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En el Texto, ¿Para qué sirven los seminarios en Aikido? El Sensei Ishana Pérez hace un profundo análisis sobre esa herramienta que tan profusamente se utiliza en el mundo del Aikido.

        Estructura su investigación en 6 puntos para analizar todos los matices a la hora de que un Sensei o un Dojo se aventuren en la empresa de dirigir o de organizar un seminario en un fin de semana.

        En cada uno de esos apartados, va diseccionando cada parte del evento, tanto desde un punto de vista del enseñante como del organizador y va apuntando mejoras en la realización de las distintas fases con nuestra metodología Kuubukan (pero que es aplicable a cualquier otra metodología), con el objetivo de renovarlos para hacerlos cada vez más instructivos y más rentables para el alumnado.

        Aporta visiones tanto para el Sensei que los dirige, como para los estudiantes que los reciben, que son las dos partes que dan vida a los seminarios en Aikido y lo fundamenta en su dilatada experiencia que posee en las dos posiciones.

        Concluye su escrito, con 12 puntos donde condensa el buen enfoque de realizar un seminario con rentabilidad para todas las partes implicadas en el mismo.

        Como siempre, esperamos desde nuestro Dojo, que con éste nuevo texto disponible en nuestra Web y que se puede consultar en cualquier momento, sea un faro para los que quieran mejorar en la estructura organizativa de los seminarios, a la vez que les aporte conocimiento y buen hacer para así enriquecer el Aikido que todos hacemos.

        



Índice del Texto.

Introducción.

 1º Para el inicio de una planificación en la formación.

1.1 Definir en qué nivel de evolución se encuentran los demandantes de un seminario y las posibles carencias que puedan tener en la formación que actualmente poseen.

- Encuesta - investigación para ver la realidad de un entorno.

- Los equipos de trabajo para afrontar un seminario.

1.2 Definir las metas en cada uno de los años.

1.3 Ver qué niveles hay y qué cantidad de alumnos componen cada uno de ellos.

1.4 Ver con qué recursos se cuenta.

1.5 Dividir los objetivos generales que se pretenden alcanzar en cada uno de los años.

1.6 Concretar los objetivos que se van a realizar en el seminario anual y en el caso de que hubiera más de uno, qué contenidos se van a realizar en cada uno de ellos.

- Las unidades didácticas.

- La descripción.

- Los objetivos.

- Los contenidos.

- La secuenciación de los contenidos.

- Los recursos materiales.

- La organización del espacio y del tiempo.

- Cuestionario previo para la organización del espacio y el tiempo en un seminario de fin de semana.

- El control.

1.7 Elaboración de un cronograma para ver cuántos seminarios se van a realizar cada año y con qué separación de tiempo.

1.8 Ejecutar el plan establecido con sus respectivas fases según se han planificado.

1.9 Seguimiento de lo expuesto en el seminario con cierta periodicidad para ver los progresos de los asistentes.

- La retroalimentación.

 2º Para desarrollar o ampliar los contenidos que se vienen practicando desde hace tiempo en una planificación previa.

- Dinámica para la realización de los controles en los seminarios de fin de semana.

- ¿Qué es lo que se busca en una segunda edición en los seminarios?

- Estrategia revulsiva con feed-back en caso de que no se alcancen los objetivos planteados.

 3º Para concluir una planificación que se viene ejecutando desde hace tiempo.

- Temporización de las fases en las sesiones de un seminario.

 

 4º Para presentar o dar a conocer el trabajo de un determinado Sensei.

- Ejemplo de un planteamiento para dar a conocer el trabajo de un Sensei en un seminario de fin de semana.

 5º Para apoyar un Dojo filial, simpatizante o hermanado.

 6º Lo que no se debería hacer en un seminario.

6.1 Que el Sensei que imparta el seminario no disponga de un método para hacer su transmisión.

6.2 Enfrentar un seminario sin haber hecho una planificación previa y sin comunicarla a los asistentes con anterioridad.

6.3 Realizar seminarios para presumir de curriculum.

6.4 Realizar seminarios solo por el lucro económico.

6.5 Hacer seminarios de fin de semana solo para hacer turismo.

6.6 No ofrecer servicios complementarios a los asistentes al seminario.

 Conclusión.

12 Razones para realizar los seminarios en fin de semana.

- 1ª Por los contenidos que se imparten.

- 2ª Porque se realiza una práctica intensa.

- 3ª Porque hay más tiempo para interactuar tanto con el Sensei como con los compañeros, al igual que hay más tiempo para poder preguntar.

- 4ª Por la metodología expuesta y máxime si está testada dando buenos resultados en la evolución de los estudiantes.

- 5ª Para tener acceso a contenidos exclusivos.

- 6ª Por el contacto con el Sensei y su entorno.

- 7ª Por las recomendaciones de los amigos, conocidos, etc.

- 8ª Porque se manifiesta la oportunidad aquí y ahora.

- 9ª Por ampliar nuestra red de contactos en el mundo del Aikido.

- 10ª Para encauzar mejor nuestra energía y nuestros recursos.

- 11ª Para inspirarse y así generar mejores ideas en varios campos: metodología, planificación, etc.

- 12ª Para mantenerse actualizado.

Dedicatoria.

Otras publicaciones de nuestro Sensei Ishana Pérez.

 



“El problema no está en la herramienta, si no en como la usas”

        Un seminario en Aikido siempre es de naturaleza técnica - formativa y lo que se persigue es desarrollar un estudio profundo sobre determinados aspectos de la Waza entre otras cosas.

         En líneas generales se hacen en fin de semana y con una duración entre 6 u 8 horas de trabajo en los 2 días que suelen durar, uno u otro tiempo siempre es a criterio de quién lo imparta, de lo que enseñe y en función de lo que se quiere lograr.

        Se persigue entrar a fondo en una parte de la enseñanza en función de la planificación que cada Sensei tenga prevista de antemano. Estos cursos de fin de semana son un instrumento de gran valor para la formación, porque complementan las clases semanales y los objetivos que se tengan en el curso anual de Aikido. Siempre se desarrollan de una manera activa y participativa entre todos los participantes, guiados por las instrucciones que proporciona el Sensei responsable de su conducción.

        En líneas generales, es muy común que en los seminarios que se hacen actualmente en Aikido no haya ninguna planificación previa bien estructurada que se enmarque a corto, medio y largo plazo, -y no hablo en teoría o sin conocimiento, todo lo contrario, hablo con conocimiento de causa porque he realizado muchísimos seminarios en medio mundo desde la posición de alumno- y he visto a los diferentes Senseis llegar sin ninguna planificación y si la hubo, nunca la comunicaron a todos los que asistíamos a sus sesiones ese año, el siguiente y en los sucesivos, también he visto a Senseis que hacen el mismo planteamiento años tras año, ¡sí el mismo! ¿Por qué razón se hace eso?

        Salvando a los grandes arquetipos del Aikido que ya no tienen forma en su trabajo y el hecho de realizar un seminario es más una inspiración y una iluminación para todos los asistentes, porque realizan el trabajo técnico con una gran habilidad, con una destreza muy depurada y sin forma, que aquí si es justificable que hagan siempre lo mismo, de hecho, he visto y he practicado con Senseis que solo trabajar 5 técnicas en todos sus seminarios: Kokyunage, Ikkyo, Shihonage, Iriminage y Tenchinage. Otro aspecto relevante en estos casos, es por el ejemplo que han dado a lo largo de su trayectoria con las aportaciones realizadas al Aikido. Estos grandes referentes tienen bajo ellos muchos estudiantes (Senseis) que son los responsables de la instrucción del Kihon al igual que de sacarle lustre. Quitando esos escasos ejemplos, los demás Senseis que son responsables de instruir a otros deberían de tener un método y una planificación en base a unos contenidos didácticos, que previamente han tenido que haber estructurado muy bien para ejercer su docencia.

        Lo que suele pasar en líneas generales, es que llegan y hacen lo que ellos creen, otra opción, es que hacen lo que están trabajando en sus Dojos o a un nivel personal, también puede pasar, que hacen lo que se les ocurre en ese momento, etc., entonces yo pregunto, ¿esto es enseñanza? ¿Esto es formación? ¿Esto es trasmisión?

        También lo que suele pasar con muchos Senseis, es que pueden tener una tournée anual de seminarios en distintas regiones o países y tienen el mismo planteamiento para toda la ruta y en todos los entornos, vuelvo a preguntar otra vez, ¿esto es una enseñanza personalizada y adecuada a esos entornos y al nivel de los participantes? ¿Cuál era el objetivo que se perseguía? O es pan y circo a discreción para todo el mundo, sin preocuparse por la enseñanza y la evolución de las personas que asisten a esos seminarios año tras año.

        Es importante cambiar esas viejas tendencia que quizás antaño pudieron haber sido justificable y rentables por la bisoñez del Arte en cuanto a la didáctica para impartirlo, pero ahora es un hecho comprobado que estanca la educación del Aikido y la progresión del alumnado. Soy consciente de que cuando vas a mover una montaña, con el desplazamiento de las primeras piedras ni la inmutas, ¡ahora! Cuando ya llevas un largo tiempo descarnándola, -y cuantas más manos sean para esa labor mejor-, habrá un momento que el quitar una sola piedra hará que se desmorone por completo, ¿quieres colaborar tú en ello para cambiar la tendencia imperante que es obsoleta y no va acorde con los tiempos que vivimos en los seminarios actuales de Aikido?

        Después nos quejamos de que haya malos niveles en Aikido, ¡yo el primero!, de que las personas no aprenden, de que se hacen cosas que están fuera de lugar después de seguir a alguien durante una década o más. Tampoco tiene autoridad alguna el Sensei que se queja de que sus pupilos no evolucionan o qué están haciendo cosas que él no les ha enseñado, ¿acaso él se preocupó a lo largo de todos esos años de que no se dieran esas situaciones que ahora critica?

        Vamos a ver 6 aspectos para orientar bien la realización de los seminarios en fin de semana para que sean rentables, tanto para los asistentes como para el Sensei que los imparte.

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        1º Para el inicio de una planificación en la formación.- Es la razón fundamental para realizar los seminarios, porque como dije antes, es un momento para profundizar en la Waza y que mejor marco para dar a conocer los contenidos que se van a desarrollar durante un tiempo concreto, con una planeación que pretende desarrollar el responsable de conducir a los estudiantes en su proceso formativo, acompañando dicha dinámica con el apoyo de las sesiones semanales y de las mensuales que cada alumno va a recibir en su Dojo con el instructor correspondiente.

        Hay muchas formas de abordar y de estructurar un plan para realizar unos seminarios en un corto periodo de tiempo, como puede ser en 3 años, -que también podrían ser 5 años, o lo que es lo mismo, medio ciclo marcial para poner las bases mínima-, dentro de un determinado entorno que siga o pretenda seguir el trabajo de un Sensei concreto. Veamos un posible guión en 9 pasos para acometer la estructuración de un proyecto de estas características:

        1.1 Definir en qué nivel de evolución se encuentran los demandantes de un seminario y las posibles carencias que puedan tener en la formación que actualmente poseen. Este estudio inicial es la clave para ver la realidad que se va a encontrar el Sensei que llega a ese entorno. Si no se hiciera, ya la empresa está abocada al fracaso, a menos que el profesor que lo va a impartir solo quiera irse de vacaciones a ese lugar en concreto.

        Si es un entorno conocido al cual se le va a impartir un seminario por primera vez, también es bueno y recomendable realizar un estudio previo para ver las necesidades que precisan esos estudiantes, para así incluirlas en el programa que va a confeccionar.

        Los procesos para realizar dicha investigación pueden ser muy variados, pero yo lo concretaría en las siguientes preguntas claves:

        ¿Qué corriente de Aikido hacen?

        Esto es importante para enmarcar el trabajo que vienen realizando y durante cuánto tiempo.

        ¿Cuántos años llevan practicando Aikido?

        No es lo mismo afrontar un proceso formativo con un entorno que se inicia o que lleva poco tiempo en el Aikido, que uno que lleva una década o más practicando, porque en éste caso, ya deberían de tener asimilado todo el Kihon y si por un casual no fuese así, es un problema añadido que hay que solventar.

        ¿Cuáles son las graduaciones más altas? Y lo más importante, ¿quién las avala?

        Es otro de los problemas que hay que hacerle frente, porque pueden haber estado en un grupo donde reciben los grados en muy poco tiempo y casi seguro sin haberlos estudiando, por esas razones tendrán muy poca preparación, eso significa que el nivel va a ser muy bajo aunque las graduaciones sean altas, esto también conlleva que haya muchas carencias en la formación de base. Todos estos aspectos hay que conocerlos para después saber gestionarlos y saber reconducirlos para que nadie se sienta ofendido.

        ¿Cuántos seminarios hacen o han hecho al año y con qué Sensei?

        Esta interrogante es clave para ver la asiduidad con la que están acostumbrados a realizar seminarios en fin de semana, cosa que va a facilitar o a dificultar inicialmente el establecimientos de los mismos, porque si no están acostumbrados, es un nuevo hábito que hay que incluir en su funcionamiento anual y por todos es sabido que el establecimiento de un nuevo hábito siempre conlleva dificultades y resistencias, aún cuando va a ser beneficioso para esa comunidad de practicantes.

        ¿Tienen estructura organizativa para dar soporte a la realización del seminario?

        Esto es capital para ver si hay una organización que pueda sostener todo lo que implica la realización de los seminarios como se explica más abajo.

        ¿Cuáles son las metas que quieren conseguir a corto plazo?

        La respuesta a esta cuestión va a demostrar el interés y los anhelos en un futuro inmediato, cosa a tener muy en cuenta para realizar una planificación realista y ejecutable.

        ¿Qué supone para ese Dojo anfitrión el querer practicar con la corriente de Aikido del Sensei invitado?

        Esto va a desmostar el interés que tienen en el trabajo del Sensei que quieren invitar y en la metodología que aplica. También va a mostrar si lo tienen claro o no, porque cuando uno inicia un trabajo con otro entorno distinto, está más que demostrado en el mundo del Aikido que va a ver suspicacias y problemas con los vínculos que se tenían antes.

        ¿Cuáles son las mayores fortalezas y debilidades que actualmente posee esa comunidad?

        Todo el mundo tiene cosas positivas y cosas a mejorar, el conocer una y otras va a ser muy útil para implantar las dinámicas en todos los campos del seminario.

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        ¿Están siguiendo el trabajo de algún Sensei en la actualidad?

        Esto es clave para saber si se quiere seguir el trabajo del Sensei que quieren invitar o simplemente es plantear un seminario como se desarrolla en el punto 4ª.

        ¿Qué es lo que buscan con la enseñanza del Sensei que quieren invitar?

        Es bueno que se concrete qué es lo que se quiere, al menos inicialmente, para así poder enfocar mejor la planificación de todos los contenidos que se van a impartir.

        ¿Qué es lo más que les gusta del actual sistema que tienen? Y ¿qué es lo que quieren cambiar?

        Las personas están acostumbradas a funcionar de una determinada manera y dentro de ese funcionamiento tienen cosas positivas que pueden ser importantes para la nueva dinámica. El hecho de conocer lo que se quiere cambiar ayuda mucho a concretar los objetivos en el nuevo plan.

        ¿Cuáles son las razones de por qué han elegido el trabajo del Sensei que quieren invitar?

        Esta parte también es clave, porque va a demostrar qué es lo que les cautiva y cuál es la atracción que tienen.

        ¿Han tenido algún contacto con su enseñanza?

        Esto es relevante, porque no es lo mismo que haya una recomendación de alguien de confianza para invitar a tal Sensei, que ya se cuente con una vivencia presencial por parte de algunos miembros de esa comunidad de practicantes, el contacto, la comunicación y el inicio de los preparativos es completamente distinto en uno y en otro caso. Y por contacto previo, no se entiende las visualizaciones en el canal de YouTube del Dojo, o las visitas a la Web del Sensei, es necesario que hubiese habido un contacto presencial en algunas de sus actividades.

        ¿Qué es lo menos que les gusta del trabajo del Sensei que quieren invitar?

        No todo puede gustar de un planteamiento, el saber qué es lo menos que les atrae es tan importante, como saber lo más que les gusta, de esta manera se tiene un conocimiento más propio para enfocar mejor la energía y los planteamientos.

        ¿Qué asistencia se prevé para la realización del seminario?

        Es un aspecto clave para la producción y la realización del curso, porque si no hay un número mínimo de estudiantes, está claro que no se va a poder realizar. Otro de los aspectos a contemplar es, cuánta es la distancia que hay desde la residencia del Sensei al Dojo que cursa la invitación, porque eso también condiciona los gastos para la organización.

        ¿Qué fecha tienen prevista para comenzar?

        Esto es un acto de concreción mental, también demuestra el interés y la inclinación por evolucionar con el trabajo del Sensei que invitan. Por otro lado, esto da realismo para comenzar a realizar los preparativos, porque no es soplar y hacer una botella, organizar las cosas lleva su tiempo y si se quiere hacer bien, lleva mucho más tiempo todavía.

        ¿La organización del Seminario es solo para un Dojo o hay más Dojos interesados en asistir?

        Es importante concretar y saber cuántos colectivos van a participan en la asistencia al seminario, por muchas razones: por la producción del mismo, por la organización, por el espacio que se va a necesitar, etc.

        Con este cuestionario contestado, se recaba una buena información para hacerse una buena composición de lugar y poder actuar en consecuencia, así no se malgasta el tiempo, la energía, ni los recursos por ambas partes.

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        Partiendo de la base de que se quiera y sea factible realiza el proyecto, es necesario confeccionar los equipos de trabajo que van a llevar adelante la empresa y éstos tienen que estar tanto en la producción como en la ejecución del seminario, porque, se necesitan para poder poner en marcha el proyecto y para poderlo ejecutar con eficacia en todos los campos.

        Un equipo de trabajo es un conjunto de personas que trabajan codo con codo para sacar un proyecto adelante y la razón de ese vínculo, -en el caso que nos ocupa-, es por la pasión y/o simpatía que comparten por el Aikido o por el Dojo donde se realiza.

        Por esa razón, lo primero que hacen es definir lo que quieren hacer y cómo hacerlo, para ello se escogen a las personas en función de sus conocimientos y de sus habilidades, que a su vez, son colocándolas en los puestos que vayan más acorde con sus capacidades, para así poder sacar el proyecto adelante con el máximo rendimiento y éxito posible.

        Las reglas de oro para la buena marcha de los equipos de trabajo en sus respectivas áreas son: la comunicación con inmediatez, la buena organización del trabajo a realizar, la temporización para las diferentes tareas y el cumplimiento de la responsabilidad adquirida por los distintos grupos que lo conforman y llevan adelante el proyecto.

        ¿Quiénes compondrían los equipos de trabajos en los diferentes departamentos y cuáles serían sus roles para la organización de un seminario de fin de semana?

        El Sensei encargado de la enseñanza, que es el responsable de estructurar y confeccionar la instrucción que van a recibir los asistentes al curso. Otra de las funciones en las que puede colaborar, es en la de consejero organizativo, porque goza de más experiencia, también porque aunque los entornos donde se celebran los seminarios sean diferentes, es seguro que hay problemas comunes a cualquier curso que siempre van a salir al encuentro de la organización y por ese bagaje que posee, sabrá aportar posibles soluciones y variadas visiones al director y al equipo de gestión del proyecto.

        El director del proyecto debería ser el instructor del Dojo anfitrión, que es el coordinador general del todo el proyecto. Otra opción es que si hay más de un Dojo implicado en la participación de un seminario de fin de semana, sería bueno que los instructores de esos Dojos participaran en las labores organizativas, teniendo roles y responsabilidades distintas dentro de la organización del evento, incluso, si se llega a estabilizar ese seminario en un futuro a largo plazo, la dirección del mismo pudiera ser rotativa, así ya no solo se beneficiarán de la experiencia que se va acumulando edición tras edición, si no de las distintas aportaciones que cada uno de los instructores de esos Dojos pudiera hacer para mejorarlo aún más, por ejemplo, esto es totalmente aplicable cuando son Dojos filiales.

        El equipo de gestión del evento serían los Sempais y simpatizantes del Dojo anfitrión, que lo primero que tienen que hacer junto con el director del curso, es concretar cuántos equipos de trabajo se necesitan para llevar adelante la empresa, y luego, distribuir a las personas en las distintas áreas en función de sus capacidades, por ejemplo: responsables para publicitar la actividad, responsables para la gestión de las inscripciones, responsables de la mesa de bienvenida, los responsables de hacer las grabaciones y el montaje de los vídeos del seminario, responsables de los servicios complementarios, los traductores, responsables del equipo de limpieza y ordenación del tatami, responsables de los guías para los acompañantes, etc. Son muchos los apartados a organizar y a controlar en un seminario de fin de semana, que haya más o menos grupos y/o apartados trabajando juntos, eso estará en función de la calidad que se ofrezca y de la envergadura del evento que se quiera hacer.

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        Personal de apoyo en áreas específicas, puede que una o dos personas no puedan asumir el llevar una determinada área, por ejemplo, el equipo de limpieza y ordenación del tatami, en estos casos, -como en otros más-, hay que contar con personal de apoyo que ofrezca su ayuda para que ese equipo sea eficaz en su responsabilidad y que los demás puedan gozar de un entorno pulcro y agradable para realizar la práctica en armonía; así con cada grupo encargado de una parte de la organización global.

        También se puede dar el caso, de que haya personas que no tengan una disposición a tiempo completo en la organización del curso, pero sí parcial, por ejemplo, los guías de las actividades complementarias, que ofrecerían su ayuda en días y horas concretos, en esos casos, solo es cuestión de organización y de coordinación con el equipo que lleva esa parte, para que les indiquen cuándo pueden hacer su contribución participativa en la organización.

        Quiero hacer una mención especial a los simpatizantes del Dojo, que se les incluyo en el equipo de gestión porque pueden ser de un perfil muy amplio, aunque no sean practicantes, pueden ser expertos en determinadas funciones que serían de una ayuda inestimable para la buena marcha del proyecto, por ejemplo, personas jubiladas y/o desocupadas, que aparte de apórtales una interacción social con gente muy diversa de la que asiste al curso, van a sentirse útiles y pueden aportar su gran experiencia tanto profesional como vital para realizar el proyecto con éxito.

        Proveedores, en un seminario siempre hay que hacer compras, pudiera darse el caso que algunas las tengan que realizar los responsables de determinadas áreas que vaya con su función, por ejemplo, el equipo de limpieza necesitará productos e instrumentos para realizar su labor, pero quizás haya otras áreas donde se necesitaría personal externo a la organización del seminario, por ejemplo, en el caso de que se necesite: un catering, un restaurante, transporte para el tatami, etc., y ya no digamos si la organización decide hacer una fiesta de clausura del seminario, porque aparte de las compras, habrá que buscar un cocinero con sus ayudantes respectivos para que todo esté listo y organizado al acabar el curso para que todos puedan departir disfrutando. Siempre hay que contemplar ésta posibilidad de los proveedores, a más, este personal externo a la organización de un seminario quita mucho trabajo, presión y estrés al director y al equipo de gestión.

        Miembros asociados, como mencioné más atrás, puede que no solo un Dojo participe en el curso, quizás sean varios y si quieren tener un papel más activo y participativo en la organización, es bueno darles cabida como comente antes en el apartado del director del proyecto, que no solo puede ser extensible a sus instructores, se puede ampliar a los estudiantes de los mismos y hacer un proyecto conjunto, cosa que hay que concretar desde el mismo momento que se asuma realizar la empresa por todas las partes que la quieran llevar adelante.

        Existe la posibilidad también, que haya entidades que participen como sponsor del evento, tanto instituciones como empresas de la localidad y está claro que esos recursos allanan mucho la producción del seminario, porque no se apoya en un solo pilar (el de los alumnos asistentes) y en ese tipo de colaboración todos salen ganando si están bien pensadas y bien estructurado el evento. Ésta parte la tienen que tener muy en cuenta el equipo que lleve la producción de la empresa.

        Los equipos de trabajo junto con la correcta coordinación de los mismos son indispensables para llevar a buen término los seminarios de fin de semana, de hecho, muchos cursos no se realizan bien porque no poseen equipos de trabajos organizados, independientemente del número de asistentes al mismo, y es obvio, que cuántos más estudiantes concurran a un seminario más necesarios se hacen.

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        1.2 Definir las metas en cada uno de los años, partiendo del supuesto que se va a realizar más de una edición, habría que concretar lo que se va a realizar cada año, por ejemplo, eso bajo nuestra metodología sería poner las bases con nuestros tres primeros niveles en esos 3 años iníciales y éstas están dentro de nuestros contenidos didácticos de , y 4º Kyu, más las actividades internas como pueden ser la meditación, el Chi-Kung, la Hatha-Yoga, etc.

        Porque en nuestro caso particular, son parte integrante del proceso de desarrollo del alumnado. Por ejemplo, con la práctica de la Hatha-Yoga, que según nuestro criterio es fundamental para tener una mejor flexibilidad corporal dado el Aikido que hacemos, otro aspecto, puede ser el trabajo con la respiración, elemento que trabajado en el calentamiento llevan al alumnado a entender mejor otras facetas muy relacionados con el Aikido, como por ejemplo en los Ukemis. Con la meditación pasa lo mismo, es un ingrediente clave para desarrollar y cultivar la atención – concentración, que es prioritaria para ejercitarse correctamente en la práctica; y así con muchos puntos de nuestra metodología aplicada a la enseñanza, que sin duda alguna son factores que van a contribuir para realizar un Aikido de más calidad.

        1.3 Ver qué niveles hay y qué cantidad de alumnos componen cada uno de ellos, este apartado es una parte importante para establecer las diferentes dinámicas dentro de cada seminario. Porque si hay niveles superiores a los descritos antes en el punto 1.2 (como si se establecen otro tipo de niveles), habría que estructurar otros contenidos adecuados a los conocimientos de esos estudiantes para dar respuestas a esas necesidades que tienen.

        La investigación que se ha realizado en el punto 1.1 también nos va a servir aquí como referencia para informarnos de la realidad de ese entorno concreto. Porque si hay muchos estudiantes con el mismo nivel, eso va a facilitar la configuración de los grupos de práctica de una determinada categoría de practicantes, por el contrario, si hay muchos estudiantes con niveles distintos, hay que configurarlos por cercanía en cuanto a sus conocimientos, por ejemplo, si hay 15 alumnos de 6º Kyu y 10 alumnos de 5º Kyu, pueden formar un grupo adaptando los contenidos didácticos de esos dos niveles cercanos. Si por otro lado, hay 20 alumnos de 4º Kyu y 5 alumnos de 3º Kyu, también se forma otro bloque y con los contenidos adaptados a su realidad, de esta manera se confecciona un seminario con distintos niveles adecuado a las realidades y a las capacidades actuales de los asistentes.

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        1.4 Ver con qué recursos se cuenta, esto es un aspecto muy significativo, porque es necesario saber: si se posee de una estructura organizativa para llevar adelante el proyecto como mencioné antes, porque si no, el Sensei responsable de impartir la actividad tendrá que aportar la suya y si ninguno de los dos posee una estructura organizativa, habrá que crearla para dar un buen servicio a todos los asistentes; en qué condiciones está la instalación donde se va a realizar la actividad: accesibilidad, vestuarios, duchas, espacios para los descansos, aparcamiento, etc.

        El aforo del tatami, porque es un elemento que condiciona muchas cosas, no es lo mismo realizar un seminario con 25 personas, que con 50; la estimación de cuántos alumnos van a seguir esa planificación en esos 3 años iníciales, porque esto condiciona el aspecto de la producción, tanto de la primera edición como de las sucesivas si las hubiera; ver la posibilidades de actividades complementarias, tanto para los asistentes a los seminarios en su tiempo libre, como para los posibles acompañantes, etc.

        Son muchos las aspectos a concretar en la organización de un seminario, estos pueden ir desde: los técnicos, los organizativos, al igual que los lúdicos, por esa razón es primordial saber con qué recursos se cuenta para poderles sacar la máxima rentabilidad y en el caso de que no hubiera, habría que buscarlos en el entorno de celebración del curso, porque todo entorno siempre tiene sus atractivos y sus recursos.

        1.5 Dividir los objetivos generales que se pretenden alcanzar en cada uno de los años. Digamos que esta es la parte global del plan, por ejemplo, el primer año, se desarrollaran los contenidos de 6º Kyu, también se da a conocer al Sensei, su trabajo, su metodología, etc.; en el segundo año, los de 5º Kyu; y en el tercer año, los de 4º Kyu. Si hubiera un segundo plan para acceder a un estadio más avanzado de la formación, entonces se abordaría un segundo proyecto con los niveles de , y 1º Kyu, que dentro de nuestra base es el aspecto más avanzado de la formación del Kihon, o de la que cada uno tenga según la organización que posea. Y ya a medio plazo, habría una tercera planificación para los niveles más avanzado que son los de Yudansha.

        Planificaciones superiores para largo plazo, serían solo para instructores, donde no solo entran aspectos técnicos, -más que nada refinamiento de las bases técnicas junto a las variaciones y combinaciones de la Waza-, sino que también entran elementos de la enseñanza: planificación y gestión de un Dojo; organización de las sesiones de formación; estructuración de las actividades, los seminarios, los intensivos; organización y gestión de los grados, etc. Como se puede apreciar, dependiendo de para quién y del nivel que se quiera abordar con los estudiantes, se tienen que dividir y enfocar de distinta manera los contenidos que se van a impartir en los seminarios de fin de semana.

        Volviendo otra vez al ejemplo de base que se ha puesto como muestra, es muy importante que los participantes tengan en el primer seminario las líneas maestras globales del trabajo que se quiere afrontar en este corto plazo de los 3 años, esto ayuda no solo a que el alumnado se focalice en los objetivos técnicos generales, sino también en la adquisición del compromiso, la reserva de su tiempo, al igual que disponer de los recursos necesarios para poder afrontar dicha empresa.

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        1.6 Concretar los objetivos que se van a realizar en el seminario anual y en el caso de que hubiera más de uno, qué contenidos se van a realizar en cada uno de ellos. Antes en el punto 1.5 se perfilaron las metas generales, ahora en esta sección hay que coger cada uno de esos apartados y desgranarlo confeccionando, primero, saber si se hace uno, dos o más seminarios por año, sabido eso, el siguiente paso es abordar la planificación de los contenidos didácticos que se van a impartir en cada uno de ellos.

        Tanto en el enfoque del calentamiento, de los ejercicios de base, en el trabajo con la mano vacía, en el trabajo de las armas, tanto del Jo como del Ken, en la meditación, en el Chi-Kung, etc.

        Entonces, llegados aquí tenemos que afrontar la elaboración de las unidades didácticas para los seminarios anuales, que se deben de componer de:

        La descripción, en ella hay que detallar el nivel de trabajo que se va a desarrollar (6º, 5º ó 4º Kyu), al igual que cada uno de los elementos que se van a practicar, como el estado o método con el que se va a realizar el Keiko. También es importante destacar el número de sesiones que se van a realizar por día y su duración.

        Los objetivos, los cuales hay que especificarlos y concretarlos para saber que se quiere lograr en cada uno de los contenidos didácticos que se van a practicar, por ejemplo, qué se pretende conseguir con los desplazamientos, qué aplicaciones tiene el ejercicio de Morotedori Kokyu Ryuku Yoseiho, Omote, Ura que está en 5º Kyu y dónde y cuándo se puede aplicar, etc., así con cada uno de los elementos que se programen.

        Los contenidos, aquí hay que concretar cada una de las piezas del nivel elegido, junto con las dinámicas con respecto a los contenidos didácticos que se planifiquen, por ejemplo, dentro de los desplazamientos, si hay alumnos con el nivel de 6º Kyu, lo deben de hacer con Shomenuchi o en un nivel más bajo, -depende de su momento de comprensión de los desplazamientos-, tanto con el Ken como con el Jo. Pero en el caso de que hubiera estudiantes con el nivel de 5º Kyu, los tendrían que hacer en Yokomenuchi, que es un trabajo superior al de 6º Kyu, no solo con los desplazamientos, sino con el posicionamiento del Hanmi para realizarlos, el del Time, el del Ma – ai, etc. Pero lo que sí comparten es la misma franja de tiempo para realizar estos ejercicios concretos; como mencioné más atrás, hay que dar respuesta a todos los niveles que concurren al seminario acorde a su estado de evolución, por esa razón se adaptan los contenidos didácticos a las distintas necesidades planificándolos previamente.

        Lo mismo ocurre con la mano vacía, se pueden establecer niveles de ejecución en función de los conocimientos y de las necesidades que cada grupo de alumnos precise, para así favorecer su aprendizaje y la integración de los contenidos expuestos en ese seminario concreto.

        Hacer planteamientos conjuntos que sobrepasen los niveles y los conocimientos de los participantes en un curso de fin de semana, es estar malgastando los recursos y el tiempo de los participantes, por otra parte, las personas que asisten no salen satisfechas, un ejemplo simple, plantear conjuntamente un trabajo sobre Juji garami junto con Koshinage con los ataques desde Morotedori y en Ushiro ryotedori mezclando los niveles de 5º Kyu y los de 2º Kyu es toda una locura, porque se van a ver frustradas las expectativas de los de 2º Kyu, porque no van a poder trabajar con soltura y va a ser muy peligroso para los de 5º Kyu, porque no podrían afrontar el Ukemi con solvencia. Sería mejor realizar técnicas más básicas para los de 5º Kyu con esos ataques para ir enfocándoles a ese trabajo superior y a los de 2º Kyu, programarles un trabajo intenso sobre ese repertorio técnico. Así cada cual saldría satisfecho, habría aprovechado el tiempo e invertidos sus recursos de forma rentable.

        Todos los aspectos que se vayan a trabajar en el seminario son claves comunicarlos en la introducción que realiza el Sensei antes de comenzar con el trabajo sobre el tatami, al igual que contestar todas las dudas del alumnado. Por otro lado, es de obligado cumplimento colgarlos en la Web donde está la información del curso, para que todos los asistentes estén perfectamente informados de lo que va a acontecer y cómo van a ser las dinámicas para los distintos niveles.

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        La secuenciación de los contenidos, en este apartado es prioritario que todos los contenidos que se practiquen tengan un hilo conductor, eso ya lo tiene que establecer el Sensei en su planificación, según lo que pretenda conseguir y las carencias o necesidades que puedan tener los estudiantes.

        Esto es un aspecto clave tanto para el buen desenvolvimiento de todo el curso, para la motivación de los asistentes y para la buena asimilación de los contenidos.

        Por ejemplo, como inicialmente se realizó un trabajo con los desplazamientos con las armas, es importante remarcar cómo van a ser rentables en la mano vacía y la eficacia al aplicarlos con esa base previamente practicada.

        De esta manera, el alumno puede conectar cada una de las piezas que practica dentro del conjunto del seminario, al igual que en su recapitulación final y ello va a contribuir a que tenga una mejor asimilación - comprensión de todos los contenidos impartidos.

        Los recursos materiales, son una parte importante para la buena marcha de los seminarios, por ejemplo, no se podría afrontar el trabajo de las armas si cada alumno no tiene las suyas propias para practicar los diferentes ejercicios que se planteen.

        Otras de las cosas que habría que prever es si se van a utilizar implementos, bien sea individualmente como en parejas, hay que asegurarse que debe de haber suficientes para que todos los asistentes y así poder seguir la dinámica del curso sin que nadie esté parado y ocioso.

        Es importante en el sondeo inicial (punto 1.1) ver si se cuenta o no con el respaldo del alumnado para poder cubrir los gastos que ocasiona el seminario en todos los campos, porque si no se cuenta con el apoyo mínimo es imposible realizar el evento.

        En los seminarios hay que tener muy presente la hidratación y muy especialmente si es verano, como las hipoglucemias de los asistentes. Estos factores de riesgo se pueden solucionar si hubiera una buena organización que ofreciera unos servicios complementarios que contribuyan con un plus superior de calidad en los cursos que se organizan, que sin duda alguna, ayudaría a paliar todos estos problemas que pueden surgir en la ejecución del evento. Esto marca mucho la diferencia en una entidad que se preocupa por el cuidado y la atención hacia los asistentes a sus seminarios y no como suele pasar hoy en día, que solo se mira sacar la mayor cantidad de euros posibles, con el menor esfuerzo sin pensar en las personas que van a realizar el seminario en el fin de semana. La concurrencia también debe ser consciente, que todos estos servicios tienen un coste y que se ofrecen para su bienestar, para su esparcimiento y para su confort, por esa razón deben de prever todos estos gastos en el presupuesto que tienen previsto para realizar el seminario.

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        La organización del espacio y del tiempo, si la conexión de los contenidos didácticos a lo largo de todas las sesiones era vital como mencioné más atrás, la organización del tiempo y del espacio no lo es menos. La temporización es clave para el buen rendimiento del alumnado, junto con el aprovechamiento al máximo del tiempo de práctica.

        Ver más abajo el punto 3º, Para concluir una planificación que se viene ejecutando desde hace tiempo, en el apartado de la temporización de un seminario. Por eso hay que dedicarle un buen espacio cuando toca realizar este apartado en la planificación, para hacerla de forma correcta, organizada y fluida, por ejemplo:

        

        

Cuestionario previo para la organización del espacio y el tiempo en un seminario de fin de semana

        

         ¿El día previo al seminario, el Sensei invitado hace o no conferencia sobre temas relacionados con el Aikido?

         ¿Se hace o no meditación? Y de hacerse, ¿cuánto tiempo se le va a dedicar?

         ¿Cuánto tiempo se le va a dedicar a la preparación y a la proyección mental para rendir en la sesión de Aikido (el Rei inicial)?

         ¿Cuánto tiempo se va a dedicar al calentamiento?

         ¿Se hace o no Chi-Kung? Y de hacerse, ¿cuánto tiempo se le va a dedicar?

         ¿Cuánto tiempo se le va a dedicar a realizar la introducción de lo que va acontecer en esa sesión en ese día?

         ¿Cuánto tiempo se le va a dedicar a cada ejercicio de base?

         ¿En cuánto tiempo se van a realizar las explicaciones centrales?

         ¿Cuánto tiempo le va a dedicar el alumno a practicar cada bloque de la Waza que se ha explicado en el centro, tanto en armas como de mano vacía?

         ¿Cuánto tiempo se le va a dedicar a los descansos?

         ¿Cuánto tiempo se le va a dedicar a la recapitulación final?

         ¿Cuánto tiempo se la va a dedicar al asentamiento de lo producido ese día y a la vuelta a la calma?

         ¿Cuánto tiempo se le va a dedicar para informar del enfoque de las sesiones de práctica del día siguiente?

         ¿Cuánto tiempo se le va a dedicar al Rei final?

        

        

        En cuanto al espacio, es importante saberlo aprovechar correctamente, sin que los estudiantes se estorben al practicar, de ahí que se sepa de antemano el aforo del tatami, para saber cuántos practicantes lo pueden usar cómodamente (ver más arriba el punto 1.4) y en el caso de que el aforo no coincida con el número mínimo necesario para cubrir los costos del seminario, habría que buscar otro entorno donde se le dé solución a las dos situaciones.

        Personalmente soy muy partidario de tener fecha de cierre para las inscripciones de los seminarios, eso ayuda mucho a la organización y a la coordinación de todos estos pequeños detalles y muchos más, que aunque no lo parezca son capitales, porque no es lo mismo, la realización de un seminario masificado en donde casi nadie puede hacer Ukemi, que otro donde las parejas de practicantes pueda trabajar de forma cómoda.

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        El control. Después de ejecutados los contenidos didácticos y pasado un tiempo, -en el siguiente seminario-, es importante recapitular sobre lo expuesto y lo que los asistentes han producido en su asimilación, más que nada para no construir un castillo de naipes, por esa razón, hay que contemplar varios campos en los cuales hay que realizar una supervisión.

        Para ello ver el punto 2º, “Para desarrollar o ampliar los contenidos que se vienen practicando desde hace tiempo en una planificación previa,” que está más abajo, donde se muestra una posible forma para afrontar el control de los contenidos didácticos impartidos en ese primer seminario.

        Eso por el lado de la enseñanza, por el otro, hay que someter a control toda la organización con sus diferentes partes y etapas, como la misma ejecución por si hubiera más ediciones poderla mejorar en un futuro venidero y aprender de los errores, por ejemplo: ¿todo el mundo se inscribió a tiempo? ¿Les fue fácil llegar al lugar de celebración? ¿Han sido buenas las dinámicas con los diferentes ejercicios? ¿Se conectaban bien unas cosas con otras? ¿Los practicantes fluían bien durante el Keiko? ¿Faltó algo que no se planificó? Es muy común cuando un instructor termina de impartir un seminario pasar página, coger el dinero y hasta la próxima vez, eso es uno de los mayores errores que se pueden hacer en la formación y con la responsabilidad de la instrucción de las personas que se tienen a su cargo, como en la organización de cualquier evento.

        El primero que tienen que sacar conclusiones de lo que ha impartido es el Sensei, luego, hay que oír a los asistentes, -yo soy totalmente partidario de realizar una encuesta anónima a todos los participantes y de todas las partes que han compuesto el seminario-, de esta manera, las futuras ediciones se afrontarían con mucha mejor perspectiva en todos los campos, porque hay que convertir los comentarios en acciones para dar mejores resultados y realizar mejoras en el funcionamiento y en la formación. Otro aspecto a tener muy en cuenta, es cuando un asistente a una edición de un seminario de Aikido, comprueba que en la siguiente celebración que asiste ve que su sugerencia se ha implantado en la mecánica del seminario porque era buena, eficaz y porque mejoraba la organización, esa persona aparte de convertirse en un colaborador habitual, va a ser un participante fijo, porque percibe que las recomendaciones que se hacen a la organización se tienen en cuenta para la mejora continua.

        Hasta aquí la planificación de las unidades didácticas, que son claves para desarrollar una enseñanza de calidad y no solo limitarse a realizar figuras en el espacio inconexas seminario tras seminario, desatendiendo de esta manera la evolución de las personas que dan sostén a esos cursos de fin de semana año tras año.

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        1.7 Elaboración de un cronograma para ver cuántos seminarios se van a realizar cada año y con qué separación de tiempo. Éste punto es clave para orientar bien la concentración tanto a corto, -ese primer año, medio, -los 3 años que se han focalizado como el objetivo general- y largo plazo, -en el caso de que se quiera ampliar más ediciones acabado los 3 años iníciales-, como los recursos de los estudiantes.

        Esto también elimina las improvisaciones, las sorpresas, el corre-corre, etc., por otro lado, demuestra que hay una buena organización con una planificación bien estructurada, bien pensada y bien llevada a lo largo del tiempo.

        También favorece y facilita la organización del alumnado, porque si hay varios entornos siguiendo el mismo plan, las personas pueden adaptarse mejor para seguir la planificación-evolución en su educación, porque si han perdido la oportunidad de asistir en un momento concreto a un determinado nivel y está programado realizar ese mismo nivel seis meses después en otro lugar, pueden orientan sus recursos y su concentración hacia esa fecha y hacia ese lugar para seguir progresando y no quedarse atrás por haber perdido la ocasión de realizar una de las fases de su formación.

        Con una organización bien hecha y correctamente estructurada, todo son ventajas para el alumnado por el aprovechamiento que se hace de los recursos, de la energía, del tiempo y de los conocimientos, esto también es provechoso para el Sensei responsable, porque puede dirigir con más eficacia la formación sin dejar a nadie atrás.

        1.8 Ejecutar el plan establecido con sus respectivas fases según se han planificado, esto es la consolidación de todo el trabajo que se ha venido estructurando a nivel teórico, si falla la ejecución, todo el esfuerzo, las expectativas y los objetivos que se pretendían lograr se van por la borda. Según los expertos, la ejecución se puede mover entre 3 ó 5 fases, eso va a depender de la complejidad y la envergadura del seminario, porque remitiéndome al punto 1.4, no es lo mismo ejecutar un seminario para 25 participantes, que para 50 o más en todos los campos, en la enseñanza, en la organización, como con los servicios complementarios.

        Dada la estructura que venimos desarrollando, para mí la ejecución se podría hacer en 3 fases: ejecución, supervisión y control y por último, la fase del cierre de la ejecución.

        En la fase de ejecución, es cuando el Sensei lleva a cabo el plan que tenia diseñado para el aprendizaje en sus diferentes apartados, los cuales tienen su orden, sus ritmos y su mecánica para hacer la enseñanza, didáctica, instructiva, divertida, dinámica y vigorosa.

        Por otro lado, se pone en práctica todos los servicios complementarios que acompañan a la práctica tanto para los aikidokas como para sus acompañantes, porque unos están dentro del tatami instruyéndose, mientras que otros andan por los alrededores del lugar disfrutando de las riquezas que el entorno les ofrece.

        En la fase de supervisión y control, se hacen los ajustes necesarios a los posibles imprevistos que pueden salir al paso. Es muy raro que en una ejecución no haya que hacer reajustes de algún tipo, un ejemplo muy simple, no se comienza puntual el seminario porque el que tenía que abrir el tatami se puso enfermo o tuvo un accidente viniendo de camino, -cosas como éstas hay que pensarlas y tenerlas previstas en la planificación para poder reaccionar con eficacia y a tiempo-; por parte del Sensei, al comenzar tarde, también tiene que hacer reajustes en la enseñanza, porque ya no se dispone del mismo tiempo que se había previsto de antemano, salvo que se pueda prolongar la hora de finalización, pero si no fuera así, está claro que reajustes hay que realizar.

        Pase lo que pase, siempre hay que reconducir la situación para volver a llevar el plan a su concepción inicial y seguir ejecutando el proyecto con los objetivos que se tenían previsto inicialmente, dicho de otra manera, hay que poner en práctica ese concepto tan importante en Aikido que se llama Musubi, o la adaptación a éstas circunstancias cambiantes e inesperadas, así se testa la capacidad que se tiene para ejercitarlo por todas las partes implicadas en la organización - ejecución del seminario.

        En la fase de cierre, se debe de concluir de una manera formal de acuerdo a lo diseñado previamente, por ejemplo, por parte del Sensei, ya se vio en la planificación de los contenidos didácticos más arriba, que se había previsto un tiempo para la recapitulación, aspecto clave, porque es la información más reciente y más fresca que van a recordar todos los asistentes al curso, por esa razón, hay que ser muy diáfano y resumir todos los aspectos esenciales de lo que se ha realizado para ayudar a la síntesis final del alumnado.

        Por otro lado, hay que emplazar y bosquejar a los asistentes de lo que va a constar la próxima edición a nivel de enseñanza, -si hubiera una nueva edición, claro-, en caso que no, pues una despedida formal con agradecimiento. Por parte de la organización, adelantar la información previa que deberían tener preparada para enmarcar el siguiente curso, -si se realizara, para dar continuidad al que se acaba de terminar-: fecha, lugar (si es el mismo o se va a cambiar), pre reservas de plazas, alguna novedad si la hubiera y que se pueda adelantar, etc.

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        1.9 Seguimiento de lo expuesto en el seminario con cierta periodicidad para ver los progresos de los asistentes. Esto es algo que debería ser normal, aunque hoy en día no lo sea. Consiste en que finalizado el primer seminario, -si se hace más ediciones para dar continuidad al trabajo iniciado-, se debería de realizar un seguimiento del progreso de los participantes, para ver cómo van madurando en todos los contenidos impartidos hasta que llegue la siguiente edición.

        Pero, ¿cómo se puede realizar esa supervisión y cada cuánto tiempo?

        El primero en velar por el progreso de los participantes en el seminario es el responsable que les instruye semanalmente, que debe vigilar y custodiar la enseñanza que ha impartido el Sensei que es su referente. Luego, están las herramientas tecnológicas: conexiones en streaming, compartir vídeos de partes claves de lo expuesto para que el Sensei los supervise, video – charlas puntuales para resolver dudas que se pueden encontrar al desarrollar los contenidos sin la presencia del Sensei, etc.

         Todo esto es dar valor a la retroalimentación, que consiste en dar una respuesta al estudiante en relación a su comportamiento – productividad y siempre teniendo en cuenta el potenciarlo para resolver sus dudas y sus problemas sobre lo impartido en el seminario, para ello nos servimos tanto de la retroalimentación positiva como de la negativa, que sería una parte de la planificación aunque no sea presencial, esto es:

        La retroalimentación positiva, está asociada al proceso de evolución, del cambio para la mejora, para crecer en lo realizado en el pasado seminario. El atestiguar periódicamente que se va por el buen camino, es vital para después no tener que desandar el camino con todos los problemas que lleva eso consigo, por ejemplo, en la siguiente edición, volver a repetir los mismos contenidos con el mismo nivel de la pasada edición, esto desde el punto de vista motivacional no es muy bueno según mi opinión aunque haya que hacerlo.

        Por otro lado está la retroalimentación negativa, que está vinculada al control y a la supervisión para que no degeneren los contenidos didácticos impartidos por el Sensei responsable de ese entorno, es decir, que no haga aparición la entropía en el proyecto que se está desarrollando. Porque si hace aparición el desorden y el caos, es lo que vemos hoy en día en la mayoría de los entornos del Aikido, porque una cosa es lo que hacen los alumnos en ausencia del Sensei después del seminario y otra muy distinta lo que debieron hacer según las instrucciones que recibieron del referente al que siguen, porque lo que suele pasar en la amplia mayoría de los Dojos, es que no producen lo que debieron haber producido una vez que él ha marchado del lugar de celebración del seminario hasta la próxima edición, ¡y por eso estamos como estamos!

        Tiene que haber un equilibrio entre ambas retroalimentaciones para llegar al próximo curso con las tareas bien hechas y con los objetivos alcanzados, hay que ser consciente que si se desarrolla bien éste apartado, el aumento de la motivación por todas las partes implicadas: estudiantes, instructor/es del entorno y el Sensei responsable, va a ser muy grande, porque esto es una espoleta que hace tanto implosión como explosión en el progreso y en la comunidad de practicantes. Vuelvo a reiterar, es muy desolador ver que en un determinado entorno que siguen el trabajo de un determinado Sensei (que por eso le han traído para que realizara y ampliara los conocimientos en ese fin de semana) y empleando tantos recursos, nada más acabado el curso y éste se haya marchado, no siguen persiguiendo los objetivos que él había planteado y como los estableció en ese seminario. También es triste ver, que por parte del formador, que no sea capaz de disponer de recursos pedagógicos para supervisar el trabajo que planteo y que me imagino que pretendía que diera fruto en el cuerpo y en las mentes de los estudiantes a los cuales inspira, forma y es su guía.

        En cuanto al tiempo para realizar éste seguimiento, si solo hay un seminario por año, se debería de realizar cada 5 meses. En caso de que hubiera dos seminarios al año, se debería realizar cada 2 meses. Con más de dos seminarios por año no hace falta supervisión en la distancia, porque si por ejemplo, se hace un seminario cada cuatro meses, esto se considera una evaluación continua y es muy fácil para el Sensei en un periodo de tiempo tan cercano como el de un cuatrimestre hacer un seguimiento in situ con el respectivo control del anterior seminario impartido. En todos los casos, el seguimiento es una forma para el responsable de la formación de estar al tanto de cómo van mejorando en el trabajo propuesto los estudiantes y esto le ayudará a configurar con más precisión la siguiente edición, así todos salen beneficiados y siguen evolucionando conjuntamente.

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        2º Para desarrollar o ampliar los contenidos que se vienen practicando desde hace tiempo en una planificación previa.- Hay que seguir profundizando en el trabajo que se ha planteado en la primera edición del curso, por esa razón es necesario seguir realizando los seminarios sucesivos hasta concluirla.

        Lo primero que hay que hacer en ese entorno determinado y con ésta 2ª edición, es establecer un sistema de control, (que también puede tener un enfoque de repaso), para constatar que se han asimilado los contenidos que se han impartido con anterioridad y así proyectarse en el futuro con una buena base. Éste control se puede hacer de una manera muy simple, por ejemplo:

        

        

Dinámica para la realización de los controles en los seminarios de fin de semana

        

         Antes de comenzar afrontar los nuevos contenidos didácticos, el Sensei recuerda la realización del control. Dicha información sobre la revisión de los contenidos impartidos, debe estar disponibles para los asistentes en la información del seminario para evitar malos entendidos y estudiantes sorprendidos.

         Separa en el tatami en dos, una parte para los que asistieron al seminario anterior y la otra para los que vienen por primera vez.

         Acotar un tiempo después del calentamiento para realizar el control a los que vinieron antes y a los que asisten por primera vez, se les pone un ejercicio para que lo vayan realizando hasta que se incorporen a la dinámica normal todos juntos.

         El control se realiza cuando el Sensei enuncie los contenidos que se impartieron, luego, los estudiantes hacen y los va valorando verbalmente si se ajustan a la correcta ejecución y a los niveles que se habían planteado en el anterior seminario.

         También hay que hacer una valoración global de lo producido y si no se ha alcanzado el nivel mínimo, se vuelve a repetir en esa segunda edición del seminario la planificación que se dio en el primero, hasta que al menos el 80% de los asistentes hayan asimilado los contenidos impartidos.

        Para éstos controles sería muy bueno que el Sensei dispusiera de una ficha donde vaya anotando: mal, regular, bien, muy bien, excelente y sus cortos comentarios a la calificación de los diferentes contenidos didácticos supervisados; también le serviría de contraste al concluir la 3ª edición para ver la línea de progresión en cada elemento.

         Otra opción no tan invasiva en el horario del seminario, -y para mí la ideal-, es realizar el control el día antes del curso y solo a los que asistieron el año anterior. El problema con ésta solución es que puedan estar todos los estudiantes que asistieron a la 1ª edición.

         En todos los casos, es importante que se grave en vídeo dicho control y hacerlo llagar a todos los participantes, bien para que se motiven con los logros adquiridos o que tomen medidas para superar los objetivos planteados.

         Es importante que el Sensei comunique dónde está la falla, en el caso de que ese 80% no supere las expectativas mínimas.

        

        

        Con dinámicas así, las sinergias y los compromisos que se generan son muy poderosos y las personas se sienten satisfechas a la vez que ven seriedad en la enseñanza - instrucción, porque pueden constatar que van evolucionando. En caso contrario, deberían plantearse por qué no lo hacen o dejar de asistir a dichos seminarios porque puede que este tipo de planteamientos no vaya con su psicología o con sus aspiraciones, por ejemplo, cuando se va a realizar turismo por parte del alumno y como complemento a ese viaje y aprovechando la coyuntura se hace el seminario, está claro que con esa filosofía si se viaja con asiduidad y se practica de esa manera no hay producción ni rendimiento, porque es más un esparcimiento que el seguimiento de una formación con seriedad y con continuidad.

        Eso no quita que pueda haber inspiración, que se despierte la motivación y el compromiso para seguir los planteamientos que vio al asistir a ese seminario de una forma lúdica en un futuro cercano.

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        ¿Qué es lo que se busca en una segunda edición en los seminarios?

        Lo primero es seguir ampliando el plan que se ha estructurado previamente y del que los alumnos solo conocen la introducción y las líneas maestras, pero no su desarrollo integral. Así que hay que seguir exponiendo los distintos contenidos didácticos para llegar a la meta que se ha planteado de antemano.

        Como en la primera edición ya se pusieron las bases, ahora toca el desarrollo de manera más profunda de los contenidos del nivel que toca, así se va avanzando y conquistando nuevos horizontes dentro de la formación y del plan. Salvo, como mencioné más atrás, que en la prueba de control de los contenidos impartidos en la primera edición no se haya llegado a una asimilación mínima por parte del 80% del alumnado, que en esas circunstancias, habría que repetir los mismos contenidos y con el mismo nivel que en la pasada edición.

        En ese caso, ¿cuál debería ser la actitud del estudiante?

        Si no le gusta volver a repetir los contenidos, entonces habría que preguntarle si entendió correctamente el espíritu y el plan que se expuso en la primera edición, en caso afirmativo y aclarada la primera interrogante, se pasaría a interpelarle sobre, ¿cuáles han sido las razones de que en el tiempo transcurrido de un curso a otro, no haya puesto la voluntad y el esfuerzo necesario para alcanzar los objetivos que se marcaron?

        Si aceptara de buen grado el volver a repetirlos, habría que hacerle saber que es una oportunidad única, porque no se puede estar curso tras curso impartiendo los mismos contenidos para las mismas personas y con el mismo nivel, porque entonces, ¿dónde está el espíritu de superación personal y la evolución de los contenidos didácticos?

        ¿Y si aún con la segunda edición y repitiendo los mismos contenidos solo hay un 50% que sí han llegado a cumplir las metas y otro 50% no?

        Como decía Ulpilano, “Suum cuique tribuere - Dar a cada uno lo suyo,” porque creo que es de justicia el hacerlo. Si se llega a ese punto de no haber alcanzado las metas ni tampoco el nivel previsto por el 80% del alumnado después de volver a repetir los mismos conceptos en una segunda edición, está claro que hay que reaccionar ante ese problema y buscar una solución práctica y beneficiosa para todo el conjunto, son decisiones que tiene que tomar el Sensei que dirige el proyecto y que debería tener previstas con anticipación.

        Yo plantearía una estrategia revulsiva con feed-back para el alumnado como penúltima alternativa y es la de realizar dos seminarios en uno, me explico:

        

        

Estrategia revulsiva con feed-back

        

         Se divide el tatami en dos, una parte para los que no han alcanzado los objetivos y otra para los que sí lo han logrado.

         Habría tiempos comunes para ambos, los de la temporización en las diferentes fases del seminario.

         Pero cada cual está realizando sus contenidos respectivos, por ejemplo, hay alumnos que están trabajando elementos de base de 6º Kyu y otros los de 5º Kyu. De esta manera no hay interrupción en la mecánica del curso y cada cual está perfeccionando lo suyo.

         En la explicación central con la Waza (en la técnica) hay que realizar dos dinámicas que no se pueden juntar, mientras unos están practicando lo que les corresponde y que se les ha mostrado previamente, otros están prestando atención a la explicación que da el Sensei y viceversa.

         De ésta manera no hay confusión sobre lo qué se tiene que hacer y cómo hacerlo en cada uno de los casos.

        

        

        No es recomendable hacer dos seminarios en uno con menos del un 50% del alumnado que no haya llegado a conquistar los objetivos planteados. Si se llega al punto crítico de tener menos del 50%, habrá que aplicar la última estrategia de estimulación en ese ámbito, que es rescatar a los alumnos que son más válidos por haberse esforzado en desarrollar el proyecto y emplazarles a otro entorno para que sigan con su evolución, porque está claro que todos los demás son lúdicos, o lo que es lo mismo, hacen Aikido por divertimento y por pasar el tiempo, pero no por evolución ni por transformación, tanto técnica como personal. Con perfiles así, solo se puede ganar dinero y hacer turismo, pero no se puede construir una enseñanza y menos aún hacer Dojo.

        Si todo el mundo se ha hecho responsable de su parte y han llegado a sus objetivos (Ai = armonía), como el anterior año se han puesto las bases previas, ahora toca ampliar y desarrollar la parte central del proyecto, -recordemos que el ejemplo que estamos utilizando es el de 3 años, pero vale para cualquier margen temporal establecido con anterioridad-, eso significa en cuantos a los contenidos didácticos, que hay que desarrollar la parte más fuerte para afianzar lo anterior y potenciar la futura edición que sería la del final.

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        3º Para concluir una planificación que se viene ejecutando desde hace tiempo.- Otra posibilidad de realización de un seminario es para concluir un plan que se ha venido realizando durante un tiempo. Llegados a este punto, lo primero que hay que hacer es el control de la 2ª edición, se parte de la base que se han conseguido los objetivos de esa segunda parte y se afronta la recta final del plan.

        Así que en el proyecto general, de entrada hubo una fase de iniciación (el primer curso), luego se paso a una de desarrollo (el segundo curso) y ahora se afronta la de consolidación de todo el plan estructurado.

        Lo primero que hay que remarcar aquí, es que si se han hecho bien las cosas, hay una gran satisfacción por parte del alumnado del trabajo realizado y la razón es muy simple, porque ven los frutos de su esfuerzo y de su compromiso, con eso, ésta tercera edición es imparable, cosa a tener muy en cuenta por parte del Sensei, para saber gestionar de forma rentable esa energía tan creativa y productiva.

        En ésta recta final, digamos que está lo más avanzado o el desarrollo de la forma más depurada de todos los contenidos didácticos planeados en esas tres ediciones, por ejemplo, en los desplazamientos, en el primer curso se realizaron en Shomenuchi (nivel de 6º Kyu), en el segundo en Yokomenuchi (nivel de 5º Kyu) y ahora tocaría trabajar con el ataque de Tsuki (nivel de 4º Kyu) ¡que es todo un reto! Porque hay que tener un buen dominio del Kamae, tener un claro conocimiento de cada uno de los desplazamientos, tener bien integrado el uso del eje, tener asimilada una buena de reacción con Time, etc. y así con todos los demás elementos de la planeación realizada.

        Hay que contemplar y ser consciente de que en cualquier proyecto de esta envergadura, se necesitarían seminarios de refuerzo y de apoyo, ¿qué quiere decir eso? Me explicaré: casi seguro que en los bloques de los contenidos didácticos de 5º Kyu y en los de 4º Kyu, es totalmente necesario promover el soporte y el sostén de cursos complementarios para que los alumnos los puedan integrar, quiero decir: en un seminario de 3 horas de duración por día en un fin de semana, la temporización del conjunto del seminario para poder realizar la práctica y desarrollar los contenidos didácticos propuestos sería la siguiente:

        

        

Temporización de las fases en las sesiones de un seminario

        

         2 min del Rei inicial, con el ejercicio de unificación para afrontar el trabajo.

         10 min de ejercicios de respiración y el calentamiento.

         15 min de ejercicios básicos.

         10 min de desplazamientos.

         60 min de trabajo con las armas.

         15 min de descanso.

         60 min de trabajo con la mano vacía.

         5 min de recapitulación de lo realizado en ese día.

         3 min del Rei final, con el ejercicio de asentamiento de lo practicado en esas tres horas.

        

        

        No se puede exprimir más el tiempo si se quieren tocar todos los apartados necesarios para la evolución de los estudiantes, también hay que tener en cuenta que en 1h de trabajo con la Waza, -bien sea con las armas o con la mano vacía-, empleando 15 min de tiempo para la explicación central, más la posterior practica del alumnado, -5 y 10 min respectivamente-, eso nos da 4 técnicas por día en cada apartado, es decir, un total de 8 técnicas en el fin de semana en cada una de las dos secciones. En un bloque como el de 5º Kyu que consta de 36 elementos solo en la mano vacía, está claro que con un solo seminario de fin de semana no se van a poder abordar todos los contenidos, de ahí la importancia de los seminarios de refuerzo y de apoyo.

        Para los que argumentan que los controles en los seminarios es una pérdida de tiempo porque se hacen eternos, aquí verán que los contenidos a controlar no son demasiados, quizás piensan eso porque tienen en mente todos los elementos que se piden en un examen, que eso ya es otra historia, al menos en nuestro Dojo. El tiempo estimado para un control de un seminario que se ha impartido previamente no debe de exceder de 30 min, es un tiempo más que suficiente para realizar una valoración dinámica y concreta de los contenidos didácticos que los estudiantes han tenido que integrar, también habría que recordar aquí, el seguimiento del que dispone el Sensei con la supervisión que ha realizado con las dos retroalimentaciones de un seminario para otro.

        Como se ha visto con anterioridad (al igual que en el punto 1.6), en los bloque de 5º Kyu como en los de 4º Kyu, se van a necesitar seminarios de refuerzo y apoyo para completar cada bloque formativo, por eso al comienzo, en el punto 1.5 es clave, ver, decidir y planificar cuántos seminarios de refuerzo y de apoyo se necesitarían para completar cada uno de los niveles, porque con toda seguridad será necesario programarlos. Siempre hablando de una planificación que tiene como aspiración el de formar y con la intensión clara de hacer evolucionar al alumnado, porque si es para hacer turismo, con 4 técnicas mal hiladas pero ejecutadas de forma circense para obnubilar a la audiencia en cada uno de los 3 seminarios, es suficientes para dar una bonita imagen sin contenido, sin implicaciones docentes y a la vez realizando un buen negocio, para acto seguido a otra cosa mariposa.

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        4º Para presentar o dar a conocer el trabajo de un determinado Sensei.- Este apartado es una de las razones más comunes para realizar un seminario de fin de semana y es por donde muchos entornos suelen comenzar el contacto con un determinado Sensei por el cual tienen interés. Que haya continuidad o no, depende de muchos factores; también se puede dar el caso de que solo se limita a una edición sin más pretensiones, porque se tiene curiosidad sobre un determinado aspecto de su enseñanza; otra posibilidad puede ser porque ya se sigue a alguien y el hecho de realizar un curso con tal o cual Sensei es un complemento a su formación, porque son de entornos comunes, eso significa que comparten referente pero uno de ellos puede tener un campo donde se haya desarrollado más y es un aporte muy rico para los estudiantes de esa comunidad, etc.

        En éste caso es importante que el Sensei correspondiente programe y planifique unas sesiones que den muestra de su hacer en ese fin de semana, de sus estructuras metodológicas, de sus aportaciones al calentamiento que realiza, de su enfoque en los ejercicios de base en Aikido, de su trayectoria y por qué hace esto y lo otro, de sus contribuciones al trabajo técnico, etc.

        En definitiva, de lo que se trata es que realice una planificación generalista de todos los contenidos que imparte en su/s Dojo/s con su visión particular, para así poder aportar un mayor conocimiento de su realidad, de su productividad, de sus contenidos y de cómo los enfoca, por ejemplo, yo haría lo siguiente:

        

        

Ejemplo de un planteamiento para dar a conocer el trabajo de un Sensei en un seminario de fin de semana

        

         El día previo al seminario realizaría una conferencia de 30 min tratando el tema de la: “La Metodología Kuubukan aplicada al Aikido.”

         Haría un documento previo que pediría a la organización que lo hiciera llegar a todos los participantes inscritos en el seminario, donde explicaría el tipo de calentamiento que se realiza en mis Dojos, explicando las razones de por qué lo tenemos y por qué lo hacemos de esa manera. Dado que pienso que hay que remarcar la importancia del calentamiento que se realiza en Aikido, porque es una herramienta que va a condicionar la forma de practicar y de cómo se va a enfocar la Waza a posteriori.

        Todo esto apoyado con los documentos disponibles en nuestra Web y con los vídeos de nuestro canal de YouTube, con el objetivo de que haya el mayor conocimiento posible para llegado el momento, que facilite la ejecución del mismo en el seminario.

         En la introducción antes de la práctica, manifestaría cuáles son nuestras bases para desarrollar el Aikido que hacemos.

         Y como es obvio, habría previsto unos contenidos didácticos con todos esos elementos entrelazados y relacionados, por ejemplo: en los ejercicios de base, en los cuales se van a basar todas las sesiones que se realicen en ese fin de semana, que se podrían sustentar perfectamente en: Tachi Waza, Katatedori Gyaku hanmi, Irimi, Tenkan y Sokumen; en el trabajo con la respiración, lo haría con uno de nuestros ejercicios de empujes de manos, que luego es aplicable a las demás partes de la práctica; en el trabajo con los desplazamientos, primero haría una introducción de todos los que se realizan en Aikido y luego, me concentraría en los tres que se han mencionado anteriormente que se realizarían con el Jo y con el Ken, para que sirvan después de sostén a toda la Waza de la mano vacía; el trabajo con la energía (Ki), lo concentraría en cómo generarla y cómo se almacenarla, para luego hacerla practica en la relación con el otro y para ello utilizaría el Chi-Kung; los ejercicios de sensibilidad y adherencia, que son vitales tanto con la mano vacía como con las armas, plantearía ejercicios específicos en ambos campos; resaltar la importancia de la cooperación en la relación Uke - Tori, tanto desde el punto de vista técnico como evolutivo, para ello utilizaría un implemento como es una pelota de tenis; en la Waza, la relación de las armas y la mano vacía, trabajando las mismas técnicas relacionándolas en los dos campos; como recapitulación, hacer ver la esencia de todo el trabajo expuesto en el ejercicio de Kokyu – Ho; y para ir finalizando, los ejercicios que tenemos para descongestionar el cuerpo y volver a la calma antes de acabar cada clase; para el final, hacer ver la importancia del ejercicio de asentamiento antes del Rei que pone fin a la clase. Y antes de marchar, comunicaría a toda la audiencia las cosas que me han aportado en ésta visita para crecer como aikidoka.

         Para mejorar el rendimiento del seminario, gravaría un vídeo con los contenidos claves que se van a practicar en el curso, por ejemplo, los elementos que van a sustentar el trabajo con la mano vacía, -Tachi Waza, Katatedori Gyaku hanmi, Irimi, Tenkan y Sokumen-, que también lo enviaría a organización para que lo remitiera a los asistentes inscritos, con la sugerencia que los practicaran antes de asistir al seminario y de ésta manera poderlo rentabilizar aún más.

         Fuera del horario del seminario y para los que quisieran, obsequiaría a los asistentes con una degustación de nuestra gastronomía Canaria.

        

        

        Esto es un ejemplo de un planteamiento para dar a conocer cómo enfocamos nosotros el trabajo en Aikido, la metodología que aplicamos en nuestro Dojo, las dinámicas que somos capaces de generar y estoy seguro que todos los asistentes se quedarán con una idea muy clara de cómo trabajamos en nuestro Dojo Kuubukan.

        Es obvio que en este tipo de seminarios no hay supervisión a posteriori (el control), dado que es un entorno que sigue su propio trabajo y la invitación cursada era para la presentación del Sensei invitado y su trabajo, porque podría ser que los anfitriones estuvieran interesados en determinados aspectos de su enseñanza, como contacto inicial o cualquier otra cosa.

        Seminarios con éste enfoque y donde se manifieste el compromiso por ambas partes, puede ser un gran beneficio para los entornos donde se realicen, porque germinan un mundo de relaciones e intercambios, ya no solo por parte del Sensei invitado y de su entorno, sino de todo el alumnado del Dojo anfitrión y su Sensei, porque se estrechan vínculos y se abre oportunidades para las dos comunidades.

        El problema que nos podemos encontrar en éste apartado, es cuando las intenciones y las interacciones no están claras y no son sanas, manifestándose en el choque de los egos de las personas; el del político que intenta arrimar el ascua a su sardina porque quiere construir una organización atrayendo a ese entorno, en vez de compartir sus conocimientos con los anfitriones; el del negociante que solo ve el euro y es completamente inconsciente de los beneficios educativos, como de los de calidad de vida con los que podría contribuir a todos los que asisten a su seminario; el del que busca estar a la sombra de alguien para que le de los grados a él y a sus alumnos, etc., se pueden dar tantas circunstancias negativas como intensiones de bajo calado humano por ambas partes, las del Sensei invitado y la de los anfitriones.

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        5º Para apoyar un Dojo filial, simpatizante o hermanado.- Es otra razón para realizar seminarios de fin de semana, porque hay que instruir, apoyar o colaborar, tanto para realizar una enseñanza de calidad, como mantener y proyectar el Aikido que se realiza y que se comparte.

        Un seminario de esta categoría no está exento de todos los parámetros que se han comentado con anterioridad siendo un Dojo filial, tanto en la organización, como en el control y en la supervisión para que el plan trazado tenga una buena realización y que sea rentable e instructivo en todos los casos en esa filial.

        Un Dojo filial debe ser una prolongación del Dojo referente del que se nutre, tanto a un nivel técnico como organizativo, independientemente que tenga un funcionamiento personal y autónomo y muy especialmente en la formación, por esa razón el instructor junto con los Senpais de dicha filial son claves para su desarrollo y su sostenimiento.

        Por otro lado, debe de poseer un plan de funcionamiento particular y adaptado a la idiosincrasia de la región o del país en el cual está situado. También debe de poseer un método para impartir los contenidos didácticos, que si sigue a un determinado Sensei como mínimo debe coincidir en un 90% con el de él, porque es el motivo y el sostén de toda la estructura, el 10% restante es por su singularidad. En ese proyecto específico, es donde se insertan los seminarios de formación anuales con el referente que siguen, los cuales tienen que tener objetivos propios en función del nivel de desarrollo que posean los estudiantes de ese entorno.

        Otro capítulo importante, es que debe de gozar con recursos propios para ser independientes y poden realizar los proyectos que quieran alcanzar en cualquier campo: formativos, disponibilidad de material, aspectos lúdicos, el funcionamiento administrativo, viajes de estudio, etc. Todo esto les lleva a que posean estabilidad y una solidez en los diferentes ámbitos de su Dojo, que a su vez conecta con la calidad y de la eficacia en la enseñanza que se realiza en ese lugar.

        Un Dojo simpatizante es una escuela vinculada por un lazo afectivo y por admiración al trabajo producido por el Sensei al cual invitan y en contraposición con la filial, no necesariamente debe seguir los mismos patrones de funcionamiento que el Dojo de referencia, lo más probable es que le atraigan determinados trabajos o aspectos del Sensei, por esa razón le invitan a realizar seminarios de fin de semana, que sean anuales y/o que se implanten todos los demás parámetros (supervisión, controles, etc.) depende de lo que se persiga o esté dispuesto alcanzar el Sensei responsable del Dojo simpatizante.

        En el Dojo hermanado, el vínculo que se establece es más de amistad y colaboración que de otra cosa, quizás los dos Senseis comparten el mismo maestro y/o el mismo Aikido y se apoyan mutuamente reuniéndose una vez al año para realizar una práctica conjunta y así potenciarse y estimularse mutuamente.

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        6º Lo que no se debería hacer en un seminario.- A lo largo de los 5 puntos anteriores, he mencionado varias circunstancias que no debieran ocurrir si se organizara un seminario con profesionalidad y con rigor, bien, ahora quiero ampliar y concretar en éste apartado situaciones que no son deseables que se den cuando se organiza un seminario en fin de semana.

        6.1 Que el Sensei que imparta el seminario no disponga de un método para hacer su transmisión.- Si no se dispone de un procedimiento para instruir, ¿cómo se va a estructurar la enseñanza que se imparte?

        Luego, es importantísimo que se conozca de antemano y se manifieste públicamente la fórmula con la cual se van a formar a las personas que se acercan a estudiar con ese Sensei y en ese entorno en esos días.

        Solo dedicarse a hacer acrobacias en el espacio seminario tras seminarios es síntoma de no disponer de la argamasa (el método) que une la enseñanza con las personas que la reciben y que si el Sensei fuera responsable la debería de tener para transmitir su enseñanza a los que acuden a su/s curso/s.

        Porque tampoco es válido hacer seminarios cada año engolosinando a los asistentes otorgándole grados, que ya nos podemos imaginar cómo serán esos reconocimientos cuando se carece por completo de método para llevarlos a cabo. Esto también es una muestra de la incompetencia que tiene como profesor para avalar los conocimientos de sus seguidores.

        6.2 Enfrentar un seminario sin haber hecho una planificación previa y sin comunicarla a los asistentes con anterioridad.- Personalmente yo recriminaría a un estudiante que contribuye en la realización un seminario (confirmando su asistencia y abonando su contribución económica) y no sabe de antemano los contenidos didácticos que le van a impartir, es que carece completamente de lógica tal actitud. Si el alumnado manifestara tanto a la organización como al instructor su queja de no informar con anterioridad sobre lo que les van a enseñar (esa sería una de las funciones de la encuesta al acabar los seminarios), estoy seguro que esta tendencia de presentarse en una ciudad en un fin de semana a realizar figuras en el espacio, sin un proyecto concreto para desarrollarlo a posteriori, desaparecería rápidamente de los seminarios de Aikido que se hacen cada fin de semana por todo el mundo.

        6.3 Realizar seminarios para presumir de curriculum.- Es muy típico ver en el historial de muchos Senseis, que han realizado seminarios en tal o cual ciudad, región o país, eso está muy bien, porque ha hecho o está haciendo una gran labor por y para el Aikido y goza de una gran experiencia, pero, ¿qué semillas ha plantado en ese lugar? Y ¿cuántas de esas semillas han germinado? Porque si en ese terreno que se ha labrado durante tanto tiempo está yermo, desorganizado y completamente desviado del Camino, ¿cuál era el objetivo para ir a ese lugar a cultivarlo?

        Este punto solo sería justificable si solo se enfocara con el punto número 4, entonces es comprensible que ponga en sus datos biográficos haber realizado tal o cual seminario en tal o cual sitio, sin una gran implicación como conductor de ese entorno, que eso no quita que no haya hecho una labor inspiradora para los asistentes si se plantea con rigor.

        Pero el realizar multitud de seminarios para ponerse medallas, es carece completamente del sentido de la responsabilidad como docente capaz y no conduce a nada y a nadie a realizar una construcción positiva en su aprendizaje, solo se quiere presumir de una labor mal hecha, la cual maquilla ante los demás para que le admiren.

        6.4 Realizar seminarios solo por el lucro económico.- A mi me parece bien que las personas se ganen la vida con lo que saben hacer, ahora, dentro de un campo tan sensible como el que estamos abordando, donde hay tantas partes delicadas para las personas receptoras de los conocimientos que nos ocupan y partiendo de una tradición centenaria donde a priori tiene que primar lo transcendental, lo espiritual y lo humano en el traspaso de esos conocimientos para una realización personal, me parece una total desfachatez enfocarlo como un negocio donde solo prima el que acudan el máximo posible de estudiantes, para sacar el mayor rédito económico, descuidando no solo a las personas receptoras de esos conocimientos, sino también cómo se trasmiten y lo que se transmite.

        En líneas generales es muy común, ¡hay excepciones y muy buenas por cierto!, que los instructores que gozan de una mayor popularidad y que llenan los tatamis cada fin de semana, son los más propensos a no disponer ni de método, ni de una planificación estructurada. En éste caso también creo que la culpa es del alumnado receptor que asiste, que no manifiesta su queja y se deja obnubilar por pajaritos preñados que no le son rentables en ningún sentido, ni para su vida, ni para su formación como aikidoka.

        6.5 Hacer seminarios de fin de semana solo para hacer turismo.- Opino lo mismo que en el punto anterior, salvo que los anfitriones de esos seminarios no tengan ningún interés en evolucionar y solo quieran ejercitarse sin más con los planteamientos de un determinado Sensei que le guste.

        Con los cinco puntos anteriores, me surgen varias interrogantes:

        ¿Los anfitriones manifiestan al Sensei que invitan que quieren desarrollar determinados aspectos de su trabajo porque están interesados en ellos? Y le vuelven a preguntar, ¿según él, cuál sería el mejor método para desarrollarlos?

        Luego, ¿el Sensei de turno, pregunta si tienen un interés especial en algún aspecto de su enseñanza cuando contactan con él? Y después, ¿les comunica cómo piensa llevarlo a cabo lo que quiere transmitir?

        Porque puede pasar que se esté realizando una comunicación entre sordos y mudos y en esas condiciones, los seminarios solo servirían para bajar la grasa corporal en los alumnos participantes, que el Sensei haga turismo, que gane dinero sin más implicación educacional, que vaya acumulando lugares donde ha estado para luego presumir de curriculum, para hacer el vago...

        6.6 No ofrecer servicios complementarios a los asistentes al seminario.- La organización de un seminario que no ofrezca alternativas, bien sean culturales, gastronómicas, de ocio, de relax, etc., tanto a los participantes en el curso, como a los acompañantes de éstos, tiene una gran fisura en su organización para dar una buena cobertura a todos los asistentes a sus seminarios en el fin de semana.

        Es un aspecto que yo diría que en la actualidad, -al menos en lo que yo conozco-, en el 99% de los planteamientos de los seminarios de fin de semana se obvia, cosa que me parece descabellada. Los asistentes a los cursos debe de disponer de esos recursos, de esas opciones y de esas alternativas para su tiempo libre, luego que los utilice o no, eso ya es una elección personal, pero la posibilidad de ofrecérselas a los participantes por parte de la organización es un aspecto fundamental, tanto desde un punto de vista de profesionalidad organizativa, como de imagen de calidad de ese entorno organizador y del Aikido.

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Conclusión

        Son muchas las razones que he expresado con anterioridad para realizar los seminarios en fin de semana con organización, con conocimiento y con rendimiento, pero a modo de conclusión, quiero resumirlas en los 12 puntos siguientes:

        1ª Por los contenido que se imparten.- La primera atracción para realizar un seminario son los contenidos que se van a desarrollar, es lo primero que debe de llamar la atención del estudiante y éstos le deben de atraer porque es una oportunidad de progresión y de perfección para su persona y para su Aikido.

        Como se ha visto a lo largo del escrito, tan importante son los contenidos como el planteamiento que se haga con ellos, así que el responsable de realizar la planificación (el Sensei), no solo debe poner contenidos atractivos, sino también plantearlos de la misma manera, es como en la cocina, uno puede tener una materia prima de primera calidad y cocinarla con muy buena técnica, pero como falle en la presentación del plato, está claro que no va a conseguir atraer la curiosidad ni el apetito del comensal y su trabajo se habrá ido por la borda.

        2ª Porque se realiza una práctica intensa.- Es otro de las aspectos que suelen motivar a muchos practicantes, en especial a los estudiantes que ya poseen cierta desenvoltura con nivel y quieren practicar los conocimientos que poseen en una dinámica y con una energía vigorosa; también puede pasar que se asista porque saben que los estudiantes de ese entorno hacen una práctica intensa y con mucho contenido, así que hay todas las garantías para sudar el Gi a borbotones.

        3ª Porque hay más tiempo para interactuar tanto con el Sensei como con los compañeros, al igual que hay más tiempo para poder preguntar.- En un curso de fin de semana, no todo se concentra dentro del tatami, también hay que contar con la posibilidad de charlar, de asistir a las conferencias, de aprovechar las sobremesas y de los encuentros en cualquier lugar: vestuarios, hoteles, bares, restaurantes, etc., todos éstos sitios pueden dar lugar a reuniones muy fructíferas y conversaciones muy enriquecedoras, que están completamente relacionadas con la enseñanza, aunque no se esté realizando la Waza dentro del tatami.

        A mí personalmente siempre me gustan mucho las sobremesas, porque son momentos de relax y máxime si van arropados por una buena degustación de la gastronomía local, eso permite después de haber sudado la gota gorda sobre el tatami, interactuar con más apertura, con mayor complicidad y con una mayor predisposición y alegría.

        4ª Por la metodología expuesta y máxime si está testada dando buenos resultados en la evolución de los estudiantes.- Es otro de los grandes motivos para asistir, porque los buenos métodos no abundan en Aikido y menos aún que estén expresados por escrito y que sean de dominio público para que haya una total transparencia e información de cómo se abordan las distintas materias, -al menos de momento- y menos abundan los que están chequeados y probados en un buen campo de pruebas, por esa razón, son oportunidades que no se deberían dejar pasar porque puede estar en juego nuestra evolución futura.

        El otro lado, es cómo se exponen los conceptos en ese/os seminario/s, porque no es lo mismo con un orden y con una conexión en todos los contenidos didácticos con una proyección ascendente, como he mencionado más arriba, que se planteen con desorden y sin ningún nexo entre ellos, está claro que con ésta última fórmula el resultado no va a ser satisfactorio para nadie.

        5ª Para tener acceso a contenidos exclusivos.- Cuando se realiza una formación de calidad y con rigor, es una enseñanza exclusiva y nos pasa como con los métodos, no abundan mucho en Aikido, así que si se nos brinda la oportunidad de contactar con un Sensei y su enseñanza de calidad, es un lujo restringidos para pocos, de ahí que no se deje pasar la coyuntura de sintonizar con ella, para potenciar nuestro progreso, nuestro desarrollo y nuestro avance en la disciplina.

        Muchos practicantes por perderse oportunidades de éste tipo, terminan desahuciados del Aikido, porque agotan sus recursos y su energía eligiendo enseñanza y entornos que no les aportan crecimiento, sino que les restan en todos los sentidos y eso tarde o temprano termina por agotar y frustrar las voluntades de cualquiera.

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        6ª Por el contacto con el Sensei y su entorno.- Es una oportunidad de oro poder tener el acceso a un Sensei y al entorno donde realiza su enseñanza, porque es un beneficio doble y reforzado. Es lo mismo que caer en buenas o en malas manos para formarse, está claro que con las primeras vamos a progresar y realizarnos, pero con la segunda opción, es obvio que no vamos a avanzar o estaremos estancamos toda la vida.

        Muchas veces se realiza un tipo de Aikido porque está cerca de casa, aún gustándote otro, -yo diría que esto pasa en el 99% de los casos-, entonces, bien sea cerca de casa o que tengamos que hacer un esfuerzo para desplazarnos y asistir a un seminario de fin de semana interesante, puede ser un revulsivo tal, que puede cambiar nuestro mundo particular del Aikido y la evolución del alumno.

        También hay que contemplar la posibilidad, de que no se esté satisfecho con el Aikido y el entorno de donde se está, en ésta circunstancia es fundamental realizarlo, pero hay que tener claro dos puntos: primero, elegir bien el seminario al que se va y en segundo lugar, el Sensei que lo imparta. Personalmente lo enfocaría como una inversión que va a condicionar mí futuro como aikidoka, al igual que el desarrollo de mí práctica, luego, a eso hay que añadirle, el tener y mantener: la lealtad, la voluntad, el coraje, los medios y la persistencia para continuar con esa enseñanza que se quiere, -si uno se identifica con ella, ¡claro!-, porque puede estar a cientos de kilómetros de nuestra residencia y hay que administrar bien todos los recursos que se posean para poderla continuar y desarrollar.

        7ª Por las recomendaciones de los amigos, conocidos, etc.- Es muy típica esta opción para aventurarse a realizar cursos, porque siempre compartimos y comentamos con los demás nuestras experiencia y máxime si nos enriquecen, por eso muchas personas se lanzan a hacerlos por la recomendación de sus compañeros, colegas, conocidos o allegados.

        A todos nos ha pasado eso en un momento determinado y muy especialmente si estamos en sintonía de una búsqueda de algo distinto a lo que tenemos en la actualidad, porque deseamos algo diferente a lo que hemos practicado que no nos llena y se está en la fase de exploración - investigación para realizar el cambio hacia la nueva realidad que se aspira aunque de momento se desconozca.

        8ª Porque se manifiesta la oportunidad aquí y ahora.- Muchas veces el seminario encuentra a uno, porque quizás se va a realizar un viaje profesional y preparando el mismo, nos damos de bruces con la oportunidad de hacerlo, ¡eso es toda una fortuna!

        Esto puede conectar con otros puntos de los que estoy describiendo, como por ejemplo: puede ser una ocasión extraordinaria para ver el trabajo de un Sensei, de conectar con su entorno, de ver una metodología novedosa, de establecer contactos enriquecedores, etc.

        9ª Por ampliar nuestra red de contactos en el mundo del Aikido.- Cuanto mayor sea nuestro tejido social dentro del mundo del Aikido, más apertura tendrá nuestra mente para integrar cosas, también seremos beneficiarios de corrientes de información de calidad, novedosa y constante, por esa razón, los seminarios de fin de semana son un momento excelente para ampliarla e ir tejiéndola.

        La mentalidad del anacoreta aislado en su montaña es muy bucólica pero limitante y alienante en mundo del Aikido, que es completamente distinta al retiro voluntario e iluminador, tan necesario para las etapas de crecimiento, de progreso, de asentamiento e integración de los distintos principios del Arte, hay que saber distinguir los dos casos, para descartar el primero y ser consciente de cuando se tiene que aplicar el segundo.

        10ª Para encauzar mejor nuestra energía y nuestros recursos.- Un aspecto que normalmente no se tiene en cuenta por parte del estudiante, es cómo guía y cómo dirige su ánimo, su capital, su talento, etc., son cosas que hay que meditarlas muy seriamente y obrar con consciencia e inteligencia, por esa razón, cuando se elige realizar tal o cual seminario de fin de semana, eso va aparejado a que haya una gran inversión de energía en todos los campos, aunque se haga frente de la puerta de casa, así que hay que meditar muy bien dónde invertimos nuestra voluntad, junto con todos los demás bienes que poseemos.

        11ª Para inspirarse y así generar mejores ideas en varios campos: metodología, planificación, etc.- Este es un apartado muy importante para instructores jóvenes que comienzan con la docencia y que aún tienen que madurar en muchos aspectos de la disciplina, por esa razón los cursos de fin de semana son una asignatura obligada para ellos, porque pueden sacarle mucho partido tanto para su formación, como para la enseñanza que imparten, así que es de obligado cumplimiento el realizarlos.

        Para estos enseñantes noveles no es cuestión de asistir con un perfil de “estudiante,” que sí, que lo es cuando hace el curso, pero también debe enfocarlo como un educador responsable, por ese motivo tiene que realizar un trabajo previo de investigación y de estudio de los contenidos didácticos que se van a impartir ese fin de semana, -una razón de más para que exista una planificación previa y pública por parte del Sensei que va a impartir el seminario-, prestando atención a: con qué nivel se va a trabajar, qué parte de la Waza se expone, cómo se enfoca el plan, con qué metodología se desarrolla, cuál es la mecánica del seminario, etc., de esta manera puede anotar todas sus dudas y las puede plantear en las diferentes dinámicas que se desarrollen, tanto dentro del tatami, como en los distintos ambientes que se han apuntado antes en el punto 3.

        Estudiantes docentes con ésta mentalidad, adquieren un bagaje muy grande en su formación y en un futuro serán Senseis de referencia. Nos volvemos a encontrar otra vez aquí el aspecto de la retroalimentación, en este caso dentro del campo de los docentes, porque está claro que para avanzar y crecer nos apoyamos los unos en los otros, que es la filosofía central del Aikido.

        12ª Para mantenerse actualizado.- El Aikido como cualquier otro Arte, es muy dinámico en su perfección y en la ampliación de sus conocimientos, una muestra de ello es visionando los vídeos que están disponibles en la red desde su creación hasta la actualidad y se verá la progresión en todos los campos.

        Luego, está el aspecto de que cuanto más nos sumergimos en sus contenidos, más demanda nuestra curiosidad estar al día de cómo éste o éste otro Sensei enfoca tal o cual aspecto, es como una adición que nos exige una nueva dosis de conocimiento para saciar nuestro interés que nos lleva a una evolución continua y constante.

        Creo que ha quedado más que demostrado a lo largo del escrito para qué sirven los seminarios de fin de semana, tanto en la posición de estudiante como del Sensei responsable de la formación de otros, porque hacer cursos sin tener objetivos claros y estructurados para el crecimiento, es estar perdiendo el tiempo y los recursos, así que la cuestión se resumiría en saber elegir adecuadamente dónde nos focalizamos para nuestro provecho y progresión en el desarrollo del Aikido que hacemos.

Ishana Pérez.

Aiki - Publis del mes de Septiembre de 2021.

        Dedicatoria.

        Quiero dedicar éste texto a Carmen Delia, por ser una persona muy generosa a lo largo de tanto tiempo, en los buenos y en los malos momentos, ¡muchísimas gracias por ello!

        

 Otras publicaciones de nuestro Sensei Ishana Pérez.

        

El Kamae y los Desplazamientos en Aikido.

La Planificación en Aikido, a Través de los Cuadernos Técnicos.

Metodología para la Formación en el Arte del Aikido.

Sâdhana o Abhyâsa, la Práctica Constante con un Objetivo Espiritual.

La Crisis en la Práctica.

Elementos que Componen los Grados en Aikido.

¿Qué Logros has Conseguido en un Año de Práctica?

Los Estados o Métodos para Evolucionar en Aikido.

        

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