concreta, como puede ser: en el Kamae, en el ataque, en la técnica, en el movimiento, en el contacto, en el Ukemi, etc., centrarse en la cualidad de la atención y de la dinámica, es el aspecto de la práctica relacionado con el espacio.

        El espacio es representado en el I Ching por el trigrama Ch´ien, lo Creativo, el Cielo, que se compone de tres trazos no partidos y corresponde a la protoenergía o energía primaría, luminosa, fuerte, espiritual y activa, es decir, lo creativo. Esa energía primordial no es afectada por ninguna debilidad, -es la actitud de Shoshin (la mente del principiante)-, ésta energía o fuerza no es condicionada por circunstancias espaciales, por eso se la concibe como movimiento continuo, de ahí lo de dejarse llevar o dejarse conducir. Aquí hay que entender la relación de lo macrocósmico y lo microcósmico, y dentro de lo microcósmico aplicado a lo humano es una acción creadora en base a la correcta forma, -tanto para el Uke como para el Tori- en su movimiento y en sus roles.

El dictamen:

Lo creativo obra elevando logro,

Propiciando por la perseverancia.

        Es una revelación que avisa al novicio de lo que supone dar continuidad al Camino emprendido, porque si está avalado por la perseverancia el éxito está garantizado. Las seis líneas fuertes se pueden asociar a los 6 Kyus de la formación elemental o lo que es lo mismo, asimilar el Kihon, "Al contemplar con plena claridad las causas y los efectos, él consuma en tiempo justo las seis etapas y asciende en tiempo justo por estos seis peldaños como seis dragones elevándose al cielo." Siempre hay que tener en cuenta que toda etapa alcanzada es una preparación para el siguiente nivel, de ahí que nada más ser completado el estado o método de dejarse llevar o dejarse conducir, es prioritario pasar al estado sólido y así sucesivamente.

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La imagen:

Pleno de fuerza es el movimiento del Cielo.

Así el noble se hace fuerte e infatigable.

        Es otra recomendación para saber cómo afrontar los estados o métodos de práctica, "El sabio extrae de ello el modelo según el cual deberá evolucionar hacia una acción duradera. Ha de hacerse íntegramente fuerte, eliminando a conciencia todo lo degradante, todo lo vulgar. Así adquiere la infatigabilidad que se basa en ciclos completos de actividad."

        Es importante aclarar varios puntos, el primero es lo de "acción duradera", eso significa que una vez se ha comenzado con un estado o método no se puede parar hasta no desarrollarlo completamente, porque la discontinuidad o la interrupción traen consigo la no realización o la no consumación de la meta planteada, porque se van perdiendo las cualidades y la sensibilidad que son propias del estado o método en el cual se está trabajando al no ejercitarse en él.

        Lo segundo es, "eliminando a conciencia todo lo degradante, todo lo vulgar," es decir, sin añadir nada propio, o lo que es lo mismo, ciñéndose estrictamente al método, al ritmo, a la dinámica, etc. Nos volvemos a encontrar otra vez aquí el aspecto de Shu si lo miramos desde la Waza, y desde los estados o métodos lo que implica el integrar-desarrollar la energía y la forma de afrontar la práctica, sin contaminarla, sin adulterarla, bien con nuestro movimiento, -no acorde al modelo del estado o método que se está desarrollando-, o con nuestras reacciones, -no acorde a la forma del Kihon-, y esto tiene que estar sustentado por una acción que se prolongue en el tiempo y que contenga la "infatigabilidad," es decir, con continuidad y progreso, acompañado con el principio de Shoshin, que es la mejor forma de mantener la mente fresca y receptiva para que no aparezca la fatiga, la monotonía, la desgana o el tedio. Los “siclos completos de actividad” son cada escalón de la formación elemental (los Kyus), en los cuales también hay que establecerse mentalmente (desarrollando las capacidades internas), físicamente (la educación física, o la preparación corporal), y por último, en la Waza (el conocimiento y dominio de la técnica en cada nivel con una progresión ascendente con refinamiento).

        El estado o método de dejarse llevar o dejarse conducir se relaciona con todos los demás estados o métodos de práctica, porque está implícito en ello la acción - reacción. En estados superiores de la formación si no se ha entendido bien con el cuerpo el dejarse llevar o dejarse conducir va a ser un gran problema, porque por ejemplo: en el trabajo del Ukemi de una manera más superior como puede ser en la técnica de Sankyo, van a peligrar tus muñecas; en otras situaciones va a ser muy difícil aplicar Kaeshi Waza (contras a la técnica recibida) al compañero; otro posible caso es al recibir un Ukemi con intensidad, como puede ser el de Shihonage; también al no moverte en una acción de conducción, te expones a los Atemis, todo esto puede pasar simple y llanamente porque no se es capaz de escuchar, de percibir, de sentir al otro en la acción, o lo que es lo mismo, no dejarse llevar o no dejarse conducir.

Recalcar excesivamente Dejarse Llevar, Itai o Dejarse Conducir, Dootai trae como consecuencia:

        Utilizar el espacio sin dale contenido a la acción-reacción, (que básicamente sería mantener el contacto y tener una buena alineación estructural moviendo los pies), esto trae como consecuencia realizar una escenografía teniendo como elementos de atrezo las técnicas y los movimientos del Aikido.

Desatenderlo o descuidarlo trae como consecuencia:

        Al no poder desarrollar la movilidad, la sensibilidad y la escucha, tanto propia como ajena, va a condicionar a todos los demás estados o métodos, porque no se ha preparado el cuerpo y la mente para poder sentir y recibir la acción del otro, por ejemplo, es cuando se ve a alguien que está realizando una técnica y se dice: "¡Va solo!" porque se ha desconectado del compañero y realiza sus movimientos con una soledad acompañada como si fuera un mimo marcial.

 Editorial relacionada con este estado o método:

        El gran problema de no dejarse llevar en Aikido.

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 Sólido o Kotai

        

        Es el segundo estado o método para evolucionar en el Aikido, es la forma de trabajo compacta, firme, maciza, donde se emplea la fuerza de manera sincera y donde se hace uso de toda la estructura con un equilibrio homogéneo, eso significa la capacidad de mantener la integridad estructural bajo condiciones de tensión, es decir, toda la fuerza y presión que ejerce el Uke hacia el Tori (o viceversa, todo depende del lado que se mire), la propia técnica y la situación creada, en la que cada parte del cuerpo está alineada y equilibrada con las demás para sostener el conjunto sin esfuerzo, eso es la calidad del Kamae desde un punto de vista estructural, desde la Waza, realizar la forma correcta sin adulterarla, y desde un punto de vista psicológico, es mantener una ecuanimidad emocional, éste hecho, al estabilizar el cuerpo, la técnica y las emociones, contribuye a que nuestra mente también se estabilice y se aquiete.

        Hay mucha confusión por parte del alumnado a la hora de entender el aspecto de sólido, que es todo aquello que tenga firmeza, que sea macizo o compacto, con densidad, con fortaleza y con adaptabilidad. En contra posición está la rigidez, que es todo aquello que no se puede doblar, y por lo tanto, que carece de flexibilidad y de ductilidad, que es lo que la mayoría de los estudiantes suele asociar con el aspecto de sólido.

        Un alumno que aplique una fuerza de sujeción o un ataque en distancias largas con rigidez es muy fácil de desequilibrar, pero el inconveniente para él, es que no va a poder reaccionar con ductilidad acompañada de la firmeza, de la densidad y con la fortaleza necesaría en su recuperación para seguir en la acción, todo esto sin tener en cuenta el aspecto de Atemi Waza, que recordemos que es una de las posibilidades para ablandar la rigidez del Uke. Otro caso digno de mención, es cuando el Uke agarra tan fuerte y está tan rígido que prefiere perder el contacto, -por lo tanto Tori se le escurre dentro de su sujeción rígida exponiéndole otra vez al Atemi-, en vez de mover el cuerpo, o lo que es lo mismo, ¡caminar! Para que eso no ocurra, desde el inicio de la práctica y dentro de los Elementos de Aprendizaje de 6º Kyu, se invita al alumno que mantenga pleno contacto con las palmas de las manos (hay que recordar que las palmas de las manos y los pies se relacionan) al sujetar al Tori en los agarres básicos y le siga allí donde vaya.

        Otro aspecto que hay que contemplar en sólido y desde la perspectiva de la acción del Uke, es la intencionalidad clara y determinante a la hora de realizar su ataque, es una cosa en la que hay que adiestrarse constantemente, porque tiene muchas repercusiones, por ejemplo, desde un punto de vista psicológico está relacionado con la determinación a la hora de realizar una tarea, tomar una decisión, etc.

        Siempre hay que tener presente el buscar el momento y el hueco adecuado para efectuar el ataque correcto, -eso se contempla dentro de los aspectos estratégicos y tácticos de la Waza por parte del Uke-, porque tan malo es ser un Kamikaze inconsciente, como un ente dubitativo deambulando por el tatami. A la hora de afrontar un ataque con el estado o método sólido (y de ahí en adelante también) hay que realizar unos ajustes inmediatos dentro de la acción para que sea efectiva, como por ejemplo: la observación, que es examinar atentamente al Tori para buscar el momento y el hueco para poder entrar con el ataque; el Ma ai, que es calcular la distancia correcta que garantiza nuestra seguridad y la efectividad de nuestro ataque; realizar la correcta técnica del ataque que se ejecuta, es muy típico en los Shomenuchis y en los Yokomenuchis entrar abierto, también en los Tsukis no realizarlos correctamente, en los agarres no sujetar bien, etc.; el Time -el momento justo-, o lo que es lo mismo, encontrar la mejor oportunidad para realizar el ataque; la velocidad, que contempla el aspecto de sorprender al Tori para hacerlo más vulnerable; la presencia y el contenido, que es realizar el ataque con energía y brío, siempre adecuado al nivel y a la experiencia que tenga el compañero. Todos estos puntos los tiene que contemplar el Uke para realizar su acometida hacia el compañero. La imagen en todos los casos anteriores es la de una rueda con sus radios, Tori está colocado en el Buje o Cubo, es decir, en el centro de la rueda y Uke se mueve en torno a él para entrar con su ataque y con una buena dirección en base a cualquiera de los múltiples ángulos o radios de la rueda. El Tori por su parte, se tiene que adiestrar en su Zanshin, que recordemos que es prestar el máximo de atención al otro y estar preparado para cualquier cosa inesperada que pueda ocurrir.

        Muchos aikidokas carecen de estas cualidades cuando practican porque realizan una práctica flácida, laxa o con poca sustancia, es cuando solo se concentran en un aspecto cachondo, sensual del ejercicio, entendiendo como tal, el disfrute de una dinámica, pero sin contenido, la sensación es como bailar sin música y sin sentimiento.

        Otro aspecto que hay que contemplar en este estado o método es la precisión que se debe tener a la hora de realizar la Waza, se debe ser muy minucioso y exacto cada vez que se practique, es decir, trabajar con mucha atención al detalle, estas características son vitales para desarrollarse en esta fase del aprendizaje.

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        El elemento que preside este estado o método es la Tierra, de ahí todas estas características que se están definiendo, que van en sintonía con ese elemento.

        En el I Ching el trigrama K´un es lo Receptivo, la Tierra, que son seis trazos partidos y representan lo receptivo, el complemento ideal con el Cielo que es lo creativo, no es una dualidad antagónica, sino es una complementación ideal.

El dictamen:

Lo receptivo obra elevando éxito,

propiciante por la perseverancia de una yegua.

Cuando el noble ha de emprender algo y quiere avanzar,

se extravía; más si va en seguimiento encuentra conducción.

Es propicio encontrar amigos al Oeste y en el Sur,

evitar los amigos al Este y al Norte.

Una tranquila perseverancia trae ventura.

        Una de las cosas que llama la atención en el dictamen es que se nombra otra vez la perseverancia, y se asocia con una yegua, que simboliza al caballo pleno de energía recorriendo una planicie, pero en este caso es la yegua con su movimiento, que "...Combina la fuerza y la velocidad del caballo con la docilidad de la vaca." Es una clara invitación a trabajar con mucha fuerza pero con docilidad y obediencia para poder comprender e integrar éste estado o método.

        "La riqueza de la tierra es que tiene la capacidad de alimentar a todos los seres y su grandeza en el hecho de otorgar belleza y magnificencia a todas las cosas," es una clara invitación a la generosidad de los practicantes de éste nivel con un corazón amoroso, sin luchas ni rivalidades. Algo que hay que tener muy en cuenta, porque en este estado o método de vez en cuando se escapa un Shomenuchi a la cabeza de alguien o un Atemi sin querer y sin intencionalidad de dañar, o se aplica una técnica intensamente, como por ejemplo Nikkyo o Rokyo, en las cuales hay que saber ceder y aceptar para que no haya lesiones, pero todo esto es inevitable si se quiere el progreso, "Puesto que uno debe rendir algo. Le hacen falta ayudantes y amigos (la práctica se hace en pareja y en complicidad) a la hora de la labor y del esfuerzo, una vez firmemente definidas las ideas (la precisión en el trabajo, el ser perfeccionista, el pulir la técnica, todo ello con ahínco) deben convertirse en realidad. Por eso, obtener amistades significa, en este caso precisamente, encontrar el rendimiento." El progreso aparece cuando se juntan voluntades y energías que vayan en la misma dirección, en ese mismo momento aparece el rendimiento por sí solo (es propicio encontrar amigos al Oeste y en el Sur), por eso hay que alejarse de los que no quieren avanzar y que se acomodan en su rincón año tras año (evitar los amigos al Este y al Norte).

La imagen:

El estado de la Tierra es la receptiva entrega.

Así el noble, de naturaleza amplia, sostiene al mundo externo.

        La "receptiva entrega" es la capacidad de recibir la energía Yang del otro, eso significa, cómo la afrontamos y cómo la aceptamos, porque la tierra equivale "A la firmeza con que ésta sostiene y mantiene todo lo que vive y actúa. Sin exclusiones (hay que aceptar la dureza del ataque y su intensidad sin que haya exclusiones por carencias técnicas o por los miedos propios de cada uno, los cuales no deberían estar presentes llegados a esta etapa, y si lo están, es para afrontarlos y superarlos rápidamente), la tierra, con su ferviente entrega, sostiene el bien y el mal (la ecuanimidad, Fudoshin, es fundamental en ésta forma de practicar, es decir, en este caso, es sin cabrearte con el otro por lo intenso de su trabajo que proyecta sobre ti). Así el noble cultiva su carácter haciéndolo amplio, sólido y capaz (aceptar sin violencia, sin la rudeza de la venganza, es el aspecto psicológico de la mansedumbre, y eso va forjando (Taren) el carácter del aikidoka) de dar sostén de modo que pueda portar y soportar a los hombres y las cosas, (a los Ukes o los Toris con su intensidad y sus diferentes formas de obrar en función de su corpulencia, de su fuerza, de su capacidad y de sus conocimientos)."

         Pero, ¿por qué se utiliza la fuerza en este estado o método? ¿Cuál es la razón de su uso?

        En este estado o método de sólido, al utilizar la fuerza se consiguen varias cosas:

        a) Para reforzar la osamenta o el armazón corporal.

        Es decir, es como en las técnicas cuando desarrollamos el Kihon, ponemos los cimientos, en éste caso los de nuestro cuerpo. Esto va aparejado a tener una buena educación física.

        Por ejemplo, es raro ver a un Uke bien establecido en el estado o método de sólido que no esté fornido y tenga una imagen vital de fortaleza gracias al trabajo con los Ukemis, porque el Tori constantemente le está proyectando contundentemente; otro caso es que son estudiantes con una fortaleza grande para mantener un ritmo continuo de práctica, es decir, tienen un amplio fondo físico. Todo esto son signos externos de que éste método está calando en el cuerpo del estudiante.

        

        b) El uso correcto de la estructura.

        Eso quiere decir que cuando el compañero te amarre con su agarre como no te unifiques para moverle, desequilibrarle, quitarle su raíz, etc., no vas a poder con él, es decir, es una forma de vencer a la fuerza a través de la unificación estructural.

        

        c) Otra forma de contrarrestarla es relajarse.

        Cuando Uke amarra al Tori y éste se tensa o hace fuerza por la solidez del ataque, éste acto juega a favor del Uke, porque es como con las serpientes constrictoras, según se mueve la presa y va respirando ellas comprimen más hasta matarla. En éste caso es exactamente igual, porque cuanta más fuerza haga el Tori para salir de la fuerte sujeción, más le facilita la labor del Uke para someterlo y controlarlo, por ejemplo en Ushiro Katatedori Kubijime. Esto pasa hasta que el Tori va desarrollando el Kamae, el relax, la unificación y la extensión, al hacer todas éstas cosas, comprueba que la situación cambian mucho porque es más fácil conducirlo, desequilibrarlo, proyectarlo, controlarlo o salir de su fuerte amarre.

        

        d) Renunciar a ella, que es la forma más eficaz de contrarrestarla.

        Aquí se necesita tiempo y experiencia, que se culmina en el estado líquido, que es cuando en realidad se pone a prueba el renunciar a ella, pero mientras tanto hay que soltar, soltar y soltar, en especial los hombros, los codos y la cintura, que es el comienzo de renunciar a usarla, y éste es un buen periodo de trabajo para liberar tensiones de la parte superior del cuerpo.

        Dentro del aspecto psicológico, sólido implica el desarrollo de la autoconfianza es sí mismo, en el caso de Tori para poder aplicar la intensidad de la técnica sin dañar al Uke (es una de las razones para su precisión y control a la hora de realizarlas), y para éste, tener la capacidad de asumir esa intensidad del Ukemi con seguridad.

        Lo primero que hay que aprender en el estado o el método sólido es a conectar centro con centro a través del ataque, decir que inicialmente es más fácil realizar ésta práctica con agarres y se ejecuta despacio y de una manera lenta, establecido bien en ésta fase preliminar, el siguiente paso es realizar trabajos más avanzados como podrían ser con ataques en distancias largas, -Tsuki, Shomenuchi o Yokomenuchi- (que es complejo, y el factor clave es la adherencia para conectar), luego, se puede pasar a ataques donde esté presente el tirar o el empujar, el siguiente estadio serían combinaciones con diferentes agarrares-ataques simultáneamente, bien sean agarrar y pegar, agarrar y patear o amago-ataque a diferentes niveles (Jodan, Chudan o Gedan), como por ejemplo: amago con Geri a Gedan y se ataca con Tsuki a Jodan, las combinaciones en todos estos casos son muy variadas. Un buen campo para realizar todo éste tipo de práctica es eligiendo la modalidad de Jyu Keiko, que es cuando se elige un tema de estudio y se práctica libremente, por ejemplo, desde Katatedori Gyaku hanmi, Tsuki; desde Katatedori Gyaku hanmi, Mae geri, o las clásicas que se estudia dentro del Kihon, que son Katadori Tsuki, Katadori Shomenuchi o Katadori Yokomenuchi. Aquí el campo es muy amplio, hay que tener presente este mismo planteamiento de agarrar y pegar en Ushiro Waza.

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        Todo este trabajo se puede hacer con varios tipos de Keiko, veámoslos:

        Uchikomi Keiko, que es cuando se práctica con un compañero de más nivel, y está claro que cuando sea Uke nos va a amargar la vida con mucho cariño llevándonos a situaciones límites constantemente.

        Hikitate Keiko, que es otro tipo de práctica que se hace con estudiantes avanzados y tiene como objetivo corregir errores y los puntos débiles con benevolencia, generosidad y con afabilidad.

        Todas estas cualidades no están reñidas con sacar al compañero de su zona de confort o de lo que domina, al igual que llamarle la atención sobre los puntos vulnerables de su práctica. ¡Lo voy a decir por si acaso! Llamar la atención no es establecer una charla sobre el tatami, se hace con el cuerpo (respondiendo con flexibilidad), con la técnica (haciéndole una contra), con la actitud (trabajando con Hara) o con el movimiento (zafándose del mal control realizado). Las cuatro son intercambiables en función de las circunstancias, por ejemplo: a veces se comienza con el cuerpo teniendo una posición de fortaleza, al no romper la raíz que se tiene, se puede recurrir al movimiento para realizar una contra; se puede comenzar con una actitud amenazante que merma su concentración, y no le va a permitir concretar su acción, para acto seguido, -si hay hueco-, contrarestar con una técnica, así hasta el infinito.

        Gokaku Keiko, es cuando se establece una práctica con estudiantes que tengan un mismo nivel de desarrollo, evitando la competición, la complacencia y la superficialidad, la entrega tiene que ser total. Se desarrollan trabajos complicados y de difícil ejecución como los que mencioné antes de agarrar-tirar, agarrar-empujar, agarrar-pegar o agarrar-patear.

        Al ser compañeros del mismo nivel, constantemente uno y otro se intentan molestar, por ejemplo, cuando uno le hacen Ikkyo al otro, el que le toca de Uke se revela y no acepta hacer Ukemi, para poner a prueba la reacción, los recursos, los conocimientos del otro; un ejemplo más es cuando le hace Shihonage, y Uke rota y no se lo puede concluir, así hasta que Tori va entendiendo que hay que cerrar bien el triangulo, que hay que mantener la extensión, sentir al compañero constantemente en su movimiento, etc. para poderlo concluir con éxito. Éste tipo de prácticas, son a su vez un estadio superior dentro del estado o método sólido practicado con Gakaku - Keiko, y es cuando se comprende la mansedumbre que se comentó antes, porque para hacer éste tipo de ejercicios hay que tener preparado el carácter para realizarlo, y no interpretarlo como una lucha, como una competición, o con el primitivismo de la resistencia sin acción - reacción, esos conceptos están en las antípodas de ésta forma de trabajar en Gakaku Keiko.

        Kakari Keiko, es cuando estudiantes del mismo nivel atacan sin interrupción y con firmeza a un Tori, desarrollando éste la técnica que se ha establecido previamente o realizando un trabajo libre. El elemento que hace aparición aquí es la presión continua de 2 ó 3 Ukes que van como una jauría al por el Tori, aquí también hay que contemplar que es una fórmula para forjar el carácter del estudiante, ¡y muy efectiva por cierto! También muy aplicable para saber cómo gestionar los tiempos que nos ha tocado vivir actualmente, porque están llenos de estrés, tensiones y fatigas.

        La presión existe, pero el quid del asunto está en cómo el Tori la afronta, cómo reacciona a ella y como le da solución de forma limpia sin verse desbordado, uno de los grandes fallos que se suele ver en ésta forma de práctica es lo aritmico que puede ir el Tori, -muchas veces por desordenarse en su acción-. Por parte de los Ukes, que no saben sincronizarse para realizar un ataque pulcro y correcto y por eso se estorban los unos a los otros, porque en estos casos no solo hay que estar pendiente del Tori, sino también de los demás compañeros. Es obvio que en este tipo práctica el tener mucho conocimiento -con el cuerpo- es de una gran ayuda, porque se disponen de más recursos para afrontar todas las situaciones que se van a dar en la dinámica.

        Para estudiantes con menos bagaje en la disciplina se deben de estructurar de una manera más ceñida, sin mucha libertad, porque al carecer de conocimientos suficientes para tener una desenvoltura aceptable es una dificultad añadida, y no se va a poder realizar lo que perseguimos, por otro lado, se van adiestrando en el ritmo, en la coordinación y en el Time para que no pase lo que acabo de comentar en los dos roles, por ejemplo, para realizarlo de una forma limpia en vez de ir muy rápido en el ataque, los Ukes van caminando y así conseguimos que se sincronizen bien, y cuando se domine esta forma de hacer, se va intensificando en ritmo. Con este tipo de practicas, hay que tener cuidado porque si la presión es desmedida va a afectar a la motivación del estudiante novel, cosa que no es muy recomendable, porque una cosa es llevarle a su límite, y otra muy distinta frustrarle constantemente al no dejarle hacer nada.

        Jyu Keiko, es cuando se elige un tema de estudio y se práctica libremente como apunté más atrás, en el caso que nos ocupa puede ser por ejemplo, un ataque sólido con Oi Tsuki - Gyaku Tsuki, donde inicialmente hay que desplazarse en el correcto Time, después desequilibrar al Uke cuando entre con el Oi Tsuki y antes que haga el Gyaku Tsuki, para luego aplicarle cualquier técnica; otro posible caso es evadir el Oi Tsuki con un buen desplazamiento con Ma - ai y trabajar sobre el Gyaku Tsuki cuando entre con el ataque. Así se puede hacer muchas cosas con Jyu Keiko con posibilidades infinitas.

        Como se puede observar, el estado o método sólido se puede afrontar de muchas maneras, desde las estrictas formas del Kihon, hasta las variaciones con los diferentes tipos de Keiko, el campo es amplio y muy receptivo para crear diversidad de prácticas como el elemento tierra que lo preside.

Recalcar excesivamente Sólido o Kotai trae como consecuencia:

        El alumno se hace esclavo de la fuerza, o lo que es lo mismo, del músculo, la expresión típica es utilizar músculo contra músculo, por eso en los Elementos de Aprendizaje de 1º Kyu (en desarrollar y en tener cuidado con) llamamos la atención del alumno para que no lo haga y lo sustituya por seguir al compañero allí donde vaya independientemente del rol que esté ejecutando o la renuncia a la fuerza.

        Por otro lado está el elemento de una rigidez en la acción, que es muy apreciable cuando los practicantes no cultivan la flexibilidad corporal, y está claro que con semejante condición física no se va a poder responder al otro, porque como ya se ha visto más arriba, una cosa es ser sólido y otra muy distinta estar tieso como un ajo puerro.

Desatenderlo o descuidarlo trae como consecuencia:

        No desarrollarse en este estado o método conlleva no obtener una buena condición física, y por lo tanto, lleva a la rigidez corporal o a la debilidad de éste, esto viéndolo desde el punto de vista físico.

        Desde un punto de vista técnico, implica debilidad energética, eso por ejemplo es confundir la extensión (Ateri) con una blandura que no está animada de Ki, y así se llega a construir las técnicas como si fuera un teatro, aprendiéndose un papel el cual hay que desempeñar en la acción.

        También es cuando el alumno no deja que le agarren fuerte, o lo que es lo mismo, huye de una sujeción resistente, que se ve cuando se anticipa mucho antes del justo Time, o de no querer que le ataquen contundentemente porque no sabe salir de esas situaciones.

        El no desarrollar una intencionalidad clara por parte del Uke en su ataque, eso lleva a crear situaciones ficticias y carentes de contenido al practicar. Por ejemplo, cuando el ataque proyectado es flácido, como cuando se para antes de llegar al punto del impacto, -muy típico en Shomenuchi, Yokomenuchi y Tsuki-, cuando no es capaz de conectar con el centro del compañero al agarrar, o cuando es muy rígido, este es un caso muy típico de practicantes muy fuertes pero carentes de sensibilidad y de flexibilidad para asumir la reacción del Tori con ductilidad.

        Los practicantes que hacen un Aikido coreográfico, de buen rollito o de relax-terapéutico, no les gusta ésta forma de practicar porque les pone cara a cara con sus autolimitaciones, por ejemplo, hay que verles el rostro cuando les haces una contra con un barrido y caen como un árbol seco abatido por un rayo.

        Las personas con muchos miedos e inseguridades ésta forma de practicar tampoco les suele gustar y puede ser muy peligrosa para ellas, porque puede provocar accidentes por sus temores y por sus vacilaciones.

 Editorial relacionada con este estado o método:

        ¡Búscate la vida y refúgiate en la Waza!

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 Flexible o Fluido, Jutai

        

        Es el tercer estado o método para evolucinar en Aikido, es un momento para un cambio profundo en la manera de hacer por parte del estudiante, tanto en lo físico como en lo mental, es un encuentro con la energía trasformadora de calidad.

        El elemento que gobierna éste estado o método es el fuego, que representa la transformación, el proceso de un cambio energético que conduce a la purificación, o dicho de otra manera, se pasa del músculo - estructura a la utilización de la energía de forma flexible y con continuidad. Esto no implica por parte del Uke que deba contenerse con su ataque, todo lo contrario, ahora con más propiedad lo puede hacer con más contundencia si cabe. Por parte del Tori, comprueba que cuando más contundente se hace el ataque, más débil es y mejor se puede gestionar al aplicar la flexibilidad y la fluidez.

        Al ejercitarse en Jutai se verifica que es un trabajo más energético y que transforma nuestras energías internas, llevándolas a una armonía más profunda, y como consecuencia, se aquieta aún más la mente.

        En ésta forma de trabajo hay que contemplar un aspecto de vital importancia para desarrollarse correctamente, y es el encuentro (De - ai) con adherencia, sustentado por un buen Time (el instante preciso, el momento justo), dándole continuidad al ataque que se ha proyectado sobre el Tori. Por parte del Uke, eso se concreta en que no exista una ruptura entre el ataque y la recuperación en la acción-reacción, que también implica un buen dominio del Ukemi, de ahí lo de fluido o flexible para él.

        Dentro del aspecto psicológico éste estado o método se relaciona con Nen, concentración -pensamiento - momento - unidireccionalidad - de la mente, de ahí también lo de flexible y fluido, eso quiere decir, que no cabe en ésta forma de práctica el pensamiento racional ni la intermitencia, tanto desde el punto de vista mental, que es el no estar presente en la acción con concentración, o desde un punto de vista físico, que es no mantener una extensión -Ateri, Atari- o un contacto constante mientras se ejecuta la Waza.

        Concentrarse en transformar y dirigir la energía con flexibilidad y fluidez, es el aspecto de la práctica relacionado con el fuego.

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        En el I Ching el trigrama Li, lo Adherente, el Fuego, es otro hexagrama doble, que su significado es: "sujetarse a algo", "reposar sobre algo", "claridad." Uno se sujeta a la plataforma que se ha puesto anteriormente en sólido; uno descansa en esa solidez que da el arraigo, que es la base para proyectarse hacia adelante con flexibilidad y fluidez, por eso llega la luminosidad del entendimiento a la hora de afrontar la Waza.

        "El fuego no tiene forma definida (de ahí lo de fluido y flexible de éste estado o método), sino que se adhiere a las cosas (vamos con el ataque, sumamos a lo que ya viene, nos adherimos a él) que arden y así brilla en su claridad (es cuando contemplamos que la técnica brilla de esplendor al realizarla con adherencia sumándole la flexibilidad y la fluidez). Como el agua desciende del cielo (desarrollaré más ésta parte en el siguiente estado o método Ryutai o Ekitai), el fuego asciende llameante desde la tierra." Esto es todo el trabajo que se ha realizado en los estados o métodos anteriores de dejarse llevar y de sólido, que emergen hacia afuera como un volcán.

        El rigor que se ha puesto en desarrollar lo sólido que se concreta en haber sido muy pulcro y exigente a la hora de realizar Waza, ahora se premia con la finura y la delicadeza de la adherencia, que se complementa con la flexibilidad y la fluidez propia de éste estado o método.

El dictamen:

Lo Adherente. Es propicia la perseverancia,

pues aporta el éxito. Dedicarse al cuidado de la vaca trae ventura.

        No es fácil desarrollar la adherencia, en especial cuando está presente la velocidad, -en éste caso no se debe olvidar la máxima: "Lo rápido es vencido por lo lento," pero una cosa es que sea vox populi, y otra muy distinta demostrarlo, por ese motivo está éste estado o método-, y por esa razón se nombra la perseverancia, porque se necesita mucha junto con la paciencia, porque hay que partir de la base que en los comienzos va a ver muchos fallos, o lo que es lo mismo, el Uke se nos va a escapar un sinfín de veces, pero con tesón, con un buen desplazamiento y con relax vamos consiguiendo unirnos a él por muy veloz que sea. "Todo lo que expande luz en el mundo, depende de algo a lo cual quedar adherido para poder alumbrar de un modo duradero." Eso significa que como no nos establezcamos bien en éste estado o método ("quedar adherido"), los dos que quedan son imposibles de desarrollar, más que nada porque son mucho más sutiles de realizar.

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        La vaca es un símbolo de docilidad, y la docilidad se asocia con la predisposición que debe poseer el discípulo para recibir la enseñanza en este estado o método, "Al cultivar el hombre dentro de sí esta docilidad, esta voluntaria dependencia logrará una claridad nada hiriente y encontrará su puesto en el mundo." La "voluntaría dependencia," es cuando hay realización-vivencia en base al conocimiento que se va adquiriendo a través de la práctica.

La imagen:

La Claridad se eleva dos veces: la imagen del Fuego.

así el gran hombre alumbra, perpetuando esta claridad,

las cuatro regiones cardinales del mundo.

        Aquí hay que contemplar dos tipos de comprehensión, la claridad externa, que es cuando se ve el resultado de la práctica, es tangible y práctico, y la claridad interna, por eso dice: “así el gran hombre alumbra”, que es cuando al experimentar ésta forma de trabajar se comprueba, su adherencia, su ductilidad, su continuidad, es una vivencia interior que se perpetua en el tiempo, por eso manifiesta que: "la Claridad se eleva dos veces." Sin ésta claridad interna, se termina muy pronto en los problemas que se manifiestan al recalcar excesivamente o al desatender, -se comentan más abajo-, el desarrollo de éste estado o método. Es una dimensión más espiritual por eso dice: "En virtud de la claridad de ser hace que la luz se extienda cada vez más en el interior de la naturaleza humana." Es una comprehensión más profunda de lo flexible o fluido y va más allá de la Waza, aunque esté animado y sustentado por ella.

Recalcar excesivamente Flexible o Fluido, Jutai trae como consecuencia:

        Cuando se insiste excesivamente en flexible o fluido, sin haber desarrollado los estados o métodos de dejarse llevar y de sólido, es cuando degenera la práctica en la actitud del burro que sigue a la zanahoria, esto es que Tori se mueve y Uke le sigue pero sin ton ni son.

        Otro problema se manifiesta cuando se vuelca todo el hacer en lo bello, hacerlo atractivo para los espectadores, con el objetivo de seducir a la hora de ejecutar las técnicas, pero desatendiendo el contenido interior que avala la eficacia, que da sostén a la efectividad y hace que esté presente la practicidad en dichas técnicas.

        En otros casos se enfocará la práctica con la actitud de un ejercicio físico-terapéutico en sustitución del sofá, pero carente del sentido del Budo. Es una cosa que me preocupa mucho, porque ya veo el mismo problema en Aikido que tuvieron en su momento los practicantes de Tai Chi Chuan en oposición al Tai Chi.

        Esto de trabajar sin presencia lleva tarde o temprano a un agotamiento, a una frustración, en especial cuando un estudiante que haga mucho énfasis en lo flexible o fluido sin contenido, se tropieza con alguien que aunque tenga menos experiencia y menos años de práctica, pero que está bien afianzado en el estado o método sólido, justo en ese momento, se le acaba la bobería que tenia encima al estudiante con éste perfil tan pusilánime.

Desatenderlo o descuidarlo trae como consecuencia:

        Nunca se entenderá el trabajo con el Ki, quedará en la mente como una ilusión infantil, pero sin nada tangible.

        Se practicará de una manera sincopada, descafeinada, ñoña, sin la energía y el poder del fuego, que recordemos que es la capacidad y el dominio de la voracidad, que es trabajar con un ritmo muy vivo y continuo durante el Keiko, el de fundir nuestros malos hábitos para crear una forma muy depurada en el cuerpo y en la Waza, la de licuar nuestras resistencias para movernos libremente tanto en el espacio como en la relación con el compañero, el de quemar nuestros errores para desterrarlos de nosotros y de esta manera superarnos constantemente, y por último, transformar nuestra mente y nuestro corazón con un espíritu Ai Ki.

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 Líquido, Ryutai o Ekitai

        

        Es el cuarto estado o método para el desarrollo del estudiante, representado por el elemento líquido, o lo que es lo mismo, el agua, que tiene la capacidad de conceder un movimiento armonioso y sin esfuerzo, que a su vez está muy ligado a la respiración, eso significa que se pone a prueba la libertad que tenemos con la técnica, la calidad de nuestro movimientos con los desplazamientos precisos, bien posicionados y con poder en su ejecución de una manera natural. Es importante remarcar que de todos los elementos de la naturaleza, el Aikido se asocia con el agua, por eso es tan importante conocerla y observar su comportamiento.

        Concentrarse en lo líquido, es utilizar la sincronización entre cuerpo y respiración para adoptar una determinada postura (un Kamae que conlleva una determinada estrategia, que muchas veces es Mu Kamae, que es una postura sin forma), para unirse o juntarse con la energía agresiva que es proyectada en nuestra dirección, para luego salir con ella con la misma suavidad que se entro, así es el aspecto de la práctica relacionado con el agua.

        Con respecto a la fuerza muscular, al llegar hasta aquí hemos tenido tiempo suficiente en el estado o método de Jutai, -que fue un estado o método de transición con respecto a la fuerza muscular- para irnos desprendiendo de ella porque es muy limitante, la cual ahora hay que abandonar por completo.

        En ésta forma de trabajo el aspecto clave es la anticipación, que implica concentración y mucha calma, o si se prefiere, mucho Hara. La anticipación no puede ser arrítmica, porque entonces el Uke puede corregir la trayectoria de su ataque. Nos volvemos a encontrar otra vez aquí el captar el punto de no retorno del ataque del Uke, -que en ésta fase es más sutil-, para acto seguido entrar o rotar sobre él.

        Esto no se puede describir con palabras o conceptos, hay que sentirlo, verlo o practicarlo, -por eso hemos puesto abriendo este estado o método el vídeo de Yamaguchi Sensei-. Esta fase es como cuando estudiamos el Ma - ai, que solo con el ejercicio se puede aprender y se puede comprender hasta hacerlo natural o de uno mismo.

        En éste estado o método se puede cambiar a voluntad y sobre la marcha el ritmo, la velocidad, la contundencia, la intensidad, la dinámica, la direccionalidad, el nivel de trabajo (T = Tachi Waza, S = Suwari Waza o H = Hanmi handachi Waza), etc., eso significa una adaptabilidad constante o lo que es lo mismo, Musubi = unir, enlazar o juntar, que es el principio a trabajar en éste estado o método. También implica la aceptación de cualquier situación con la misma actitud interior (Mu Shin). Es como el agua cuando desciende desde lo alto o como el batir de las olas cuando llegan a la orilla, todo depende de la energía, del terreno, del momento, de las circunstancias, etc., de ésta manera se puede manifestar de forma armoniosa, suave, ligera, contundente, aplastante, brava o embravecida.

        Otra forma más básica y por la que se debe de iniciar el estudiante en este estado o método de líquido, es cuando el Uke realizar una resistencia aposta a un movimiento del Tori (que puede ser inicialmente o dentro del contexto de la técnica), y éste tiene que encontrar por donde fluye la energía para desequilibrarle, proyectarle o conducirle sin fuerza, -hay que ser como el agua que busca o encuentra una grieta para seguir su curso-. Es un trabajo no tan dinámico, -que no se puede confundir con el estado de sólido-, porque el relax en el Tori es mayor, también le exige mucha extensión con anticipación, mucha más sensibilidad y un buen arraigo en su postura (Kamae) aunque trabaje con un Kamae alto, por parte del Uke, emplearse a fondo con su fuerza y ser muy sensible para fluir cuando le rompan el punto de sujeción que había conseguido, que es su trabajo sobre el aspecto líquido.

        No se debe confundir éste trabajo con una resistencia primitiva y ruda por parte del Uke, porque si se hace eso, aún no se ha entendido el aspecto del Atemi Waza en la práctica, y por otro lado, tampoco se ha desarrollado bien en el estado o método de actuar con flexibilidad y fluidez en la anterior fase (Jutai). Por parte del Tori, es un refinamiento en la renuncia a la fuerza muscular en una posición más estática y con un elemento añadido que es la resistencia del Uke hecha adrede.

        Desde fuera se puede ver un movimiento más estático o lento, pero en el interior, el Ki (el agua), se mueve de forma continua, sin estancamientos, la imagen es la de ver el océano en calma en su superficie, pero bajo ella, las corrientes no parar de fluir y moverse de un lado a otro del mar.

        Dentro del aspecto psicológico hay que desarrollar la calma, o lo que es lo mismo, el sosiego, la serenidad (especialmente mental), la quietud (inicialmente, previo al ataque) para aceptar el enfrentamiento con el peligro, y la intrepidez para lograr superarlo.

        En el I Ching, el trigrama K´an, lo Abismal, es el Agua, también es un trigrama formado por duplicación, y su significado es precipitarse dentro de algo, que se ve muy bien en sus trazos, un trazo Yang (trazo entero) se ha precipitado cayendo entre dos trazos Yin (trazos partidos) y encerrados por éstos como el agua en la hondonada del valle. Es la imagen del Ki bien asentado en el Hara y listo para ser usado, es como el agua que está contenida en el valle presta a discurrir para dar vida por allí por donde pasa. "Aplicado al hombre representa el corazón, el alma encerrada en el cuerpo, luminoso contenido en el interior de lo oscuro, la razón."

El dictamen:

Lo Abismal repetido,

si eres veraz, tendrás logros en tu corazón,

y lo que hicieres tendrá éxito.

        "Con la repetición del peligro uno se va acostumbrándose a él," porque cada vez que practicamos con cada repetición da miedo contemplar lo insondable de éste estado o método, porque uno no sabe que dificultad le va a salir al encuentro, pero aún así, uno sigue ejercitándose y para inspirarse tiene el modelo a seguir delante, porque "El Agua da el ejemplo para la conducta correcta que corresponde en tales condiciones. Fluye y fluye y rellena todos los lugares por los que pasa hasta sus bordes (es la extensión de la energía por el cuerpo del practicante que inunda a él y a su compañero); no retrocede ante ningún sitio peligroso, (es la actitud del Tori de entrar en Irimi, es decir, afrontar el peligro en positivo), ante ninguna caída (es la actitud del Uke para recibir todas las acciones del Tori con seguridad, con flexibilidad y con continuidad), y nada le hace perder su índole propia y esencial," eso quiere decir que es fiel a su naturaleza, como el aikidoka lo debe ser a los principios fundamentales que sustentan el Aikido, cuando pasa eso, no hay falta, por eso sigue diciendo: "Una vez que se ha llegado a ser interiormente dueño de una situación, fácilmente se logrará por sí mismo que las acciones exteriores se vean acompañadas por el éxito." Sin ese fundamentar el trabajo en uno mismo, -en el interior- no hay ningún logro, y si no se hace, lo más probable es que lleguen las deformaciones que se dicen más abajo.

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La imagen:

El agua fluye ininterrumpidamente y llega a la meta.

la imagen de lo Abismal reiterado.

Así el noble observa una conducta de constante virtud

y ejerce el negocio de la enseñanza.

        Si uno no deja de fluir, -es decir, de practicar y de experimentar a pesar de lo difícil que puede ser el aprendizaje en éste estado o método-, terminará logrando el éxito, por esa razón no es una fase para gente de mente débil, de un carácter inestable o de un personalidad inconstante. Dentro del aspecto psicológico, el alumno debe desarrollar una mente flexible, adaptable, o lo que es lo mismo, ser una persona resiliente en Aikido, porque son muchas las dificultades que le van a salir a su encuentro en el proceso de formación, por eso dice: "Lo mismo hace el noble. Él estima como valioso que el camino del bien se convierta en una cualidad firme de su carácter, que no sea cosa casual y aislada. También en la enseñanza brinda a otros, todo es cuestión de ser consecuente, pues únicamente por la repetición la materia se convierte en propiedad del que aprende."

        No debemos olvidar las tres cualidades del agua según es Tao, que son: la humildad, porque no exige nada, pero da y sustenta la vida por allí por donde pasa, para el aikidoka es no atarse a las atracciones o a las repulsiones, debe intentar establecerse en la ecuanimidad mental; está atenta a la oportunidad, porque allí donde hay una grieta fluye y sigue su curso, algo que debemos buscar constantemente en el centro del Uke para desequilibrarle, controlarle o proyectarle; y por último, acepta el cambio sin miedo, es capaza de adaptarse a cualquier forma y en cualquier momento, de ahí lo de Musubi que se vio más atrás que hay que desarrollar en éste estado o método.

        Siempre recomiendo a mis estudiantes las meditaciones sobre el agua o los ejercicios de visualización relacionados con ella, son muy reveladores y ayudan mucho a comprehender y estabilizarse en este estado.

        Si quieres experimentar, haz clic en el siguiente enlace, -https://youtu.be/MrAhyTz2Mts- adopta una postura correcta para meditar y concéntrate 15 min. en el sonido del agua identificándote con ella a través de la visualización. Es una de las formas de iniciarse en las meditaciones con el agua, pero siempre es mejor hacerlas con el elemento en vivo, bien sea poniéndote bajo la lluvia o de una cascada, sentarte al lado de un rio, de un riachuelo, o del mar, para contemplar su comportamiento, en otros casos, entrar dentro de ella, bien estando de pie, flotando o sumergido en ella con el uso de mudras, son muchas las formas de afrontar las meditaciones con el agua y muy reveladoras.

Recalcar excesivamente Líquido, Ryutai o Ekitai trae como consecuencia:

        Tener una movilidad o fluidez externa armoniosa pero carente de poder interno, eso pasa por no haber entendido nada de éste estado o método.

        No querer que el Uke tenga reacciones, eso significa que hay muchos practicantes en Aikido que no les gusta que sus compañeros tengan respuestas a sus acciones porque no son capaces de adaptarse a ellas. Por otro lado, esto también demuestra que no han conseguido desarrollarse en el proceso tradicional para depurar la técnica, porque la fase de acción - reacción - adaptación, y por lo tanto, ya no hay domesticación del Uke, se aborda cuando se entra en el nivel de Ha.

        El error más común es confundir lo líquido con lo frágil o lo débil, de ahí que se tienda a realizar una práctica muy fluida, ilusoria, ficticia, que por el contario, es todo lo opuesto al elemento agua, porque si hay algo poderoso es ella, puede que la llegues a contener en un recipiente, pero si la comprimes demasiado te refracta, te proyecta, te arroya.

Desatenderlo o descuidarlo trae como consecuencia:

        Aquí nos podemos volver a encontrar el aspecto de "¡Va solo!" que se vio al comienzo en dejarse llevar o dejarse conducir, pero esta vez con más conocimiento. Puede que se haga perfecta la técnica visto desde fuera con la forma de realizarla, pero se sigue yendo solo porque no hay conexión y domino sobre el otro, y eso es un gran problema porque no es acorde a lo que hay que desarrollar en este estado o método. Aquí éste fluir es acompañado con el compañero y no en solitario, recordemos que el agua allí donde llega rellena todos los huecos que encuentra a su paso.

        Esto puede pasar en un alto porcentaje porque se va más deprisa que el Uke, bien es verdad que en éste sentido se gana una posición de ventaja yendo más rápido (o con anticipación), pero solo un poco, si uno se pasa de velocidad o de momento dejamos al otro atrás, o lo que es igual, somos arrítmicos. Ésta misma situación (sin la posición de ventaja) se puede producir en el Uke, que no sepa responder adecuadamente en la acción-reacción con el Tori, quedándose atrás en una posición vulnerable.

        Que el Uke no desarrolle la sensibilidad correspondiente para captar la energía del Tori (o viceversa) va a ser un gran problema para él, y es obvio que para captar la energía ajena, primero hay que ser capaz de sentir la propia independientemente en el rol en el que estés.

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Gaseoso o Kitai

        

        Es el quinto y último estado o método para desarrollarse en el Arte del Aikido, y si se llega a él, se practica el resto de la vida. La imagen sería ¡está, pero ya no está! O lo que es lo mismo, se ofrece una posibilidad de ataque y cuando éste se inicie y no haya retorno, ya no hay nadie donde consumarlo. Esta acción implica un trabajo con el Ki a un nivel superior (el Kanji del Ki representa a una olla con arroz expulsando vapor, es decir, un gas), que se denomina Ki Awase, que se puede traducir como: la armonía con, lo que va junto a, vinculado con, al mismo tiempo de, unido a, acoplado con, y lo que une el movimiento y el Ki es la respiración en los dos roles.

        Es una acción que envuelve al Uke, lo rodea, es como una niebla espesa que está en su entorno, eso conlleva una acción que lo persuade en base a sus deseos, o lo que es lo mismo: su intensión, su ataque, la direccionalidad de éste, el propósito que trae, etc., eso implica no estar en el sitio que Uke ha elegido para consumar su ataque, y la consecuencia es que con solo una caricia suave se le puede proyectar, desequilibrar o controlar, también puede pasar que el Uke observa o se presipita al vacío al no encontrar el punto elegido para completar su ataque. En el estado o método gaseoso está presente la inducción, y eso se acompaña con un posicionamiento que es una mezcla de incitación o que el Uke piense subjetivamente que existe una posible vulnerabilidad del Tori, un ejemplo de eso es cuando uno se planta de pie frente al atacante, e incluso sin adoptar un Kamae formal (Mu Kamae), recordemos lo que comentaba Tamura Sensei: "Cuando O Sensei dijo, -No tengo nada más que hacer, más que mantenerme así en pie y silencioso,- pienso que ilustra bien este estado." Ésta actitud conlleva una evasión antes que se establezca el contacto físico, dentro de una circunstancia en la que el Uke no tiene posibilidad de retorno a una posición de seguridad para él, esto es un trabajo puramente energético-mental y del Time, y para ello hay que adiestrarse mentalmente durante mucho tiempo para tal menester.

        Éste estado o método y el anterior -el líquido, Ryutai o Ekitai- están muy ligados entre sí, en realidad éste es una sublimación del anterior, es decir, elevar a un estado superior lo líquido, enaltecerlo, encumbrarlo, glorificarlo, o lo que es lo mismo, pasar de un estado líquido (agua) a un estado gaseoso (gas, niebla). Los gases carecen de forma y de volumen, por eso una de las características de esta manera de practicar es que carece por completo de forma, se adapta y se moldea con la situación creada y se reacciona en base a la ambición del otro. La adaptabilidad es tal que no hay forma fija, dentro del proceso tradicional para depurar la forma (Waza) está relacionado con Ri, que es lo que es propio o se hace con propiedad.

        Hay que tener en cuenta que llegados a este punto, el practicante puede adoptar a voluntad cualquier estado o método de los desarrollados anteriormente, bien por iniciativa propia o porque lo requiera la situación. Esto se entiende cuando se contempla desde un punto de vista físico el clico del agua, y en el caso que nos ocupa, es cuando se pasa de un estado o método de práctica gaseosa -Kitai-, a las otras forma de práctica, veámoslas.

        Desde un punto de vista descendente:

        De gaseoso a líquido, que en nuestro caso sería de una acción muy volátil a una fluida y con continuidad, o lo que es lo mismo, a líquida o Ryutai o Ekitai, que puede ser por un punto de unión (un desplazamiento, un contacto, la recuperación de un desequilibrio, etc.) que da pie a una acción fluida y continua terminando con la ejecución de una técnica.

        De gaseoso a sólido, es cuando de una acción vaporosa se concreta en algo mucho más tangible por su poder y contundencia, o lo que es lo mismos, a sólido o Kotai, que puede ser a través de una anticipación y se entra con poder sobre el Uke; de una insinuación de Atemi, que termina materializándose, bien en el propio Atemi o en una técnica donde se somete al Uke; de una evación por un desplazamiento escurridizo, para acto seguido establecer un contacto compacto y sólido, terminando en una proyección contundente, etc.

        De gaseoso a dejarse llevar, que es de una acción muy etérea se pasa a una donde nos dejamos llevar o conducir, que puede ser a través de un encuentro después de una situación de acción-reacción, donde se pasa a una conducción para concretarlo en un movimiento evasivo, en una técnica, etc.

        Desde un punto de vista ascendente:

        De líquido a gaseoso, ya vimos en la introducción a éste estado que se produce por trasmutación de lo líquido a un gas, que puede ser de una acción flexible a una rápida y espontánea, bien a través de una entrada fluida que termina el algo etéreo o sutil (el marcarle o insinuarle un Atemi a Uke), o de un contacto fluido que termina en un desequilibrio por el vacío producido por el Tori, simplemente quitándose, etc.

        De sólido a gaseoso, es cuando de una acción firme, estable, se pasa a una ligera, sutil, etérea, que puede ser de una sujeción sólida por parte del Uke, donde a través de ella se ha establecido un contacto firme, para acto seguido evadir esa energía sólida desequilibrándole al quitarle el apoyo donde sustenta su ataque, unos ejemplos de eso es desde Mune o Katadori al manipular el codo de Uke en sus 4 posibilidades (hacia abajo, hacia arriba, de fuera a dentro o viceversa), o el uso del pecho con Time, que justo en el momento del agarre unirse al Ki del Uke conduciéndolo a una proyección.

        De dejarse llevar a gaseoso, de una conducción se pasa a un estado más etéreo, más sutil, más refinado, es como una caricia tierna, que se puede iniciar en guiar al Uke para luego entrar sobre él, o se puede conviertir la entrada en un Atemi o en una técnica muy sutil, un ejemplo de eso es la aplicación de Kokyunage en sus múltiples formas de ejecución.

        La técnica de Kokyunage es muy típica del estado gaseoso por su multifuncionalidad, quizás por eso está la regla mnemotécnica de que todo al final en Aikido se concreta en Kokyu.

        Lo gaseoso es un estado muy etéreo, por esa razón es muy fácil de confundir con lo fantasioso o lo irreal, como por ejemplo cuando se proyecta al Uke sin tocarlo, que yo personalmente siempre discrepo de eso y recomiendo rozarlo, amagarlo con un Atemi sin golpearlo pero con presencia, o cosas similares, esto es una forma de llamarle la atención al Uke para la toma del Ukemi. La razón por la que Uke toma el Ukemi, es para no dañarse, o lo que es lo mismo, para no comérselo, porque en éstas circunstancias la acción del Time es muy rápida y muy sutil, tanto que casi a veces no se ve.

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        Es un trabajo que recibe muchas críticas de los espectadores, en especial de otras artes marciales, pero eso pasa por dos razones, la primera, porque hay aikidokas que en vez de estar bien desarrollados en éste estado o método, lo que hacen es un paripé como se describe más abajo con las deformaciones, por no estar bien establecidos y por no ejecutarlo de una forma seria y con contenido.

        La segunda, es carecer de información y formación en trabajos más sutiles de su propio Arte, porque todas las artes marciales (duras y blandas) en su fase avanzada son sublimadas, eso implica una economía en sus movimientos, una técnica muy depurada y un trabajo más energético que muscular, eso es muy fácil de comprobar cuando se ve un buen exponente de cualquier arte marcial trabajando siendo un abuelo de edad avanzada.

        Por otro lado, un practicante bien establecido en Kitai hace gala de una habilidad técnica muy alta y muy depurada. Al parecer, O Sensei en su etapa final decía que el trabajo que hacía en éste estado o método, era producto de haber estado 50 años practicando Kotai o sólido, algo a tener muy en cuenta desde mi punto de vista. Esto también me dice que no es cuestión de practicar un mes o un año en un determinado estado o método y pasar al siguiente nivel, yo creo que sería mucho mejor plantearlo como mínimo por ciclos marciales (que son 10 años de práctica continua), sería un buen tiempo para establecerse en cada estado o método, pero vuelvo a recalcar lo que vengo diciendo a lo largo del artículo, todo siempre va a estar condicionado por la comprehensión que tenga el estudiante con su cuerpo, dado que no todas las personas son iguales para evolucionar en base a sus capacidades y su compromiso, pero lo que sí está claro, que sea el tiempo que sea, se necesita un periodo para que el estado o método esté enraizado, florezca y de su fruto en nuestro interior y así tengamos el dominio sobre él.

        Desde un punto de vista psicológico el estudiante en éste nivel tiene que contemplar una apertura de mente muy amplia, no encadenarse a una forma, sino por el contrario, ser libre dentro de ella a la hora de moverse por el espacio, como el gas en un recipiente.

Recalcar excesivamente Gaseoso o Kitai trae como consecuencia:

        Realizar una práctica ficticia e irreal, que también se puede considerar como coreografiada.

        Otro aspecto muy común, es que se le pida al otro (al Uke) que haga cosas que uno (el Tori) no ha sido capaz de producir en él.

        También es cuando solo se pretende obtener un goce sensual en la acción, carente de todo significado marcial y por tanto de Ai de Ki y de Do.

        Otro aspecto es la inestabilidad que puede crear en la estructura, en el Kamae o en la técnica, dado que no hay un Centro Estable donde anclar todo eso que se quiere hacer sin poder interno.

        Le condiciona para acceder a un estado metal más elevado, más sutil, más espiritual, quedándose en una mera entelequia narcótica que anula toda capacidad real de comprehender la dimensión de este estado o método.

Desatenderlo o descuidarlo trae como consecuencia:

        Puede conducir a un letargo de la Waza, que traerá como consecuencia que no se manifieste el poder sutil de la no forma del Aikido en el cuerpo del estudiante.

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Conclusión:

        

        Si se quiere avanzar de una forma sincera en el Arte del Aikido, no se pueden descuidar los estados o métodos de práctica, es una herramienta poderosísima para una buena evolución que se vincula con todo lo demás: con el Kihon, con los grados, con los métodos tradicionales de educación de Shu, Ha, Ri, con los niveles de compresión técnica, etc., podemos estar en cualquiera de esas fases y a su vez aplicar los estados o métodos en nuestra práctica diaria acorde a nuestro entendimiento y evolución actual.

        Como ya se ha visto en los apartados recalcar excesivamente trae como consecuencia y en desatenderlo o descuidarlo trae como consecuencia, el educarse o elevarse en los estados o métodos sin haberlos consolidado, -en los 5 casos-, es un autoengaño, porque pasar de uno a otro sin haber dominado el precedente va a ser un gran problema que siempre se va a manifestar en nuestro hacer, otra cosa es que el autoengaño también implique mirar para otro lado dentro de tú propio entorno de práctica, pero desde que salgas de esa zona segura y te tropieces con la realidad de otros practicantes, eso inmediatamente te va a revelar lo anodino y mediocre de tu practica y de tantos años de esfuerzo tirado por la borda, salir de esa situación es sumamente difícil porque sigues obnubilado con el autoengaño.

        Un factor decisivo para que haya progreso, es el entorno en el que estemos practicando, eso significa, primero, que el Sensei del Dojo se haya desarrollado en ellos y que los domine y los inculque a los estudiantes, -al menos hasta donde dé su experiencia actual-, segundo, que los alumnos los desarrollen, eso inicialmente es que no dejen de practicar asiduamente, y tercero, el factor tiempo, quiero decir, que los practicantes no se vayan del Dojo o abandonen la práctica del Aikido en un corto periodo de tiempo, porque como ya se ha demostrado a lo largo del escrito, hace falta una larga trayectoria para depositar en el cuerpo la sensibilidad, la forma, la dinámica, el sentido de hacer y la energía que contiene cada estado o método, a eso hay que sumar el dominar el Kihon, luego, los diferentes ámbitos-circunstancias para ejercitarse, como conectar centro con centro a través del ataque, ataques en distancias largas, ataques con tirar o empujar, la combinaciones con diferentes agarrares-ataques simultáneos: agarrar y pegar, agarrar y patear, amago-ataques a diferentes niveles del cuerpo, agarrar y pegar en Ushiro Waza, etc., para todo esto se necesita tiempo y formación, porque hay mucha materia para asimilar al ejercitarnos.

        La aplicación equilibrada de los cinco estados o métodos aporta un vigorizante equilibrio con los elementos naturales como son el espacio, la tierra, el fuego el agua y lo gaseoso conectado con la técnica (Waza), que a su vez es extensible a nuestro cuerpo, y es en este punto donde se puede contemplar la calidad de nuestra práctica y por lo tanto, un buen beneficio-equilibrio para nuestro cuerpo y nuestra mente, que a su vez es un sendero seguro para tomar consciencia de nuestro Ser.

        No importa que al iniciarte en una determinada corriente de Aikido predomine éste u otro estado o método, lo que cuenta es qué vas a hacer desde que conozcas su existencia, porque "La ignorancia no es no saber sino no querer saber," anónimo. Yo que tú no perdería más el tiempo y me consagraría a desarrollarlos de una forma progresiva, porque tarde o temprano te vas a tropezar con circunstancia donde te van a ser falta, por ejemplo: si en tú tendencia de Aikido se hace mucho énfasis en Kitai (gaseoso) qué vas a hacer cuando te pille un practicante que esté bien establecido en Kotai (sólido) y te amarre bien; si tu desarrollo en tu entorno es en Kotai (sólido) y te tropiezas con alguien que esté en Jutai (flexible o fluido) cómo vas a poder seguirle en la acción-reacción para poder practicar juntos.

        Un peligro que siempre asecha a los practicantes, es lo que yo llamo la endogamia en los estados o métodos, que es el cruzamiento entre practicantes de una determinada comunidad aislada de los demás y no desarrollada en los estados o métodos, eso significa que solo practican entre ellos, excluyendo al resto y con solo su método particular, que normalmente es dando prioridad a un solo estado de los 5 que hay, distinto sería, si el planteamiento es desarrollarlos todos, ahí la cosa cambia mucho, porque aunque estén aislados si hay alguien formado en ellos tienen la riqueza de la tradición y es seguro que su desarrollo va a ser bueno, solo es cuestión de tiempo. En el caso de que fuera un alineamiento endogámico, es obvio que les va a llevar a la degeneración por un camino tedioso, cansino y sin salida, por mucho que les haya comido el coco el representante de esa tendencia de Aikido diciéndoles que su enseñanza es buena. Un alumno que esté en los procesos de los estados o métodos y cambie a otro/s Dojo/s donde sé de prioridad a esta forma de educación, va a estar cómodo siempre, porque hay un hilo conductor que le guía en su progreso, independientemente que los matices del Kihon cambien de un Dojo a otro, eso no le va a suponer ningún problema, ¡lo contario sí!

        Un paralelismo muy válido con los estados o métodos de práctica, que también nos puede servir para comprender el valor de ellos, es el cuento Zen de inspiración taoísta de principios del siglo XVII de "El Maravilloso Arte de la Gata." Cuando cada gata describe su estado de práctica, la gata negra correspondería al método sólido, la gata atigrada sería lo flexible o fluido, la gata gris es lo líquido, y el gato que conoció la gata maravillosa que vivía en la aldea vecina correspondería a lo gaseoso. Es un cuento el cual siempre recomiendo a mis estudiantes leer, releer y meditar.

        Otra equivalencia es el texto de Miyamoto Musashi Go Rin No Sho (el Libro de los Cinco Anillos), donde también hace un paralelismo de su Arte de la Estrategia con los elementos naturales, como son: la tierra, el agua, el fuego, el viento y el vacío.

        En su primer libro, la tierra, explica la base de su escuela, a su vez la compara con otras actividades, como por ejemplo la labor del carpintero, queriendo decir con ello, que el Camino es común a cualquier actividad humana. Al sentar las bases en este apartado se asemeja al estado o método de Kotai, donde se sedimenta bien la práctica para poder edificar encima los demás estados o métodos más sutiles, y es muy claro cuando nos orienta cómo hacerlo, “…Incluso si un hombre no posee la habilidad natural para el combate puede llegar a ser un gran guerrero simplemente por la práctica asidua.”

        En su segundo libro, el agua, habla de la importancia del espíritu, que es un paralelismo exacto a Ryutai o Ekitai, y lo manifiesta bien cuando dice, “…Concreta sus principios en el interior de tu propio corazón y estudia con tu propio cuerpo.”

        Si vemos los puntos que toca en este segundo apartado, veremos como conecta con los dos puntos a desarrollar en el estado o método líquido, que es la anticipación y la unión (Musubi), y es muy revelador lo que dice al final de dicho libro, “Debes de aprender a entender el espíritu de cada técnica, así como el ritmo y sincronización, a manejar la Espada Larga con naturalidad y a mover el cuerpo y las piernas en armonía con tu espíritu.”

        El tercer libro es el del fuego, que es la estrategia para el combate, donde hace mucho énfasis en la ferocidad de éste elemento, como la actitud que lo preside, “…En mi enseñanza de la Estrategia, la práctica se realiza a vida o muerte (cuando practicamos con nuestro compañero siempre se está más pendiente de la segunda repetición y de las sucesivas repeticiones que de la primera, lo cual no es correcto como nos dice Musashi, pero si le damos el valor correcto a la primera repetición, cada una que se haga la vamos a tomar como si fuera la primera, lo contrario es estar siempre contando con una segunda oportunidad que realmente no existe) y tiene solo lugar a través de innumerables combates, luchando por sobrevivir, descubriendo el significado de la vida y de la muerte, aprendiendo en los combates el Camino de la Espada (hay que practicar con muchas personas con diferentes condiciones y con el estado o método en el que se está desarrollando: grandes y corpulentos, pequeños y rápidos, escurridizos, fornidos y fuertes, etc., se hace tanto para testar el desarrollo que se está consiguiendo en ese determinado método, como para tener adaptabilidad a cualquier condición. Por otro lado, hay que conocer el uso de la Tegatana en Aikido, porque es vital para comprender el verdadero sentido de Waza), juzgando la fuerza de los ataques del adversario y entendiendo el Camino del -filo y el canto- de la espada (hay que saber cuándo hay que aplicar Omote y cuando aplicar Ura).” Todo esto muy acorde al elemento fuego y en consonancia con el estado o método Jutai.

        El cuarto libro es el del viento, como símbolo del movimiento, de hecho, dedica un apartado a la correcta forma de pisar al desplazarse (La “Forma de Pisar” en otras Escuelas), todo esto es muy conforme al estado o método Itai o Dootai, porque en dejarse llevar o dejarse conducir se está trabajando con la cinética constantemente y el posicionamiento de los apoyos cuentan mucho. Por otro lado hace un estudio riguroso de las diferentes escuelas, donde se muestra muy crítico: “…Expongo todos sus vicios y virtudes, lo correcto y lo erróneo. Mi escuela Ichi es diferente. Otras escuelas hacen de los logros su medio de vida, cultivándolos como flores y dándoles color como si fueran objetos decorativos con el fin de venderlos. Este, decididamente, no es el Camino de la Estrategia.” Muy a tener en cuenta dados los derroteros que está tomando el Aikido actualmente con lo coreográfico o el volcarse en la estética sin el sentido de Budo.

        El quinto y último libro es el del vacío, es un capítulo muy breve, pero a su vez tan insondable como el estado o método de Kitai. Y es muy claro cuando nos anima para acceder a la dimensión de la no forma (como en Kitai), diciendo, “…Mediante el conocimiento de las cosas que existen, puedes conocer lo que no existe (para llegar a la no forma del estado de Kitai, hay que pasar por los demás estados o métodos de Aikido). Eso es el vacío.”

        También nos da la receta mágica para llegar a desarrollarnos y adquirir comprehensión, “…Con tu espíritu bien asentado, acumula práctica día tras día y hora tras hora. Desarrolla el doble espíritu -corazón y mente- y agudiza la doble captación -percepción y vista-. Cuando tu espíritu se encuentre limpio de la menor nube, cuando las nubes de la confusión se haya diluido, ahí estará el verdadero vacío.” Es la relación que comenté al principio del artículo de la purificación en Aikido (Misogi) a través de los diferentes elementos naturales ayudados por la Waza, para llegar con nuestro discernimiento a saber quiénes somos realmente.

        Y para concluir este artículo, debo decir que el trabajo con los elementos naturales no es exclusivo del Aikido o del Budo, en la Hatha-Yoga son igual de importantes si queremos desarrollarnos y profundizar en esa disciplina milenaria, por ejemplo: Drusthi es la calidad de nuestra consciencia, y se relaciona con el espacio; Asana es la calidad de nuestra postura y se relaciona con la tierra; Vinyasa es la calidad de nuestro movimiento y se relaciona con el agua, que tiene un vínculo estrecho con el ritmo, tanto al entrar - salir o estar dentro de la postura; Bandha es la calidad de nuestra energía y se relaciona con el fuego; y por último, Pranayama es la calidad de nuestra respiración y se relaciona con el aire.

        Como se puede apreciar, en todas las disciplinas tradicionales el vínculo con la Madre Naturaleza no se puede obviar, también es una forma de descubrir y volver a nuestras raíces originales.

        

        Agradecimientos:

         Quiero dedicar éste artículo a unas personas muy queridas y muy estimadas por mí, como son: Gianfranco Scimone y su hija Luna.

        

Ishana Pérez.

Aiki - Publis del mes de Enero de 2020.

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