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Artículo de nuestro Sensei Ishana Pérez sobre la técnica de la visualización aplicada al Aikido, que llegado el momento nos puede ser muy útil si tenemos una dificultad en nuestra practica.

        En este escrito se hace un examen pormenorizado de esta herramienta, donde se dan las claves para llevarla acabo si fuera necesario.

        Quizás aún este tipo de práctica no está muy introducida en nuestro Arte del Aikido, y para muchos esta publicación puede ser una revelación para aplicarla tanto a sí mismos, como si se tiene estudiantes introducirla en su metodología para consolidar su aprendizaje.

        Me consta que en nuestro Dojo la utilizamos tanto para mejorar el estudio, como para recuperarnos de las lesiones que sufrimos cuando practicamos, en ambos casos con muy buenos resultados.

Índice del Artículo.

El Trabajo de la Visualización para el Rendimiento en Aikido.

Tipos de perfiles a la hora de afrontar la visualización.

El vídeo como modelo para ayudar a la visualización.

Modelos de visualización.

La respiración como elemento de sosiego para trabajar con la visualización.

La relajación como elemento de inicio para la realización de la visualización.

La abstracción como elemento ambiental para crear la visualización.

La atención como elemento sostenedor de la visualización.

Las visualizaciones siempre tienen que ser en positivo.

La visualización crea conexiones neuronales que favorecen el aprendizaje.

Objetivos de la visualización.

El trabajo de la visualización con las armas.



        

El Trabajo de la Visualización para el Rendimiento en Aikido

"Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos".

Confucio.        

        Según mi experiencia hasta el día de hoy, uno de los escollos que veo para el rendimiento y el progreso de los estudiantes en Aikido, es la escasa capacidad para observar bien las explicaciones centrales, donde se muestra lo que hay que realizar y cómo se debe ejecutar.

        Luego, cuando el alumno tiene que copiar, imitar y repetir carece de impregnación para desarrollar tanto la ejecución técnica como el Kimochi (la emoción, el sentimiento), porque está comprobado que se fija más y mejor un concepto si aparte del conocimiento técnico se acompaña de una emoción. Porque lo que el común piensa es que solo hay que reproducir, calcar y repasar los gestos técnicos, eso es una parte, y es lo más obvio -el Omote-; pero existe el Ura, lo que no es tan perceptible y más si no hay una comprensión clara sobre lo que se está realizando, por eso es tan importante captar la sensación que trasmite el que está mostrando el principio que se quiere desarrollar.

        La repetición con la práctica asidua es el elemento más importante para la evolución, pero dentro de ese hacer hay cosas de las que hay que tomar consciencia, de ahí, que hay que evitar como la peste el ser autómata o robótico.

        El trabajo visual como proceso es muy antiguo, tiene miles de años, por destacar algunos aspectos de la Cultura Védica como del Budismo, son los trabajos que se hace sobre Mandalas, Yantras o las visualizaciones del la Ista Devatâ, son métodos evolutivos muy testados y con resultados tangibles a lo largo del tiempo, en millones de personas con distintas psicologías y entornos.

        Por otro lado en la década de los 70 la unión Soviética comenzó a integrar las visualizaciones entre sus deportistas, que hoy en día es una práctica muy extendida en muchos países, por ejemplo, ver a Michael Phelps en las Olimpiadas de Rio en 2016 recogido en una esquina de la antesala que daba la piscina de competición, completamente aislado visualizando sus ejercicios antes de saltar a la piscina para realizar las distintas modalidades en las que participo, esto es una prueba tangible del poder de la visualización reconocidos por los entrenadores y atletas aplicado al rendimiento deportivo. Otro estudio de interés es el realizado por el Dr. Biasiotto de la Universidad de Chicago en 1996, para comprobar la mejora en el lanzamiento de tiros libres con un equipo de baloncesto.

        Otras disciplinas como la Gimnasia Artística también está influenciada por ella, haz clic para ver vídeo: https://youtu.be/o0iLnYq_36g  

        Para muchos estudiantes de Aikido que se tropiezan con las dificultades iníciales, o las propias por su psicología personal, al igual que los estudiantes veteranos, el trabajo de la visualización puede ser una herramienta que se le puede sacar mucho partido si el alumno la desarrolla.

        En facetas de comienzo como pueden ser los Ukemis, que es uno de nuestros cuellos de botella, el trabajo de la visualización obra maravillas, llevando al estudiante no solo a desarrollar una buena técnica, sino también autoconfianza y seguridad en la ejecución.

        Éste trabajo se puede aplicar a todo tipo de elementos, tanto de mano vacía como de armas y en cualquier nivel en que se encuentre el discípulo.

        Para afrontar el trabajo con las visualizaciones hay que tener en cuenta lo siguiente:

        Pasos previos:

        Hay que general el caldo de cultivo para el desarrollo de la visualización, por lo tanto hay que:

            - Ser consciente de las dificultades que se tienen en ese determinado elemento que se nos resiste.

            - Tener interés real por superar la dificultad que sale a nuestro encuentro.

            - Poseer autoconfianza de que se va a superar ese impedimento momentáneo.

            - La aceptación del reto para llegar al logro.

            - Tener la predisposición de disfrutar con el proceso para llegar a la meta que se pretende alcanzar.

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    Tipos de perfiles a la hora de afrontar la visualización

        En líneas generales hay dos rasgos básicos de personas cuando afrontan la visualización:

        Aquellos que innatamente tienen cualidades para desarrollarla, en estos casos el proceso es muy simple, solo hay que trabajar con los ejercicios adecuados y encauzando al estudiante con el método elegido hasta la meta.

        Puede darse el caso que haya dentro de este apartado alumnos que tengan carencias de otro tipo, por ejemplo: falta de voluntad para llevar al cabo el objetivo; vida personal desordenada y no puede crear espacio para realizar los ejercicios; personas muy ocupadas por sus quehaceres y responsabilidades, etc., en estos casos la máxima es: “poco con resultados tangibles rápidos”, de esta manera fortalece su voluntad, va adquiriendo disciplina, va teniendo orden en su mente y crea espacios en su vida para aspectos que le aporten relax y autodisfrute.

        Por otro lado están los que les cuesta mucho la acción de visualizar por su psicología personal, aquí el proceso es más lento, y hay que elegir con mucho cuidado los ejercicios que se van a realizar, para que en un corto periodo de tiempo se vean resultados palpables, de esta manera crezca el interés y la motivación por superarse, a la vez que van desarrollando las distintas capacidades para consolidar la visualización.

        Tanto unos como otros, tienen que basar su proceso en la práctica continua y sin interrupciones, que es el secreto del éxito, bien es verdad que el alumno que tiene más dificultad para visualizar, tiene que ejercitar más su voluntad junto las distintas técnicas que llevan a ella.

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    El vídeo como modelo para ayudar a la visualización

        Herramienta muy provechosa para dar alimento a la mente y que ejercite su capacidad de creación, hay que controlar la velocidad con que se visualiza para captar mejor los detalles que se quieran potenciar o fijar.

        Pero no podemos tener una dependencia de él, porque la maquina no va a realizar las sinapsis en nuestras neuronas, el vídeo es un estimulador para activar la conexión en nuestro cerebro como otras herramientas que podemos usar. La partitura sola no crea ni hace la música, es una parte del todo, pero es el intérprete el que hace y experimenta el gozo de la música.

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    Modelos de visualización

        Modelo pasivo de la visualización:

        El alumno encontrándose en cualquier circunstancia: en casa, dando un paseo, en la guagua, en el coche de acompañante, en el tren, de viaje…, se centra en visualizar aquel aspecto de la práctica que le esté dando problemas con el objetivo de superarlos. En éste caso puede o no tener ayuda de audios, vídeo, imágenes o texto para realizar la visualización.

        Modelo activo de la visualización:

        Se hace un vídeo como modelo de lo que el estudiante tiene que realizar, el alumno lo observa con atención durante un tiempo y acto seguido durante dos minutos los visualiza en su mente, luego, lo ejecuta con un compañero.

        Es importante en este caso que al visualizar el vídeo que está realizado por un modelo externo, el estudiante haga un ejercicio de identificación, lo que significa que es él quien está realizando las acciones del vídeo, entonces, sobre esa base se trabaja su visualización particular.

        También se puede hacer una explicación en vivo varias veces para que el estudiante la observe con atención, luego, sigue el mismo proceso de los dos minutos de visualización personal como antes. Indudablemente en este caso no se puede pasar a cámara lenta, ni dar para atrás o para adelante, el alumno tiene que tener más desarrollado las capacidades de atención-concentración aplicadas a la observación, en la copia, en la imitación y en cada una de las repeticiones que precise hasta integrar en sí el elemento visualizado.

        Esta forma si quitamos los dos minutos de visualización personal, tiene la misma estructura que se hace en las explicaciones centrales en las clases, seminarios o intensivos.

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    La respiración como elemento de sosiego para trabajar con la visualización

        Con una mente inquieta no se puede afrontar el trabajo visual, y máxime cuando se inicia el proceso de aprendizaje, es por ello que se hace imprescindible integrar la respiración como medio de calma para crear el ambiente idóneo para el trabajo.

        En la práctica con el aliento en las condiciones de las que estamos hablando, no hacen falta un contexto especial, se puede hacer de pie, sentado, tumbado o caminando, hay un sinfín de procedimientos destinados a ello en los cuales no voy a entrar ahora, más que nada porque es muy notorio, todos estos ejercicios se pueden adaptar tanto a la condición del alumno como al momento en que se encuentre.

        El objetivo es serenar la mente para poderla focalizar en el trabajo de la visualización y de esta manera sacarle mucho más rendimiento aplicado a nuestra disciplina.

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    La relajación como elemento de inicio para la realización de la visualización

        Aquietada la mente por la respiración y por efecto cascada el cuerpo físico entra en un estado de relax, otro punto clave para el rendimiento, y pasa lo mismo que con el aliento, éste estado se puede alcanzar caminando, sentado, tumbado o de pie.

        Los beneficios de la relajación enfocados a obtener un rendimiento dentro de la ejecución técnica del Aikido son claros:

        Mejora la conciencia del esquema corporal, eso significa escucha propia en primer lugar, para acto seguido poder escuchar al otro en la acción.

        Ahorra energía en la actividad física utilizando los músculos con el tono muscular adecuado, eso se traduce en el uso correcto de la estructura. Por lo tanto, aprendemos a economizar energía en la ejecución técnica; aquí también hay que tener presente a la respiración, en especial para aprender a entrar en ritmo.

        Facilita la coordinación de los movimientos dentro del contexto técnico, con el objetivo de alcanzar lo antes posible la unificación estructural en cualquiera de los niveles que se encuentre el alumno.

        Mejora la aceleración de la recuperación física y psíquica tras el esfuerzo, aspecto importante para poder asimilar los conocimientos que se quieren integrar. Un cuerpo o una mente cansada o embotada no asimilan, entran en un estado de automatismo sin consciencia.

        Mejora la concentración que se necesita para favorecer la visualización.

        Facilita la ejecución técnica que es necesaria para desarrollar los principios que se estudian en cada nivel.

        Todo esto nos lleva a valorar o descubrir, -depende del momento en el que esté el alumno-, el poder de la relajación aplicado al estudio del Aikido.

        También hay que tener en cuenta que se pueden hacer un trabajo más profundo sobre la relajación, en circunstancias bajo presión teniendo una base mínima desarrollada con la distención, es un tipo de adiestramiento en el cual también hay que desarrollarse, esto demostraría que la mente tiene un control superior sobre el cuerpo. Indudablemente trabajos así, nunca, pero nunca, se pueden abordar de entrada, siempre es mejor estar en un estado de relax óptimos para abordar el estudio del Aikido, el que se ponga este paso después de la respiración es para facilitar dicho estado, bien sea de pie, sentado, tumbado en quietud o en movimiento.

        Unos momentos para testar nuestra capacidad de relajación bajo presión, es cuando se realiza un control o un examen sobre un grado o elementos determinados de la formación. Otro caso es cuando se está en un intensivo y el Sensei nos lleva al límite, o dicho de otra manera, nos saca de nuestra zona de confort que tenemos en las clases semanales. Son circunstancias y momentos de ver el dominio que tenemos sobre nuestro cuerpo y su capacidad de relax, de la dosificación o la economía de la energía para concluir el objetivo planteado. Otro campo para poner a prueba el poder de la relajación con las visualizaciones, es en una pronta recuperación después de una etapa de gran esfuerzo, que suele coincidir en los descansos de los seminarios o intensivos, porque acto seguido el trabajo se nos viene encima.

        La relajación en sus diferentes aspectos como se ha podido ver, es imprescindible para poder desarrollar un Aikido con dominio y sensibilidad, así que no olvidemos de cultivarla cada vez que se practique o se afronte el trabajo visual.

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    La abstracción como elemento ambiental para crear la visualización

        Antes de abordar la visualización uno de los grandes escollos junto con la atención-concentración es la abstracción.

        De hecho, sin abstracción no hay visualización, podemos calmar la mente, nos podremos relajar, pero si nos perturba el entorno no vamos a poder abordar la atención-concentración para que se manifieste y tenga poder la visualización.

        Una buena definición de la abstracción (Pratyhara) se encuentra en el cap. II v. 58 de la Bhagavad Gîtâ, que dice: “Y cuando aquella persona retira completamente los sentidos de todos los objetos sensoriales, como la tortuga guarda del todo sus miembros, entonces su sabiduría se mantiene estable”. Pratyhara es el quinto paso de la Ashtanga Yoga (los 8 pasos del Yoga), que Pantanjali en sus Yogas Sutras en su cap. I v. 4 declara: “Cuando la mente no está concentrada, el preceptor se identifica con sus modificaciones”. Es una clara advertencia de los preliminares que tenemos que hacer para trabajar con la visualización, a este nivel tan elemental que estamos tratando como herramienta para la evolución dentro del Aikido, y que empezó cuando vimos la importancia de la respiración para serenarla y así permitir un mejor enfoque.

        En ese mismo cap. I en el v. 13, nos da la solución para que nos sea rentable la abstracción y la podamos desarrollar: “Abhiasa es el esfuerzo continuo para establecer un sólido control sobre las ondas mentales”. Es importante matizar que el primer paso es aislarse de los estímulos externos, básicamente los que vienen a través de nuestros sentidos: sonidos, olores, sensaciones, etc., pero no debemos olvidar los internos, los que nos inundan por nuestros deseos que se transforman en ondas mentales, por ejemplo: huidas tras un pensamiento que nos cautivo, dejando de lado el objetivo que se quería desarrollar; creación de un mundo imaginario en base a alimentar un deseo que se transforma en un torrente de imágenes que nada tiene que ver con el trabajo que se quiere realizar, etc. Por lo tanto, cuando creamos el espacio para desarrollar la visualización, debemos descartar ambos, eso Pantanjali nos lo da en el cap. II v. 54, “Pratyhara es la imitación de la mente por los sentidos, lo que se produce abstrayendo éstos de sus objetos”.

        El trabajo con la abstracción, -como otras muchas capacidades que se desarrollen con las disciplinas que se estudian en nuestro Centro de Alto Rendimiento Kuubukan-, son aplicables a nuestra vida cotidiana, no tenemos que dejarlas en el ámbito del Dojo, porque si así lo hacemos, estaremos cometiendo el error peor que se puede cometer, y es estar alimentando la dualidad en nuestra existencia.

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    La atención como elemento sostenedor de la visualización

        En el Dhammapada en su cap. II v. 21 dice: “La atención es el camino hacia la inmortalidad; la inatención es el sendero hacia la muerte; los inatentos son como si ya hubieran muerto”. Es clara y determinante la importancia que da el Budismo a la atención, y también es obvio que la vigilancia hace una vida más plena y satisfactoria.

        El Dhammapada sigue añadiendo en el v. 26 del mismo capítulo: “El ignorante es indulgente con la inatención; el hombre sabio custodia la atención como el mayor tesoro”. Y si por si aún albergamos algunas dudas en el v. 30 remata con: “Por permanecer alerta, Indra se impuso a los dioses. Así, la atención es elogiada y la negligencia subestimada”.

        Sin atención no se puede afrontar el trabajo de la visualización, porque constantemente nos estaríamos cayendo de las imágenes que queremos establecer en nuestra mente y nuestras neuronas no podrían hacer la vía para que circule la información que luego nuestro cuerpo ejecutaría.

        La calidad de la visualización tiene que ser con la mayor nitidez e identificación posible, eso significa que tenemos que adiestrarnos en ese aspecto de limpieza y pulcritud visual, un buen ejercicio para ello es el Tratak, que podemos inicialmente ajustarnos al ejercicio clásico (el que se hace con una vela), pero luego lo podemos adaptar a nuestros gustos e imágenes que nos motiven para ayudarnos a desarrollar la capacidad de visualización que se precise para el objetivo que se quiera lograr.

        Dentro del Tratak hay que tener en cuenta los siguientes puntos:

        Campo visual: Que es el espacio que abarca la vista manteniendo la mirada fija en el objeto elegido.

        Punto visual: Que es la distancia óptima para ver el objeto con claridad.

        Rayo visual: Línea recta que va desde la vista al objeto, -de ahí la buena colocación del mismo a la altura de los ojos, ni más bajo, ni más alto-, o que de este viene a la vista.

        Agudeza visual: Es la capacidad del ojo de distinguir objetos muy próximos. Aquí hay que tener presente el contexto general de la visualización, o los detalles más concretos cuando se desarrollen los primeros pasos de la misma. Por ejemplo, yo tengo problemas para ejecutar Katatedori Gyaku Hanmi Nikkyo, en Omote y en Ura, entonces, el primer paso es aprender a visualizar Ikkyo y llegar a la realización de Nikkyo globalmente, digamos que se perfila la acción sin más. Luego, cuando ya visualice bien todo el conjunto, me centro en los detalles de perfección, que son: el paso de Ikkyo a Nikkyo, este es un punto clave que distingue una técnica de otra; la adherencia para realizar la anterior acción, y con ello el uso de la mano del Tori (Te Sabaki); los matices de la realización de Omote y de Ura, dado que en la ejecución no son iguales para los dos casos; la correcta colocación de la mano del Uke en el pectoral del Tori con la posición correcta de Nikkyo, aquí ya se fija en la mente del alumno el principio de Nikkyo; el llevar el codo de Uke a noventa grados, eso implica el uso del codo de Tori para realizar dicha acción, esto es una maniobra de dominio tanto sobre la técnica como sobre el compañero; el correcto corte en la dirección correcta para que funcione la técnica; el uso de las piernas para aplicar el principio de Nikkyo, esto significa el uso de la estructura en su globalidad, etc.

        Como se puede observar pasamos de una focalización amplia (el primer paso) a una más cerrada (segundo paso), eso también implica que cuando se trabaje la visualización, tiene que haber una mayor abstracción del entorno, y una atención-concentración más sostenida en el tiempo, para pasar de un estado a otro y poder penetrar en los detalles.

        También se puede apreciar en el ejemplo anterior que cuando se va profundizando, se pasa de gestos físicos-técnicos, (perfilar la técnica, colocación de manos…), a las sensaciones -Kimochi-, (dominio sobre el compañero, unificación estructural…), de ahí lo que se dijo al comienzo, que no solo se imitan los gestos técnicos, sino que también hay que adentrarse en el sentimiento.

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    Las visualizaciones siempre tienen que ser en positivo

        Hay que cuidarse mucho de no intoxicar la mente con refuerzos negativos, dicho de otra manera, hay que mostrar modelos que estimulen al logro, no hundir la motivación y las expectativas.

        Siempre hay que recordar que la mente tiene el mismo potencial para los dos lados, pero de lo que se trata aquí es adherirse al lado positivo y creativo de la misma.

        No trabajar los ejercicios de visualización en estados emocionales perturbados por circunstancia muy negativas, y más en los inicios, después que se desarrolle la capacidad del poder activo de la visualización, incluso se puede utilizar dicho dominio para revertirlos, pero de entrada sin el desarrollo previo es contraproducente, porque nuestra mente aún no tiene la suficiente autoridad sobre sí misma y lo que se conseguirá es el efecto contrario.

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    La visualización crea conexiones neuronales que favorecen el aprendizaje

        Eso quiere decir que las visualizaciones estimula la plasticidad del cerebro como la practica real, porque cada vez que se realice el ejercicio con lo que se quiera mejorar, se establecen nuevas vías neuronales implicadas en esa acción.

        Con la repetición progresiva la conexión neuronal establece un camino estable, para cuando se pase a la acción, digamos que la “autopista para circular” ya está establecida, eso quiere decir que la información y las órdenes fluyen rápidas y precisas. Y llegamos al punto que ni tan siquiera es necesario pensar para llevar a cabo la ejecución, por lo tanto, estamos en el estadio que el cuerpo ya ha aprendido, y obedece como siervo fiel las ordenes de nuestra mente.

        Recordemos la frase de Confucio con que se abrió éste artículo, lo que pretendemos es que no lleguen los vicios y frenen o bloqueen nuestro aprendizaje, y si por un casual nos visitan, que se queden poco tiempo, y por supuesto, que no se hagan los amos de nuestro hacer.

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    Objetivos de la visualización

        a) Prevé de estrategias y de destrezas para afrontar el aprendizaje con solvencia.

        b) Desarrolla la atención-concentración y esto es muy bueno para afrontar situaciones donde éstas se han perdido en un momento dado y hay que recuperarlas para continuar con la acción, por ejemplo, en un examen o control he hecho algo mal al comienzo, pero éste error no puede condicionar mi actitud para realizar el resto de los elementos de forma limpia y correcta.

        Dicho de otra manera, a pesar de la equivocación, sigo atento y concentrado desarrollando todo el programa.

        c) Aumenta la autoconfianza y es un aspecto muy positivo para asentar y afianzar la formación. También a largo plazo, será un aspecto muy importante para la emancipación después de haberse formado correctamente.

        d) Ayuda a canalizar las respuestas emocionales, y es un punto clave para afrontar: miedos, inseguridades, ansiedad, nerviosismo, etc. No es lo mismo afrontar un Ukemi desde Koshinage con miedo, que previamente haberlo trabajado mentalmente con seguridad, fluidez y con una buena recepción al contactar con el Tatami, la predisposición por parte del alumno es bien distinta.

        e) Refuerza la repetición de habilidades motrices, eso quiere decir que ayuda a realizar y controlar los gestos precisos de cada principio técnico, para que el cuerpo los memorice hasta que lleguen a ser naturales, descartando los ademanes que el alumno se invente por sí mismo, que nada tienen que ver con la forma correcta (Kihon) de realizar los principios que conforman la base del Aikido.

        Que por otro lado, todos estos gestos innecesarios tensan y hacen gastar energía inútil a toda la estructura corporal durante la práctica, llevando la acción a un bajo rendimiento y una nula eficacia.

        f) Fortalece la paciencia, que es un aspecto clave en nuestro arte del Aikido, dado que los resultados de un desarrollo aceptable siempre son a largo plazo, porque los ciclos del aprendizaje se establecen en diez años, da igual si la persona es un estudiante novato o veterano.

        g) Ancla la positividad, faceta muy importante para la motivación, que no me cansaré de decir que es el motor de la evolución.

        h) Edifica la efectividad, nunca debemos olvidar que estamos desarrollando un Budô, y por lo tanto, hay que huir de la coreografía, la teatralidad y la pantomima.

        i) Muy útil para afrontar exámenes y controles, porque si uno después de haber estudiado a fondo y previamente antes del control o del examen hace una visualización todo el proceso, está claro que cambiará el resultado del mismo, recordemos lo de Michael Phelps que se vio al comienzo de éste artículo.

        j) Ayuda en la recuperación por lesiones, no solo para restaurar el cuerpo, sino para no perder del todo el estado de evolución técnico donde se encontraba antes de la lesión. Repasar mentalmente el repertorio técnico y la visualización de vídeos durante la convalecencia, después da resultados maravillosos cuando se adquiera una mínima condición física y el aprendiz retome las clases.

        k) Análisis retrospectivo para sacar conclusiones, tan importante es lo previo como lo posterior, bien sea para mejorar como para activar la motivación para próximos retos.

        Para poder desarrollar un trabajo que de buenos resultados, como se ha comentado anteriormente, se deben responder a las siguientes preguntas:

        1. ¿Cómo experimentas las imágenes durante el proceso de visualización?

        2. ¿Cómo percibes las imágenes?

        3. ¿Cuáles de los cinco sentidos te permiten experimentar mejor la imagen?

        Se deben entender los tres componentes principales para el trabajo de la visualización:

        1. Desarrollar las imágenes vividas, no solo basta con mantenerlas en la memoria, hay que darle vida sobre el Tatami.

        2. Tener control de éstas imágenes, esto se produce cuando se haya desarrollado la abstracción y la atención-concentración como se vio más atrás.

        3. Comprender la propia perspectiva del trabajo con las imágenes y la influencia que nos van a aportar.

        Es muy bueno visualizar vídeos donde en un determinado estadio se ha realizado un buen trabajo. Por otro lado, también es muy recomendable ver vídeos del referente dentro del Aikido, porque es el modelo y la inspiración para la evolución.

        La visualización como herramienta de apoyo para la evolución es inestimable si realmente nos implicamos en ella y la hacemos tan real como la práctica sobre el Tatami. Indudablemente para que sea útil necesitamos integrar otros aspectos de la parte interna del Arte, como es: la disciplina para llevar a cabo las sesiones que decidamos realizar; la constancia para hacer el trabajo de forma continuada y la paciencia para obtener el fruto perseguido.

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    El trabajo de la visualización con las armas

        Para los que me lean por primera vez, decirles que en nuestro Centro de Alto Rendimiento Kuubukan, no hay una separación entre las armas o la mano vacía, todo lo contrario, están tan unidas que se hace difícil separarlas.

        Las armas, -en especial la parte de la base inicial: ejercicios, movimientos principales de algún aspecto, Suburis, etc.-, las visualizaciones son muy rentables y fáciles de hacer. Por un lado como son cosas simples, nos sirve como adiestramiento sobre los métodos más elementales para trabajar la visualización, por otro, es fácil ver resultados tangibles en un corto periodo de tiempo, porque son cosas que se hacen solo, en cambio, la mano vacía o el trabajo de armas que implique la intervención de un compañero siempre es más complicado.

        Los ejercicios.- Hay muchos ejercicios de armas destinados a desarrollar distintos aspectos, como puede ser: aprender a caminar marcialmente, sentar las bases del Kamae (postura, guardia), el uso del cuerpo, aspectos técnicos de un determinado elemento que se aísla porque entraña una dificultad particular, etc., todos estos casos se pueden visualizar fácilmente.

        Ejercicio de caminar marcialmente y Kamae.

        Los Suburis.- Como se sabe los Suburis son los distintos ejercicios que conforman la base de cada arma, son practicas destinadas a plantar en nuestro cuerpo la semilla de determinados movimientos para que fructifiqué después los gestos de ese tipo de arma.

        Este tipo de ademán para los estudiantes noveles es muy fácil de visualizar y sentir, porque son movimientos muy simples, que siempre siguen una lógica elemental.

        Primeros Suburis de Ken.

        Los Awases.- Son ejercicios que se hacen con compañero teniendo la base se los Suburis. Aquí es como en la mano vacía, es algo más complejo de realizar las visualizaciones, dado que hay dos roles que integrar, las acciones del Uke y las acciones del Tori.

        Una solución sencilla es trabajar por roles separados, primero se visualiza el papel del Tori, cuando ya se tenga integrado, se hace lo mismo con el del Uke. Una tercera fase sería visualizando el conjunto, es decir, las dos acciones a la vez, asumiendo una identidad, bien sea la del Tori o la del Uke. Es obvio que hay que alternar los papeles en cada periodo de trabajo con las visualizaciones, no decantarse por una sola tarea, salvo, que la otra ya se tenga dominada y el problema esté con una actuación específica; esta forma de trabajo también es aplicable a la mano vacía.

        Variación del Awase nº 2 con barrido.

        Kumijos y Kumitachis.- Estos apartados son combates preestablecidos, y por lo tanto el desenvolvimiento técnico es aún más complejo que en los Awases y hay que tener un dominio mínimo sobre las visualizaciones para poder entrar en los detalles de la ejecución de cada principio, -recordemos el punto de la agudeza visual que se vio en el apartado de la atención como elemento sostenedor de la visualización-, como dije, los detalles es lo que marcan la diferencia entre un ejercicio bien hecho y otro mal hecho.

        Trabajo avanzado sobre kumitachi nº 2.

        Movimiento del cuerpo y del Bokken en los Kumitachis.- Después de las técnicas avanzadas o de las variaciones de la mano vacía son las cosas más difíciles de visualizar, porque son trabajos muy complejos con cantidad de detalles tanto desde el punto de vista del Tori como del Uke.

        Así que aparte de tener un buen conocimiento sobre la base técnica del Kumitachi, -siempre vista desde los dos lados, Uke y Tori-, también hay que poseer un gran dominio sobre el poder de visualizar, tanto para poder entrar en la visualización, como para sostenerla un largo periodo de tiempo con el objetivo de poder trabajar con ella.

        Movimiento del cuerpo teniendo como base el Kumitachi nº 5.

        Jo Toris y Tachi Doris.- Este campo de desarmar o de proyectar al compañero que posee un arma y bien nos ataca con ella o nos la quiere quitar, puede ser un apartado fácil de trabajar con las visualizaciones, más que nada porque nos centramos en nuestros gestos, -salvando las diferencias, es como un Suburi-, y por otro lado, las acciones del Uke son muy simples, casi siempre se realizan con un ataque básico.

        Jo Tori, con desarme pisando.

        Este tipo de práctica con las visualizaciones tanto en la mano vacía como con las armas, es muy útil para los estudiantes que comentan que no pueden estudiar en el Dojo después de las clases oficiales, la pueden realizar en cualquier lugar que se encuentren y en muy poco tiempo, para después aplicarlo cuando asistan a las clases normales.

        Otro aspecto es para los que hayan adquirido un compromiso más fiel con el Arte del Aikido, y tengan una práctica personal como medio de evolucionar más sólidamente por el sendero de su aprendizaje, éste tipo de herramientas les hará desarrollarse con más rigor y consolidar sus conocimientos.

        Cuando se posea un dominio sobre el poder de la visualización, da igual el campo que se aborde, nos va a ser rentable, y no solo en el Dojo, es aplicable a nuestra cotidianidad en cualquiera de sus aspectos y siempre nos va a aportar beneficios y rentabilidad a nuestra vida.

        Espero y deseo que estudiantes que estén embarrancados en algún aspecto de su práctica, encuentren al leer éste escrito la posibilidad de avanzar y de superar ese impedimento que les frena en su evolución, con esa intensión está hecho éste artículo.

Ishana Pérez.

Aiki - Publis del mes Octubre de 2016.

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