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Con este nuevo artículo, nuestro Sensei Ishana Pérez nos plantea una interrogante muy interesante, ¿El Grado, en el Cuerpo o en el Papel? Nos aclara el término grado muy minuciosamente, al igual que nos hacer reflexionar si los grados se deben de dar a una gran cantidad de estudiantes rehuyendo el esfuerzo, o sacando estudiantes de calidad estando presente el esfuerzo.

        También hace mención si los grados se estudian o no. Otro de los planteamientos que realiza, es si hay que dar más prioridad a los grados de Kyu o a los de Dan en la formación en Aikido.

        Se para a analizar el término de Kihon, y aporta 7 bloques para realizarlo correctamente: el acondicionamiento físico, la forma, el Kokyu Ryoku, la concentración y la relajación, el ritmo y la coordinación, la unidad estructural y por último, el tiempo de maduración en cada nivel.

        Nos propone una encuesta con 6 interrogantes para ver si realmente estamos formados, o por el contrario, tenemos carencias en el proceso de aprendizaje. Le sigue una reflexión, planteándose si realmente son o no necesarias las organizaciones internacionales y nacionales en Aikido, por otro lado, aporta una solución si se prescindiera de dichas organizaciones.

        Concluye éste artículo con una llamada de atención a nosotros los alumnos, donde manifiesta que una buena formación requiere de una inversión en distintos apartados, y personalmente doy fe del tipo de cobro que nos exige siempre, llevándonos al límite a los que tomamos el reto de formarnos con él.

        Esperamos que tanto a los Senseis como a los alumnos, les haga reflexionar éste nuevo artículo de nuestro Sensei Ishana, y con la buena intensión por nuestra parte, de que todos tengamos un mejor Aikido.

“El mayor estimulo para esforzarnos en el estudio y en la vida es el placer del mismo trabajo, el placer de los resultados y la conciencia del valor de los resultados para esa comunidad.”

Albert Einstein.   

        El síndrome de la graditis está muy presente en nuestro universo del Aikido, yo me atrevería a decir que hoy en día es una pandemia que nos está destruyendo a todos, porque creo que se ha enfocado mal el proceso de otorgarlos por parte de quien tiene la responsabilidad de concederlos.

        Por parte del alumnado decir, que han errado en el objetivo, porque pesa más tener el grado en un cacho de papel que en su cuerpo, y está claro, que es un campo muy abonado para los especuladores y traficantes del Aikido.

        El grado es el título que se alcanza al superar cada uno de los niveles que hay en el estudio del Arte del Aikido, y aquí hay que pararse a analizar unas cuantas palabras claves para entender su significado real:

        La primera es la de título, que es el reconocimiento o aval dado a una persona tras completar con éxito el conjunto de los conocimientos adquiridos en la disciplina en un tiempo en concreto.

        Le sigue la de superar, que es vencer los obstáculos y sobreponerse a las dificultades que salen al encuentro en ese proceso de aprendizaje. “Los obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas tus ojos de las metas.” Henry Ford.

        Luego está los niveles, que hace referencia a los distintos escalones que hay en la disciplina, a los cuales hay que acceder, consolidarse y superar para completar la formación.

        Y por último, está el estudio, que es el trabajo empleado en aprender los distintos elementos de los que consta el Aikido.

        Por lo tanto, no es solo cuestión de tener un trozo de papel donde ponga que se ostenta tal o cual grado en Aikido, sino que hay que ganárselo con tesón, compromiso e inteligencia, al igual que dar muestras de ello cada vez que se practique.

        

        Está claro que cada comunidad de aikidokas tiene su propio plan de estudios, pero habría que preguntarse cuáles son las razones de tener tal o cual programa, es decir, qué es lo que se persigue al plantearlo de esa manera.

        No es lo mismo tener como meta la calidad que la cantidad, al igual que tampoco es lo mismo, integrar en ese plan de estudios la presencia del esfuerzo o no, está claro que el incorporar unos u otros parámetros va a dar resultados distintos.

        Según lo que conozco a día de hoy con casi 37 años de práctica y de docente, prima más la cantidad y eludir el esfuerzo, que aspirar a una calidad con esfuerzo, y así estamos como estamos, con una gran crisis encima.

        Yo no le echo la culpa al alumno, sino a su formador que elige ese camino tan perjudicial para el discípulo y para el Arte del Aikido. Lo que sí le diría al estudiante, es que si sigue con la misma estructura mental y corporal con el paso de un grado a otro, eso es síntoma de que el proceso de transformación no está siendo efectivo en él, porque sigue anclado en los viejos vicios y en los patrones que le esclavizan, en vez de buscar los que le liberan, porque hay que recordar que “El propósito general de la educación es convertir espejos en ventanas.” Sydney J. Harris, de ahí, que según mi criterio, es muy importante que esté presente la calidad con esfuerzo en cualquier plan de estudios que se confeccione.

        Si hubiera una consciencia común dentro del Aikido de cuidar la calidad, los alumnos no se moverían de un entorno a otro buscando el grado en el papel, porque se darían cuenta de que lo importante es obtenerlo con el cuerpo y daría igual el entorno donde lo consiguieran.

        Pero esa no es la realidad de hoy en día, porque se rehúyen los Dojos exigentes, para ir a lugares donde se puedan comprar los grados, y a ser posible que haya rebajas, como cuando vamos a cualquier centro comercial a comprar una camisa.

        Otra cosa que me llama la atención, -y yo creo que cuando se cambie esa forma de proceder comenzaremos a salir de ésta crisis en la cual estamos inmersos-, es que en el 99% de los Dojos los grados no se estudian, ¡craso error!, porque eso de 1 ó 2 semanas antes del examen ponerse a pacticar sobre lo que supuestamente te van a pedir, -porque tampoco se posee un programa detallado de lo que consta el grado-, no cuenta como estudio, a eso se llama salir del paso como Dios me ayude. Lo que se suele hacer, es simplemente otorgar el grado después de un tiempo de práctica y se hace un paripé con un examen para callar la consciencia de culpabilidad, pero hay que recordar que “El conocimiento se aprende por medio del estudio. La sabiduría por medio de la observación.” F. López.

        Personalmente pienso que lo importante de la formación en la disciplina son los grados de Kyus, que es donde se ponen las bases del Arte, porque en los primeros grados de Dan es un refinamiento de lo realizado en los Kyus, y en los estadios avanzados es una investigación – creación – pulimiento de la base que se aprendió en los Kyus y lo que se perfeccionó en los inicios de los grados de Dan, es decir, el núcleo del asunto está en los comienzos y no en el final, algo ignorado por la mayoría de los formadores en Aikido. Pero si se paran un momento y reflexionan, es muy fácil de entender, cómo vas a realizar un refinamiento de algo que desconoces y no has practicado – estudiado en su totalidad, y cómo vas a realizar una investigación - pulimiento de algo que no tienes asimilada la base que daría soporte a esa exploración.

        También decir, que comparto cien por cien la opinión de Yamada Sensei con respecto a los grados, porque “El sistema de graduación en el Aikido es otro dolor de cabeza. Personalmente discrepo con este sistema. Un certificado de enseñanza está bien, un cinturón negro es aceptable. Pero después de eso, sin números, ni Shodan, ni Nidan, etc. La gente sabe quién es bueno y quién es malo.” En mi opinión todo ese sistema que se ha montado alrededor de los grados de Dan es fruto del mercantilismo y a su vez dinamita la base filosofía del Aikido, porque “El sistema de clasificación en Danes crea una mente competitiva, porque la gente juzga a los demás ¡oh, es sexto Dan!, pero no es bueno, este tipo es mucho mejor…” ibídem. Los Danes deben ser un proceso de perfeccionamiento, de mejora constante y de investigación como apunté más atrás, el convertirlo en otra cosa, es poner a disposición del practicante un surtido de grados que se presta mucho para traficar con ellos, que es lo que pasa hoy en día en muchas organizaciones de Aikido.

        

        Claro que tiene que haber un reconocimiento tanto público como con un diploma del ascenso y del progreso del alumno, pero creo que eso se debe restringir a la esfera de la enseñanza personalizada entre el Sensei y el discípulo en su Dojo, y no colocarse una credencial en el ego de tal o cual organización para ostentarlo ante la galería, la cual, no se obtuvo ni por el conocimiento ni por el esfuerzo.

        Cuando los Senseis permiten que el desarrollo de un estudiante se haga en los grados de Dan en vez de dar prioridad a los grados de Kyus, es un síntoma de anacronismo y es contraproducente para el Aikido y para el alumno, también demuestra que no se posee un método estructurado para la docencia y la correcta evolución del discípulo.

        El formarse en los grados, independientemente del plan de estudios que se posea, va asociado al aprendizaje del Kihon, por eso quiero pararme un momento para analizarlo un poco.

        Comencemos con su significado, que es la base o el fundamento, dos palabras interesantes, porque la base es el apoyo esencial de algo, y el fundamento es el principio o cimiento donde se sustenta algo, salta a la vista la importancia de él, y me reafirma en mi criterio en la calidad con esfuerzo y no lo contrario en los grados de Kyus.

        Pero, aparte de las técnicas o principios del Aikido, ¿cuáles son los puntos importantes de los que consta el Kihon para poderlo asimilar?

        En nuestro apartado “Los Elementos que Componen los Grados Kuubukan” se hace una relación exhaustiva de cada una de las piezas que entran en los grados de Kyus tanto con armas como a mano vacía, y se da una explicación detallada de cada una para que haya una total transparencia en el proceso, y por otro lado, un recordatorio constante a golpe de clic al estudiante que esté inmerso en el proceso de formación, de lo que tiene que integrar en su cuerpo a través del estudio – aprendizaje.

        Voy a detallar 7 bloques (que es donde están inmersos los Elementos que Componen los Grados Kuubukan) para hacernos una idea de lo que implica el estudio y el desarrollo de Kihon en Aikido.

        Lo primero es el acondicionamiento físico, la técnica no se puede albergar en un cuerpo débil, para que sea correcta y efectiva tiene que tener un continente resistente para así poder expresar su poder.

        Luego viene la forma, y ésta tiene varias dimensiones, que comienza por aplicar los principios fundamentales tanto al estudiar como al practicar, y siempre en función del nivel de comprensión en el que esté el estudiante; lo siguiente es el desarrollo de un buen Kamae; luego realizar el gesto correcto de cada principio técnico, en definitiva, cultivar el ademán adecuado a cada elemento bien sea con armas como a mano vacía.

        Después está el trabajo con el Kokyu Ryoku, que refiriéndome en un sentido general es el trabajo con la respiración y el Ki, y que está presente en cualquier elemento del Kihon, por decir dos significativos: la exhalación en el Uke a la hora de tomar Ukemi, y en el Tori, la extensión de la energía a través de su cuerpo, que inicialmente cuando se comienza es a través de sus brazos y manos.

        El siguiente nivel es la concentración y la relajación, que ésta última no hay que confundirla con la laxitud, también hay que tener en cuenta la regla mnemotécnica para hacerla efectiva y practica, y es que “La relajación es directamente proporcional a la sensibilidad,” aspecto clave, porque enlaza con la flexibilidad, la fluidez, el ritmo, el contacto, la sensación, etc.

        Luego, la concentración tiene relación con la actitud, el Zanshin, el espíritu, la efectividad de la técnica, etc.

        Otro aspecto del Kihon es el ritmo y la coordinación, sin esas dos cualidades no se va a poder desarrollar la técnica porque entra en juego lo sincopado, y por lo tanto, no va a ver una técnica depurada ni correcta, tampoco va a estar presente la efectividad de la misma. El ritmo y la coordinación se asocia con el Time, el desplazamiento, la fluidez, la acción - reacción, etc.

        La siguiente dimensión es la unidad estructural, es la clave para que la técnica tenga poder y efectividad, se puede ejercitar en los distintos niveles de trabajo técnico: S = Suwari Waza (los dos trabajan de rodillas), que es un aspecto muy importante de la formación, porque digamos que al trabajar de ésta forma, la dinámica nos obliga a realizar una unidad estructural, porque si no, no nos vamos a poder desenvolver en éste nivel de práctica; H = Hanmi-handachi Waza (uno trabaja de rodillas y otro de pie), si se hace un buen trabajo en éste nivel de ejecución, luego va a mejorar mucho cuando se practique de pie. Es un nivel complicado y tanto el anterior como éste pone a prueba la flexibilidad de nuestro cuerpo, en especial, las piernas, los pies, la cintura y la pelvis; T = Tachi Waza (los dos trabajan de pie), es lo más usual, pero su eficacia radica en realizar las otras dos formas bien. Hay que tomar consciencia que estas maneras de ejecución son un proceso de crecimiento como el de la niñez a la edad adulta, es decir, primero gateamos, luego nos incorporamos, lo siguiente es que caminamos y al final podemos correr.

        Otro aspecto de la unidad estructural es que se relaciona con la velocidad en la ejecución técnica, también tiene conexión con la relajación, porque al haber una buena alineación estructural el consumo de energía es menor. Otro aspecto a resaltar, es con los distintos ritmos a la hora de ejecutar cualquier principio técnico, que tienen una dinámica o estrategia de: ataque – desequilibrio – técnica, etc.

        Y por último, el tiempo de maduración, que es el grado de desarrollo adecuado para pasar de un escalón a otro en la formación. La mayoría de los planes de estudio están planteados con mucha prisa (yo creo que es por hacer negocio), eso significa que el alumno pasa de un grado a otro en un corto periodo de tiempo, ¡malo, malo, muy malo!, tiene que haber un periodo de siembra, de floración y de maduración, para que aparezca la semilla cargada con el logro que se persigue en cada elemento, para posteriormente, acceder a un estadio superior dentro de esa misma pieza formativa, porque si no estaremos construyendo una ilusión, por ejemplo, si en y en 5º Kyu el alumno no comienza a desarrollar las bases de un buen Kamae, cómo va a edificar las técnicas más avanzadas en los grados superiores, por ejemplo, cómo va a saber cargar al Uke en 1º Kyu para poderle realizar Koshinage.

        

        Si un alumno no se planta bien en el nivel de 6º Kyu, como va a edificar los otros Kyus encima de ese, arrastrará carencias de un nivel a otro, las cuales al acumularse, darán como resultado un caos en su hacer, que es lo que pasa hoy en día con las prisas, con no estudiar los grados y con el corto periodo de tiempo de pasar de una grado a otro.

        He visto tiempos establecidos en programas de pase de grado, de 4 meses y en otros casos de 30 ó 40 días de practica de un grado al siguiente, toda una locura en la planificación, en la estructuración de los contenidos y en el diseño del plan de estudios.

        Si a la hora de realizar "Los Elementos que Componen los Grados" tanto con armas como a mano vacía, se tienen en cuenta estos 7 factores, el alumno irá cimentando con una buena base su Kihon, y es obvio que su educación será muy buena.

        Voy a proponer una autoencuesta para que la contesten en una intimidad sincera consigo mismo, voy añadir unas pequeñas notas para clarificar mejor cada interrogante:

        ¿Realmente he estudiado toda la base del Arte?

        Esto es aplicable a personas que ya llevan una década (que es un ciclo marcial) o entran en el tiempo de los 7 años de práctica y aún tienen dudas, fisuras, no saben, no recuerdan... sobre la base técnica del Aikido.

        ¿Domino de forma básica los principios fundamentales de a 1º Kyu?

        Eso significa que se ha estudiado toda la base del Arte y la he desarrollado con un buen método, tanto en la técnica, como en los principios fundamentales que rigen el Aikido.

        ¿Me he esforzado durante el aprendizaje del Kihon?

        Porque si hablamos en tiempo de sostener un esfuerzo para adquirir la formación elemental, éste oscila entre 7 y 10 años de práctica. Para un estudiante comprometido, en 7 años puede aprender y realizar todo el Kihon del que consta el Aikido, (independientemente que siga un proceso de grados o no), para los que no tengan una implicación tan activa, el techo de tiempo estaría en 10 años. Si llegados a ese periodo de tiempo no hay una buena formación, habría que recurrir a analizar dónde está el problema: ¿en el Sensei? ¿En el método? ¿O en el alumno? Porque bajo mi criterio no hay más donde buscar.

        ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que comencé hasta que obtuve el nivel de Shodan?

        No se puede estar más de 10 años para llegar a Shodan, porque en el segundo ciclo marcial (los 10 años siguientes) hay que refinar y pulir la base del Arte.

        Llegar a Shodan supone un nuevo comienzo en la formación, por lo tanto, la raíz principal (las capacidades internas: atención, concentración, respiración, etc.) que va a nutrir ese nuevo inicio tiene que estar bien desarrolladas con una buena base, y acompañada por las raíces secundarias (las capacidades externas: el acondicionamiento físico, el dominio de los principios técnico, el uso del cuerpo, etc.) para que ese nuevo nacimiento se pueda realizar con solvencia y de sus frutos en ese nivel superior de la formación, por eso, siempre es bueno recordar a Aristóteles cuando dice: “Las raíces de la educación son amargas, pero la fruta es dulce.”

        ¿He leído, me he informado, o he estudiado sobre la historia del Aikido?

        Tan malo es solo saber hacer las técnicas (por muy bien que se hagan), como ser un loro sobre el Arte que uno practica sin sudar ni una gota. Lo más importante es la práctica, o si se prefiere, la comprensión con el cuerpo, pero no hay que descuidar el aspecto intelectual y la propia historia, para no convertirnos en unos incultos analfabetos funcionales, otra de las razones para cultivar éste apartado, es por la propia dignidad como aikidoka.

        ¿Me he informado sobre mí línea genealógica en el Aikido?

        Pasa como en el ejemplo anterior, hay que saber de dónde se viene, para saber a dónde se va. Otra razón es que hay que saber que han hecho nuestros predecesores para poder mejorar en las siguientes generaciones.

        Muchos estudiantes de Aikido desconocen su línea genealógica, eso bajo mi punto de vista es una gran falta, y la culpa es de su Sensei, que no la muestra, no la dice y no la recuerda, es equiparable a estar huérfano en el Arte, y eso da mucha inseguridad y facilita mucho el perderse por senderos oscuros.

        

        Personalmente el supervisar un grado es un esfuerzo muy grande para mí, por eso cada vez que un alumno me dice de hacer un grado, me aseguro de que puede asumir ese reto, para que ninguno de los dos perdamos el tiempo, y aún así, a veces tengo muchos problemas por la falta de compromiso, el que no se regule la vida para afrontar la formación, porque se necesita que el alumno invierta tiempo en su estudio (en nuestro método 1 ó 2 horas a la semana durante 11 meses que es lo que dura el estudio del grado),

        el que se cumplan las horas para poder acceder al examen (en nuestro Dojo se necesitan 200h. entre el estudio, las clases, los seminarios y los intensivos), etc.

        Siempre comento con mis estudiantes que si se someten a nuestro método, el avance se produce solo, lo único que tienen que hacer es sudar mucho e invertir horas de trabajo, (al alumno en su cuaderno de grado en cada escalón, se le da toda la planificación del nivel que está estudiando de todas las sesiones en los 11 meses que dura el proceso), al igual que el examen final es un paseo por el campo en un día primaveral, porque antes de llegar a él hay 3 controles (el 1º en Noviembre, el 2º en Febrero y el 3º en Mayo) donde se supervisa y se apuntala las posibles deficiencias que puedan haber en el estudio, es decir, es la misma filosofía que en el Kihon pero esta vez aplicada a la planificación y al método de estudio de un grado, que en éste caso, es dar más prioridad al proceso formativo que al examen, porque superarlo es una consecuencia natural del estudio con esfuerzo.

        Los grados tanto de Kyu como los de Dan, no pueden depender de ninguna organización mundial ni nacional, porque está comprobado que se prostituyen y trafican con la enseñanza, se tiene que liberar ese aspecto para que cada Dojo con su plan de estudios y su metodología sea el responsable de avalar y acreditar la formación de sus alumnos. Esto haría que cada Sensei en su Dojo, primero se formara muy bien para ejercer la docencia, en segundo lugar, que cuidara mucho su enseñanza y la calidad de la misma, porque tiene a los otros enfrente como espejos para mirarse y compararse, que en un sentido positivo es muy interesante las equiparaciones, porque las personas no son tontas, y a lo que todo el mundo aspira y quiere, es a tener en su vida una calidad en cualquier aspecto de ella, ¿por qué razón no es eso posible para el practicante de Aikido?

        Otras de las cosas que facilitaría esta manera de obrar, es que daría a conocer muchos métodos para afrontar la disciplina, donde también se vería cuál de esos métodos es más eficaz y más rentables para la enseñanza y la formación en el Arte.

        Las ventajas son muchas, solo hace falta personas valientes, organizadas, dedicadas y comprometidas que se atrevan a dar el salto, y no como ocurre actualmente que están esclavizados y dependientes de esas organizaciones internacionales o nacionales, que lo único que persiguen es lucrarse a cambio de nada, porque no saben ni entienden el verdadero sentido de la responsabilidad, y del dar y del recibir en reciprocidad, porque concentran todos sus esfuerzos en recaudar, en especial, mucho dinero por un cacho de papel, sin entregar nada a cambio, ni siquiera la propia enseñanza de la cual dependen para recibir esos ingresos, eso se llama fraude y egoísmo. Los Sensei que tienen Dojo propios, deberían de abrir sus ojos a esa realidad, para tomar la iniciativa de ser adultos responsables en el Aikido y emanciparse, dejando atrás esa ancla que lo único que hace es mermar sus energías y explotar sus recursos.

         El alumno también tiene que abrir sus ojos a la nueva realidad de los nuevos tiempos, que es buscar entornos serios, honestos y bien afianzados en la disciplina, donde pueda formarse de manera correcta y sólida, donde se valore y se estimule su esfuerzo con calidad, con un buen método y con una estructuración de todos los contenidos, basado en que estén bien planificados. Otras de las cosas que debe tener en cuenta el estudiante, es que la formación con calidad implica un costo económico, que básicamente está en: las clases, los seminarios, los viajes de estudio, el material necesario para practicar, la literatura para cultivarse, los intensivos, los cuidados, la alimentación, etc., porque “Si crees que la educación es cara, prueba la ignorancia” Andy McIntyre.

        Es otros de los males que nos acusa hoy en día, porque las personas solo piensan en la gratuidad de las cosas, pero la vida no es así, dependiendo de lo que se invierta y la capacidad de entrega que se posea, así será el resultado que se obtendrá en el Aikido. Personalmente el tipo de moneda con la que suelo cobrar a mis alumnos -que al cambio les suele salir muy, muy cara-, es con la dedicación, el compromiso, la lealtad, el esfuerzo y el sudor, que es mi preferida, también decir, que no todo el mundo está dispuesto a realizar ese tipo de desembolso, pero no es una cosa que me quite el sueño, porque siempre prefiero la calidad con esfuerzo que lo contrario, y el que no de la talla, que se aparte y deje sitio dando paso al que realmente tiene un interés real en formarse sólidamente, porque hay que recordar que "La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón," (Ishin Denshin) Howard G. Hendricks.

Ishana Pérez.   

Aiki - Publis del mes de Junio de 2019.

        

        Documentos disponibles en nuestra Web relacionados con el artículo:

     Editorial sobre: “Ser capaz de salir del rebaño.”

     Editorial sobre: “Los Reconocimientos Honorificos en Aikido.”

     Editorial sobre: “¿Quién da el grado en Aikido?”

     Editorial sobre: “¿Por qué hay que venir a clase todos los días?”

     Editorial sobre: “¿Niveles o no niveles en la educación en Aikido?”

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